Capítulo veinte.

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Aaron miró sorprendido a su mejor amigo, el jamás creyó que algo así pudiera estar pasando en ese momento.

—¿Aceptas? —Volvio a cuestionar Hayes.

Aaron asintió eufórico.

—Acepto. —Dijo Aaron.

Hayes sonrió y se acercó a Aaron para abrazarlo y comenzar a dejar besos en su cabellera.

—Prometo estar siempre a tu lado para protegerte. —Hayes se aleja un poco de Aaron para poder verlo a los ojos.

—Por eso te amo demasiado. —Dijo Aaron para después juntar sus labios en un apasionado beso.

Las manos de Hayes se metieron por debajo de la camisa de Aaron y comenzaron a acariciar todo el torso del ya antes nombrado.

Aaron dejo escapar un gemido leve y Hayes aprovecho para introducir su lengua en la cavidad bucal de este.

El oxígeno les hacia falta, así que decidieron separarse para tomar un poco de aire.

—Ha-Hayes. —Tartamudeo Aaron.

—¿Que pasa? —Hayes lo miro preocupado.

—Hazme tuyo.. —Susurro el pelinegro.

—¿Que dices? —Pregunta sorprendido el de ojos más claros.

—Quiero hacerlo contigo. —Dice Aaron con toda la seguridad del mundo.

—¿Estas seguro de eso? —Pregunta Hayes con un tono de preocupación.

Hayes no se sentía seguro con la situación. Aaron eran virgen y el también. No quería hacerle daño, la primera vez siempre duele; dicen.

—S-si. —Aaron asiente.

—Es que no te quiero lastimar. —Confiesa Hayes.

Aaron pone su mano en la pierna de Hayes.

—No lo harás. —Le da una cálida sonrisa y después le besa la mejilla— Yo quiero hacerlo, pero sí tu no quieres no te obligare.

—Sí quiero.

Aaron vuelve a sonreír y se levanta del sofá.

—Vamos a mi habitación.

Hayes imita su movimiento y Aaron comienza a subir las escaleras. La garganta de Hayes esta seca; perdería su virginidad con su mejor amigo y ahora novio.

No mejor manera de demostrar el amor que se tienen entregándose el uno al otro de una forma sincera.

Aaron también estaba nervioso, pero era hoy o nunca. Tenían que aprovechar la casa vacía ese día.

Una vez que entraron a la habitación de Aaron, este entró al baño y saco un preservativo de un cajón.

—¿De donde sacaste eso? —Pregunta Hayes sorprendido.

—Aaron ríe— Una doctora me dio unos cuantos. —Se encoje en hombros.

Hayes también rie y se acerca a Aaron lentamente para empezar a besarlo.

La mano de Aaron vaga por el pantalón de Hayes y la mano de Hayes esta en el cabello de Aaron.

Cuando la mano del pelinegro al fin logra encontrar el botón del pantalón de ojos claros; lo desabrocha y baja el cierre de este.

Ahora le toca a Hayes deshacerse de alguna prenda de Aaron; elige la camisa.

El chico de ojos claros se separa del pelinegro y le quita la camisa negra que llevaba puesta ese día dejando su torso desnudo.

Enamorando a mi mejor amigo [Haaron] «Editando»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora