Cloudete Heartafilia

El escape del palacio.

Esta obra está registrada legalmente bajo mi autoría por lo que queda prohibida la reproducción parcial o total, modificaciones o publicarla.

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Cloudete, era una hermosa joven, hija de la familia más rica del reino de Fiore, los Heartafilia. Esta poderosa y rica familia era dueña de la mayor parte del reino, desde los nevados de Deliora hasta las costas de Ur.

En el palacio, situado en la ciudad de Magnolia, Cloudete vivía junto con su padre, su madre había fallecido hace unos cuantos años. Sé que suena raro que en un palacio sólo vivan dos personas, pero sólo estoy considerando a los integrantes de la familia, sin contar a los cientos de criados.

El padre de Cloudete era una persona ambiciosa y no se contentaba con poseer casi todo el reino, lo quería todo. Era odioso y amargado, nunca tenía tiempo. Él quería que Cloudete se case con el hijo de la familia Titania sólo por fines comerciales, pero la "princesa" no quería casarse ni seguir con estúpidas tradiciones, ella quería salir del palacio y vivir una vida en la que pudiese hacer algo que le gustara de verdad.

El día del cumpleaños número diez y ocho de Cloudete, su padre le organizó una fiesta, invitó a las familias ricas de Fiore, Quisha, Quinesta y por su puesto a las familias de Lúpinel, donde vivía la familia Titania, era obvio que la fiesta era sólo un pretexto para formalizar el matrimonio entre los dos jóvenes.

Faltando unas horas para que comience la fiesta, Virgo, que se encargaba de la ropa que debía vestir Cloudete, a pesar de ser una sirvienta, era su mejor amiga; entró a la habitación de Cloudete y le dijo:

-Cloudete, te traigo el vestido que te tejió el Uargo (El Uargo es un espíritu de un sastre que quedó atrapado dentro de unas agujas y permanecía en el palacio por encargo de la madre de la princesa).

-Déjalo sobre la cama - Con una

voz apagada - Ay Virgo, yo no quiero esta vida, no me quiero casar, no quiero ser prisionera de la ambición de mi padre, quiero ser libre.

-Pero Cloudete no puedes hacer nada, tienes que cumplir con lo que tu padre desea.

-¡No quiero!

-Está bien Cloudete, si es lo que quieres, te voy ayudar. Dame el vestido ya regreso.

Cloudete le entregó el vestido, y Virgo fue corriendo por el corredor principal, bajó las escaleras al sótano y entró en un cuarto, era pequeño y tenía muchos estantes con objetos extraños, en la parte derecha había un anciano sentado en una vieja silla, apoyando su cuerpo sobre un escritorio. Virgo se acercó y le dijo:

-¡Viejo! - Sacudiendo al hombre - Despierta, necesito tu ayuda.

-¡Qué demonios quieres Virgo!, déjame dormir, no tengo tiempo para jugar, estoy ocupado.

-Viejo, necesito que encantes este vestido con una poción o alguna runa, para que se haga invisible, junto con la persona que lo use, rápido no hay tiempo, Cloudete lo necesita.

Al escuchar que era para Cloudete, el viejo se paró, caminó a uno de sus estantes y cogió un libro de hechizos, buscó el hechizo de invisibilidad, leyó el conjuro y el vestido comenzó a brillar por unos segundos. El viejo se volteó hacia Virgo y le dijo:

-Listo Virgo, ahora sí, ten en cuenta que el vestido tendrá el efecto de invisibilidad media hora después de que Cloudete se lo ponga y tendrá otra media hora para escapar del palacio.

Está bien, viejo gracias.

Virgo salió disparada al cuarto de Cloudete, entró en él y le explicó cómo usar el vestido.

-Virgo gracias, eres la mejor.

-Denada, Cloudete. Ahora apresúrate, quedan quince minutos para que comience la fiesta.

Cloudete se colocó el vestido y en un instante sintió la magia que corría por él, era una sensación cálida, algo que no había sentido en mucho tiempo, era tan parecido a los abrazos y caricias de su madre.

Cloudete fue a la entrada superior del salón, suspiró antes de abrir las enormes puertas, vio a la multitud que estaba allí reunida, todas las miradas se situaron en Cloudete y no era para más, se veía hermosa con ese vestido blanco con detalles celestes, su cabello castaño resaltaba sus ojos azules y sus labios rojos contrastaban con su piel blanca. Empezó a bajar las escaleras mientras que todos los invitados aplaudían. Mientras descendía, pensaba a qué hora será invisible salir corriendo del lugar; entonces al pisar el último escalón el vestido se iluminó y una luz cegadora se disparó y Cloudete desapareció. Todos se quedaron anonadados por la desaparición de Cloudete, mientras que ella estaba ya cruzando la entrada inferior del salón hacia el vestíbulo, siguió corriendo y salió por la puerta principal.

Fue entonces cuando montó a un corcel que había sido dejado en el jardín principal por Virgo. Finalmente Cloudete logró escapar, dejando atrás muchos recuerdos de su infancia, a su gran amiga Virgo, pero esa sensación de libertad que experimentó fue única.

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Hola. Bueno después de mucho tiempo de haber escrito esta obra y al enterarme de esta fantástica aplicación, he decido publicar mi trabajo y espero que sea de su agrado. La publicaré cuado tenga tiempo, es que estoy un poco ocupado en la universidad. Pero bueno XD