-¿Qué dices? - le dijo Nerea - Si ni siquiera sabes quien soy. Además, ¿quién eres tú y que haces aquí?
La niña la miró con esos preciosos ojos azules y le dijo:
-Me llamo Beatriz Hernández. Nací en el año 1955. En agosto del 1965 morí. Morí con 10 años. ¿Sabes lo horrible que es eso? Morí siendo una niña. Mis padres murieron conmigo. ¿Quieres saber cómo morimos?
Nerea estaba con la boca abierta. No era capaz de articular una palabra.
-Me tomaré eso como un sí -dijo Beatriz- Bueno, estábamos bañándonos en la playa. Hacía mucho calor, ya que era agosto. Estábamos tranquilamente nadando cuando de repente gritan desde la orilla que salgamos, que había bandera roja ya que iba a subir la marea. Mis padres no hicieron ni caso a las advertencias del socorrista, y siguieron nadando contracorriente, alejándose cada vez más de la orilla. Yo, como no quería separarme de mis padres, les seguí como pude, ya que la marea había subido y me costaba nadar entre las olas. Pero debí haber ido a la orilla. Empezaron a aparecer olas inmensas, gigantescas, se acercaban hacia nosotros de forma amenazadora. Quedamos atrapados, no podíamos salir de allí. El socorrista trató de ir hacia nosotros con una barca pero era inútil. Las olas eran demasiado fuerte. A mi padre se lo llevó la corriente y lo alejó de nosotras. Pero era demasiado tarde, se había dado con la cabeza en una roca. Murió en el acto. Mi madre y yo tratamos de llegar hasta la barca del socorrista pero fue inútil. Las olas ya nos habían atrapado.
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La casa en el campo
HorrorA Nerea siempre le ha gustado aquella casa de campo... esa pequeña y misteriosa casa... esa terrorífica casa...