Cerré mis ojos y las pesadillas comenzaron a adueñarse de mi cabeza, no podía despertar, todo era confuso, gritos, llantos y una imagen de mis padres en el suelo, degollados, en un gigantesco charco de sangre, yo...sin poder hacer nada, recuerdo cuando grite en aquella cabaña, tan fuerte para que me escucharan y me sacaran de esta horrible escena y ahí viene la parte en la que despierto, me despierto agitada, con lagrimas en los ojos y un sonido de silencio que abarca mis oidos, corro hasta el baño y me miro en el espejo, miro mi maquillaje corrido y mi cuerpo temblando, giro el grifo del lava manos y llene mis manos de agua fresca, moje mi cara y quite todo mi maquillaje, cuando termine volví a mirar mi cara, mis ojeras habían disminuido un poco mis ojeras, salí del baño y camine hasta abajo, tenia que comer algo, segui bajando escaleras hasta que escuche el celular timbrar, lo saque de mi bolsillo para contestar la llamada, tal vez era mi tía la sobre protectora, pero no. esta vez era un número desconocido, al instante pensé que era Christoper, para amenazarme, así que no conteste. Seguía sonando con desesperación, mientras comía mi tazón de cereal, lo observaba, tal vez era algo urgente, tome el celular y conteste.
-Christoper!?...ya te dije que no me hablaras mas!-colgaron.