Entrena... Enfrentamiento en Darius.

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El viejo llegó a la cabaña, miró a Cloudete durmiendo tan apacible sobre la cama, pero estaba consciente que ella no había comido nada desde que entró en el nevado, así que cocinó una liebre que cazó y despertó a Cloudete para la cena, sirvió la comida y se sentaron, el viejo entabló la conversación:

-       Cloudete, ¿por qué demoraste tanto en llegar?

-       Viejo tengo que contarte lo que me sucedió en el nevado, cuando estaba a punto de morir de frío escuché a mi madre y me dio fuerza para seguir adelante, dominé la luz destellante y la luz primigenia. Incluso conseguí una pluma mágica para el mazo de hada y conocí a Deliora, el ángel guardián. Me reconoció como maga y me ha permitido el entrenamiento en Darius y…

-       Calma hija, veo que has pasado muchas cosas y me sorprende y me alegra que ya domines las dos magias. Además conseguiste la pluma del ave de hielo y una grande, la alquimia de hielo será pan comido.

-       Eso es correcto viejo. – Cogió un pedazo de liebre y se lo metió en la boca.- Eshto eshta muy lico viejo.

-       Jajaja, veo que estás tan hambrienta que olvidaste tu refinada forma de comer.

-       Jajaja.

Después de la cena el viejo le dijo a Cloudete que durmiera en la cama y él dormiría en el sofá.

Esa noche Cloudete soñó otra vez con aquella enigmática joven de cabello negro y ojos rojos, tan hermosa como Cloudete, pero su mirada transmitía odio, aunque no era algo expreso, como fruncir el ceño o hacer algún gesto, simplemente esos ojos sangre, eran espeluznantes. A diferencia de otras veces que había soñado con esta chica, esta vez fue diferente, ella dijo: “Cloudete, muy interesante”, cuando dijo esas palabras, su cara se tornó tenebrosa.

El sol emergió e iluminó la penumbra de la helada montaña. El viejo despertó a Cloudete y le dijo que tenían que partir hacia Darius. Cloudete ató la pluma del ave de hielo y la maza cambió de forma, esta vez las incrustaciones de marfil se tiñeron de rojo, un rojo muy fuerte, el cuerpo del mazo se agrandó y tomó un aspecto cristalino pero no transparente. Se colocó el mazo en la cintura y salieron de la pequeña cabaña.

A medida que caminaban, Cloudete empezó a sentir poco a poco una gran presencia mágica, muy poderosa, no le tomó importancia porque pensó que se trataba de la fosa. Llegaron a un  enorme agujero que se posicionaba justo en el centro de la serie de montañas, los picos vistos desde el cielo se podían apreciar como una rosa náutica. Entraron en el agujero y encontraron una especie de piscina, rellena con agua luminosa. El viejo dijo:

-       Cloudete, esta es Darius la última fuente de luz que queda en este mundo, ahora para obtener algo de su poder tienes que sumergirte en sus aguas, será como tomar un baño, pero sentirás la energía que iras adquiriendo. Te dejo sola.

-       Entiendo, entonces sólo tendré que bañarme en estás aguas mágicas para adquirir más poder, eso es fácil. – Sonriendo.

-       Bueno te dejo sola, iré a investigar un poco el lugar.

El viejo se alejó de la fosa y Cloudete empezó a desnudarse, cuando entró al agua, fue algo maravilloso, casi indescriptible, una poderosa honda de energía cubrió a Cloudete, sus ojos empezaron a brillar, la luz se mezclaba con ella y lo que Cloudete sentía era algo superior a la magia de la luna, mucho más fuerte.

Cuando Cloudete acabó de bañarse, se paró y se puso su traje, ahora se sentía revitalizada, con más energía y, de repente algo espeluznante se materializó frente a Cloudete, el olor a azufre que despedía, la silueta y la repugnante forma que tomó, con esos enormes cuernos saliéndole de la cabeza, la larga cola y la apariencia de un minotauro, con los ojos rojos y sedientos de sangre, con unos colmillos inmensos, el demonio miró con ira a Cloudete y dijo:

-       Así que tú eres Cloudete, mi ama me ha hablado mucho de ti, maldita maga de luz, tu existencia es repugnante y se me ha encargado como tarea desaparecerte. Yo el gran Grimore,  cumpliré mi tarea y honraré a mi ama.

