Desperté sin muchas ganas, ya era algo tarde, "sino me equivoco son las 2:00 pm" pensé, metí mi mano debajo de la almohada y saqué mi teléfono para ver la hora "2:21 pm" hum.. casi cerca. Dejé mi celular de nuevo sobre la cama y me dediqué a mirar el techo. Me pregunto cuantas veces he repetido esto de levantarme, tomar el teléfono, ver la hora y dejarlo. No lo sé, quizás desde que salí de vacaciones, ¿hace cuánto fue eso? creo que un mes quizás, mes y medio a lo mucho, estar en preparatoria tiene sus ventajas, por ejemplo cuatro meses de vacaciones, así es, cuatro enormes meses sin hacer nada, sin preocuparte por tareas, trabajos, profesores o compañeros, esto es vida ¿cierto? bueno para una persona normal lo es, para mi es algo así como el infierno pero menos caluroso ya que no hay a donde salir,no hay con su quien platicar, no hay "amigos" que ver y definitivamente no hay algo más en que pensar que lo que sucede en este momento, en este maldito momento.
Ya había pasado nueve días desde lo de mi madre, no hubo un funeral ni nada por el estilo, solo un entierro muy casual un día después de su defunción con la asistencia de 1 persona, yo. Al octavo día nos leyeron su testamento, allí estaban escritas un montón de cosas pero las que más llamaron mi atención fueron dos en particular, la primera fue que mi abuela era mi tutor legal hasta que cumpliera la mayoría de edad; "wuju.... como si a ella le importara mi bienestar o algo por el estilo", por desgracia solo me faltaba un año más para eso. En caso de que ella no aceptara la custodia pasaría a manos del abogado de mi madre; para mi buena suerte ella se reusó a tener mi custodia. La otra era que mi madre en pleno uso de sus facultades mentales había comprado un departamento y maravillosamente estaba a mi nombre, o sea que era mío y podría vivir ahí sin nadie que me molestara. Para este tiempo lo único que quería era ya largarme de su casa, no lo hice antes porque no tenía ningún sitio a donde ir así que tuve que pasar cuatro años en ese lugar, no iba a desaprovechar esto, no señor, si podía alejarme de ahí lo haría y estoy segura de que ella estaría mas que feliz si yo no estuviera.
Después de recordar todo eso me levanté de la cama y me vestí con lo mismo de siempre, una playera, jeans y tenis, tomé lo necesario para salir además de una pequeña mochila que contenía el contrato del departamento y varios papeles importantes que me habían dado. Decidí ir a ver como era el dichoso departamento y quizás, no, definitivamente mudarme al día siguiente.
Tomé el transporte para llegar al edificio donde viviría, me tomo aproximadamente dos horas y media, eso me alegraba, mientras más lejos mejor, vi el exterior y era algo "elegante" además de que tenía muchos pisos, entré y me dirigí a la recepción, ahí estaba un policía sentado así que decidí hablar con el, le comenté que había un departamento y que este estaba a mi nombre, también le mostré el contrato y los demás papeles para que lo confirmara, después de eso me dió una copia de la llave y me dijo que este estaba en el último piso, tomé la llave, la guardé en mi bolsillo derecho y le di las gracias. Subí por el elevador hasta el décimo piso, salí y comencé a caminar por el pasillo buscando la puerta que supuestamente estaba al fondo a la derecha, caminé sin mucha prisa hasta encontrarla; me quedé un rato mirando la puerta de madera, estaba algo ansiosa así que saqué la llave, la mire detenidamente como si fuera lo mas valioso que traía y metí la llave en la cerradura, contuve mi respiración y la giré lentamente hasta oír un "clank", retiré la llave, empuje despacio la puerta hasta poder abrirla completamente y solté el aire de mis pulmones. Entré y lo primero que sentí fue emoción.
Era lo mas hermoso que pudiese haber visto, el piso era de loseta blanca, había grandes ventanas corredizas por las cuales entraba el sol y tenía una bella vista de una parte de la ciudad, era muy amplio para ser un simple departamento; corrí a ver la habitación, era muy espaciosa y bonita, incluso tenía un closet; había una cocina, un baño y una habitación extra, también tenía un pequeño balcón, aún estando todo vacío era perfecto. Se sentía bien estar ahí, por primera vez en mucho tiempo sentí que tenía un hogar.
Me detuve en medio de todo y unas lágrimas de felicidad comenzaron a salir de mis ojos; ella me había escuchado, todo este tiempo había pensado en mi y en lo que le decía acerca de como vivir con aquella persona era insoportable, puso atención en todo, desde que quería vivir con ella o tener mi propio lugar para estar sola... Todo eso... ella lo había entendido. No pude más y comencé a llorar en serio, le agradecía tanto todo esto, lo único malo era que no podía decírselo en persona.
Salí más o menos a las 6:00 pm de ese lugar con nuevos ánimos, no sin antes avisarle al policía y al dueño del edificio que afortunadamente estaba allí sobre mi mudanza al día siguiente, no hubo problema alguno. Después de dos horas y media de viaje llegue al lugar al cual pronto le diría adiós, entre sin importarme nada, otra vez la casa estaba sola, esto era genial, así podría recoger todo, llamar a una mudanza decente y avisarle a mi nuevo tutor mis planes de cambiar de residencia.
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La carta de suicidio de la chica de ojos color sol
RandomPorque no siempre todas las historias están llenas de felicidad y un futuro prometedor, porque a veces tienes que soportar la vida tal y como es.