Cloudete Heartafilia

Cloudete, la maga de luz lunar.

Eran las 2 de la mañana, Cloudete de pronto abrió los ojos, era raro que se levantara a esas horas, así que se sentó y se puso a observar a su alrededor, todo el cuarto estaba oscuro, a excepción de un escritorio, la luz de la luna llena entraba por la ventana e iluminaba esa parte. Sobre el escritorio estaba la maza, ella la observaba y se decía para sí misma, el motivo por el cual no podía brotar luz de este, en ese momento algo peculiar llamó su atención, la pluma de filox estaba brillando a la luz de la luna, Cloudete observó por unos segundos este hecho y en ese momento con la velocidad de un rayo, entró en su cabeza algo que la hizo que se ponga de pie de un brinco, ¡Me faltó iluminar la pluma! Es por eso que la magia explotó, al no haber un balance total la magia no siguió el curso normal y se vio afectado por la ausencia de este en su base, dejé un espacio sin magia lo que causó una atenuación en el flujo normal de esta ¡Lo tengo!

Cloudete cogió la maza, fue corriendo hacia el patio, iluminó ahora las cinco partes de la arma, a diferencia de la primera vez, sentía el poder, la luz ahora también fluía por su cuerpo, servía como punto de apoyo, la magia corría en miles de direcciones, pero concentrar su flujo en una sola , desde la punta de sus pies hasta la punta de la maza y con una seguridad, agarrando la maza con las dos manos, hizo que toda la magia fuese de golpe a la punta, y un inmenso rayo de luz salió disparado hacia el cielo, la ciudad se iluminó, era un espectáculo maravilloso, siguió lanzando rayos de luz, pero de menor intensidad en todas direcciones probando su control sobre este.

Una cosa no le quedaba claro a Cloudete, porque no se cansaba, cuando iluminó la lámpara se agotó al instante, pero esta vez seguía y seguía con los rayos de luz en todas direcciones, seguía preguntándose porque, cuando un grito la interrumpió.

-       ¡Cloudete! Deja eso de una vez que acaso te quieres morir, nadie suelta tanta magia seguida, deja de hacerlo. – Era raro que alguien pudiera hacer eso, ni el viejo con sus años de experiencia podía soltar flujos tan seguidos de magia sin recibir daño.

-       Está bien viejo, lo siento.

-       No, esto es imposible, nadie tiene tanta magia ni siquiera Zereft la tiene (Zereft es el mago más poderoso del planeta, ha logrado contralar de tal modo la oscuridad que puede matar, también puede resucitar a la persona que quiera, es obvio que a quién resucite estará a las órdenes de Zereft).

-       No lo sé viejo pero hoy me he dado cuenta que mi magia continúa no siento que se me esté agotando, es algo raro. – El viejo miró a la inmensa luna.

-       Ya lo tengo, nunca pensé ver algo así, hay un grupo de magos que pueden obtener magia de la naturaleza, por ejemplo Yujinaru podía (Yujinaru era el mejor mago de agua que existía su poder era incomparable, pero fue asesinado por Zereft, su magia de muerte fue mucho más poderosa), el cogía la magia del agua y su poder se hacía infinito, hay muchos magos que lo han logrado, desde magos de fuego, agua hasta magos de oscuridad, pero nunca en mi vida he escuchado y mucho menos visto a un mago de luz que lo pueda hacer, niña tú eres una maga única, tu destino es ser grande, creo que ahora con este pequeño grado de entrenamiento que tienes serías capaz de matarme, tu magia es muy poderosa y sobre todo cuando estás bajo la luna llena, eres una maga de luz lunar, no sé si serás la primera maga en aprovechar la energía de la luna, pero sí eres la primera maga de luz en hacerlo.

Cloudete en ese momento se sentía orgullosa de poseer tal poder, pensaba, cómo una muchacha rica, que nunca se tuvo que preocupar por nada, podía ser tan poderosa y recibir elogios de un veterano en el arte de los elementos, también sabía que con la magia venía una responsabilidad increíble, pero ahora con este poder lunar, tenía que ser mucho más responsable.

 Ahora, en este preciso instante en el que la luna iluminaba a los dos magos, en el que Cloudete pensaba en todo lo que había sucedido, en este momento es el inicio de la historia de la maga de luz lunar, Cloudete, la más grande que ha pisado este planeta.