Flash back
Después de su primer encuentro donde Shion intentaba reconfortar a aquel hombre, comenzaron a hablar al parecer tenían algunos gustos en común, como la lectura y los temas de la ciencia, conforme paso el tiempo se veía más con Kenjirou parecía una buena persona, veía avances en su humor, ya no parecía aquel hombre destrozado de antes, se veía más feliz y mas animado, también observó que tenía el una hija pequeña llamada Ayano al parecer tenía 2 años casi 3, apesar de su corta edad, se le veía muy animada era un amor con su padre, se veían muy unidos, y así era en casa Kenjirou hacia lo mejor que podía para hacer el papel de madre y padre para Ayano, su trabajo aun estaba en pie ayudaba a las madres a que pudieran dar a luz sin problema alguno, aun que por métodos tradicionales hace un par de meses Azami había renunciado a ayudarle por que estaba indispuesta, a ella también le había afectado la muerte de Ayaka, cada vez era más difícil atender a las mujeres el solo y cuidar a su hija sin llegar a desatenderla en ningún momento, luchaba cuanto podía pero si alguien no le ayudaba no iba a aguantar mucho.
Un lunes por la mañana Kenjirou dejo a Ayano con su madre una señora de unos 40 años muy activa para su edad, a Ayano le gustaba estar con su abuela, no es que no quisiera pasar tiempo con su padre, ella lo amaba siempre hacia mucho para tenerla bien atendida pero con su abuela podía hablar de cosas de niñas, con un beso en la mejilla y agitando su mano alegremente se despidió de su papi y entro con su abuela donde ambas cocinarían galletas.
Kenjirou simplemente le dio algunas instrucciones a su madre para su pequeña hija recibiendo un "estaremos bien hijo" de su madre le dio un beso en la mejilla y salió a caminar un rato, el tenía su turno en el consultorío a eso de las 9:30 para llevar un control en una de sus pacientes y apenas eran las 8:05 según su reloj, caminaba calmadamente por las calles aún tenía sueño dando un bostezo ligero vio una cabellera blanca que reconoció al instante, dio media vuelta tratando de huir pero no paso
-Kenjirou-san! -le gritaba la mujer de cabellos blanquecinos que en un instante ya estaba enfrente de el sonriendole, no pudo escapar -Wow que le ah pasado?! -preguntó preocupada la mujer al ver las ojeras en el rostro del hombre el cual simplemente aparto la vista tratando de no verla
-emm... Nada últimamente eh trabajado mas de la cuenta y no eh descansado muy bien -contestaba con simpleza no quería preocupar mas a su amiga de ojos escarlatas, la mujer simplemente lo vio de arriba a abajo aun preocupada
-hay algo en lo que te pueda ayudar? -preguntó tratando de serle de utilidad sabia cual arduo trabajaba por su pequeña hija y su empleo
-no pero gracias -respondió con toda la amabilidad que pudo si necesitaba ayuda pero no quería darle molestia
-anda que puedo ayudarte que tal con Ayano-chan? -preguntó recordando a la pequeña que le dio mucha ternura cuando la conoció una pequeña muy alegre que siempre traía una bufanda roja gritando que ella seria un héroe
-no, no, mi madre me Ayuda con Ayano, lo que pasa es que últimamente eh visto a muchas pacientes y no eh podido descansar del todo ya que algunas ya están a punto de dar a luz por lo cual el teléfono no a parado de sonar por sus dolores -respondió algo cansado es hermoso ver el proceso de gestación de una paciente y el como emocionada ve los primeros ultrasonidos de sh criatura pero siempre le llamaban mucho en las horas de la madrugada por sus dolores y contracciones de las madres primerizas, no es que le molestara pero debía estar atento al teléfono sino quería levantar a Ayano con el ruido
- ya veo y no puedo ayudarte en eso? -preguntó con algo de esperanza por poder serle de ayuda
-no, no creo que puedas de igual forma -debió arrepentirse de lo que dijo ya que la mujer lo miro con una cara de furia
-claro que puedo! Y te lo demostrare! -hablaba con seguridad en ese momento acepto ser la ayudante de Kenjirou, el solo se limitó a sonreír ella era una buena mujer, una buena amiga en verdad, se limitó a asentir con la cabeza y extenderle la mano
-por favor trabajemos arduamente juntos para las mujeres que sueñan con poder salir del parto con su bebé en brazos y una sonrisa -hablaba calmado y feliz, la mujer sonrío igual y tomo su mano asintiendo con la cabeza