-       ¿Y quién es tu ama? – El miedo se apoderaba de Cloudete, estaba temblando; aunque ella quería saber quién era la persona que la quería matar, el temor hacia semejante criatura no la dejaba pensar con claridad y nublaba sus emociones.

-       Jajajajaja, despreciable insecto, ¿acaso no sabes quién es Lamia Righter?

-       No lo sé, dime quién es ella y que problema tiene conmigo.

-       Para alguien que es dominante en la gran magia de la oscuridad y llevar a tal punto esta, de convertirla en brujería, esa persona capaz de matar todo lo que desee, ella, Lamia, la bruja oscura no puede permitir que ningún mago se interfiera en su camino y tú, eres el principal obstáculo.

-       ¿Yo, cómo puedo ser un obstáculo en los deseos de una bruja?

-       Basta de charlas, ahora te toca morir.

El gran demonio se abalanzó sobre Cloudete, ella fue rápida y logró esquivar el ataque de este, corrió un poco para ganar distancia y empezó con los hechizos que había aprendido, la alquimia de luz se manifestó en ese momento, el mazo se convirtió en una espada con un filo que brillaba, ahora los ataques de Cloudete, es más, todos sus hechizos adquirieron una forma suprema y definitiva, su velocidad aumentó, las runas cliptofelixiacas, eran mucho más poderosas. El solo blandir la espada causaba que grandes ondas de luz salieran y cortaran todo a su paso, Cloudete sentía el poder que corría por sus venas. Grimore esquivaba con facilidad los ataques, se acercó a Cloudete y golpeó con fuerza a su delicada forma, si ella no creaba en ese momento un escudo de luz que absorbió un poco el golpe, hubiese muerto al instante, pero Cloudete recibió daño de todas maneras. La pelea se seguía extendiendo, la fosa estaba por colapsar a causa del daño que Cloudete causaba al no impactar en el demonio, es obvio que el ruido que hacían era muy fuerte, lo que atrajo al viejo al lugar. Al ver la escena, el viejo temió por la vida de Cloudete, observó las heridas que el monstruo le había causado, por lo que tomó cartas en el asunto, corrió deprisa y Grimore en pocos segundos se vio rodeado de una inmensa pared de fuego, él azotó su cola contra el suelo y apagó rápidamente la llamarada, se giró y dijo:

-       Mi ama me advirtió sobre ti, Zeke Righter, el gran mago de fuego.

-       ¡¿Por qué atacas a esta chica ante mis ojos?!

-       Jajajaja, eres un idiota. – Se giró hacia Cloudete. – Resolveremos esto otro día - Unas grandes alas aparecieron de su espalda y se fue volando.

-       Viejo, ¿Qué era eso? – Lo dijo mientras se acercaba cojeando hacia su maestro, con una incógnita en la cabeza. Era la primera vez que escuchaba el nombre de su maestro, pero lo que más le llamó la atención fue el hecho de que el demonio dijera que su ama apellidaba Righter, y el viejo también.

-       Una de las criaturas más repulsivas de todo este mundo, un demonio, esas bestias malditas creadas por Jerald.

-       Pero, ¿por qué me atacó?

-       Quién sabe… - Lo dijo con una mirada de preocupación en su rostro. – ¿Qué fue lo que te dijo?

-       Me dijo que su ama lo mandaba a destruirme, y el nombre de su ama era… Lamia Righter. – El viejo al oír ese nombre, puso una cara de asombro, sus ojos se abrieron y tragó saliva.

-       Eso es imposible…

-       ¿Por qué maestro?

-       No es nada, déjalo así.

Salieron de la fosa y fueron camino a la cabaña para que el maestro pueda tratar las heridas de Cloudete. Cuando llegaron no cruzaron palabras y todo fue silencio hasta el día siguiente.

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Nuevo capítulo, que pasara ahora ? 

Cloudete HeartafiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora