Capitulo 2

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- Esta bien, ¿Qué es lo que quieres? - le pregunto el demonio, y una sonrisita picara logro escaparse de los labios del shinigami - Sebaas-chaan~!!!, no creo que haga falta decirte lo que quiero.. Pero está bien!! - Grell tomo a Sebastian por los hombros y lo atrajo hacia sí - Quiero que me hagas tuyo~ - Sebastian no podía ni pensar ¡¿en qué momento había caído tan bajo?! Pero por ahora su única opción era aceptar la petición del shinigami... si lo lograban tendría que cumplir su parte del trato.. Pero si no accedía corría el gran riesgo de perder el alma de Ciel para siempre.. Sin contar que de paso perdería la suya.. "Me parece que es un precio bastante justo" - Acepto - dijo por fin Sebastian al tiempo que rodeaba la cintura del pelirrojo con sus manos mientras se acercaba lentamente a sus labios...

-Seb-sebastian... - Grell estaba como hipnotizado y sentía que su corazón se iba a salir de su pecho.

Si bien era cierto, bajo estas condiciones era prácticamente seguro que el demonio aceptaría, el pelirrojo no esperaba más que una contestación dada de mala gana.. Pero esto??... en que estaría pensado Sebastian???

-"¿Pero qué mierda estoy haciendo?" - se decía el demonio mientras se acercaba al confundido rostro del shinigami - "no debería estar haciendo esto! Si acepte el trato que me propuso Grell-San fue solo porque me convenía.. no es que Grell de verdad me interese ¿O sí? Aunque tampoco es que sea algo malo.. y vino hasta aquí solo para ayudarme, si no hubiese sido por el probablemente estaría escogiendo la vajilla de mañana sin siquiera imaginarme que sufriría una emboscada... pudo no haber venido.. o pudo quizás no decírmelo... pero no fue así, (había que darle puntos por ello) ..quiere decir que le importo de verdad? O es que solo vino para tomar provecho de la situación?... pero hay algo que si debo reconocer; a pesar de lo exasperante y terco que puede llegar a ser... Grell-San... pues... digamos que tiene lo suyo..."

- Sebastian le dio un pequeño rose a los labios entreabiertos de Grell - ...ahh...~ - un suspiro casi inaudible logro escaparse de la boca pelirrojo - ¡¡¡Banggg!!! - (ignoren mi híper-realista efecto por favor XD) - Un disparo separo a aquellos dos con un beso aún sin consumarse - ¡Cuidado! - el azabache tomo del brazo al pelirrojo y lo llevo hasta el techo de la mansión - Muy bien, Grell-San - le dijo el mayordomo con un gesto de complicidad en su rostro - ¡Acabemos pues con estas sanguijuelas! ¡Bard, Finny, Meiryn! - los tres sirvientes acudieron inmediatamente al lugar - ¡Recuerden que juraron cuidar siempre de la mansión y del joven amo! - ¡¡Si Sebastian-San!! -respondieron los tres al unisonó mientras adoptaban sus posiciones de combate.

De entre la repentina bruma que comenzó a formarse a lo lejos, surgieron cuatro esbeltas figuras - Tenga cuidado, tienen armas demoniacas - le advirtió el mayordomo al shinigami - Claro, pero yo no me quedo atrás! - respondió emocionado el pelirrojo mostrando su guadaña al tiempo que la encendía - Espero que formemos un buen equipo - Dijo Sebastian esbozando una pequeña sonrisa - Eso tenlo por seguro Sebas-chan!! - el shinigami salto del tejado y aterrizo frente a la puerta trasera, justo hacia donde los demonios se aproximaban muy rápidamente - ¡Que llegue la muerte DEATH*!!.

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Ese Mayordomo, ¿Se Enamora?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora