Al día siguiente Nerea se despertó antes que sus padres. Se levantó, se vistió y cogió lo que necesitaba para arreglar la casa. Salió sin hacer ruido de su habitación y se dirigió hacia la puerta de entrada. La abrió y salió corriendo hacia el campo. Al llegar, empezó a buscar la casa. No le costó encontrarla. La puerta volvía a estar entreabierta, así que entró.
-Bien -se dijo a sí misma- empezaré quitando el polvo y las telarañas.
Así lo hizo. Nerea empezó a limpiarlo todo. Tardó media hora. Después empezó a mirar los muebles de la casa, para ver si había alguno que quisiese cambiar. Pero a Nerea le gustaba como había quedado la casa. Le gustaban los muebles que había. Una mesa, dos sillas, un sofá, dos sillones, el espejo, la chimenea, una ventana y una cama. Y también había cuadros. Nerea los miró bien. Eran todos cuadros de paisajes. Pero había uno que no lo era. En ese cuadro había un hombre, una mujer y una niña más o menos de su edad. Nerea miró bien el cuadro. Había una fecha en él. Ponía: 12/04/1965
Nerea no sabía que podía significar eso. Pero decidió irse de esa casa porque sus padres iban a estar a punto de levantarse, así que cogió sus cosas y se fue.
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La casa en el campo
HorrorA Nerea siempre le ha gustado aquella casa de campo... esa pequeña y misteriosa casa... esa terrorífica casa...