Capitulo 4

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Solo que esta vez la trayectoria estaba dirigida hacia su corazón... – Grell-San!! – grito el mayordomo deteniendo el ataque – Esa no es manera de tratar a una "dama"- Sebastian hizo énfasis en la palabra "dama" mientras voleaba a ver al shinigami el cual se limito a regalarle una pequeña sonrisa mientas caía al suelo cubriendo su herida de la cual ya comenzaba a emanar el liquido carmesí. El mayordomo le quito la daga y en un rápido movimiento la clavo en la cabeza del líder, lo que causo que los pocos sobrevivientes emprendieran la retirada. Finny se acerco al azabache con un Bard inconsciente entre sus brazos y este le indico que lo llevara a la habitación de huéspedes y que luego fuera junto con Meiryn a asegurarse de que todos los demonios hubieran desaparecido y que el joven amo estuviera bien.

Finny acepto sin replicar la orden dada por el demonio y se dirigió a la habitación de huéspedes con Meiryn siguiéndolo a corta distancia. El recuerdo de lo que había sucedido momentos antes invadía la cabeza del mayordomo mientras tomaba a Grell en sus brazos y lo llevaba dentro de la mansión.

Ya en su habitación (Si, Sebastian llevo a Grell a su habitación o_0) el azabache comenzó a tratar la herida del shinigami mientras lo observaba, aunque dicho sea de paso, el demonio no estaba muy concentrado en curarlo; más bien estaba inmerso en el recuerdo de Grell salvándolo de una muerte segura... aunque algo todavía más inquietante lo mantenía pensativo: ¿Por qué había salvado al shinigami? Y peor aun ¿Por qué se preocupo tanto cuando vio a aquel demonio atravesar al pelirrojo con su daga demoniaca??

Preguntas como esas pasaban como rayo por la mente del azabache e intentando disolver aquellas dudas se dispuso a acariciar la suave melena del pelirrojo y a despejar su ya frustrada mente – ¿¿No hubiese sido mejor el dejarlo morir?? – se preguntaba Sebastian en un tono casi inaudible – No, definitivamente sentí la necesidad de salvarlo... pero ¿Por qué?... quiero decir... ¿por qué no pude ignorarlo? "Tal vez lo hice porque lo aprecio" – ese pensamiento paso como una chispa en la mente de este – ¿y qué pasaría si fuera más que aprecio lo que siento por él? – Uhng Se...sebas chan??? – Pregunto el shinigami con un hilo de voz – S.. si, t-te sientes mejor? – "Por favor que no me haya escuchado" pensaba el demonio mientras dejaba en paz el cabello del shinigami y un leve sonrojo aparecía en sus mejillas – C-creo que si... Etto... g-gracias por salvarme – la voz del carmín sonaba cansada y sin fuerzas – Estas seguro Grell-San?, te noto algo pálido... pero al parecer no tienes fiebre – dijo Sebastian mientras tocaba suavemente la frente del pelirrojo – Además... quien debe agradecerte soy yo... si no fuera por ti... - No tienes por qué agradecérmelo – susurro el shinigami mientras suavemente cerraba sus ojos y volvía a caer en los brazos de Morfeo – Aun así... Gracias – el pelinegro se acerco a la frente del pelirrojo y le dio un tierno beso – Descansa... - y con esto último se acomodo junto a este y lo rodeo suavemente con sus brazos - ¿Qué estoy haciendo?.... – pensó Sebastian mientras lo abrazaba atrayéndolo un poco más a su cuerpo...

A la mañana siguiente Sebastian despertó, Grell seguía profundamente dormido y el mayordomo tenía que retirarse a preparar el desayuno de su amo y supervisar a los otros sirvientes, así que se levanto y con algo de pesar salió de la habitación no sin antes asegurarse de que Grell no presentara fiebre o una respiración dificultosa, luego de comprobar que todo estuviese en orden salió al pasillo y se concentro lo mas que pudo en sus deberes. Decidió no contarle nada de lo sucedido al Conde, ya que si se lo dijera tendría que también decirle lo del trato y aunque lograra persuadirlo, Ciel se las arreglaría para enterarse de la verdad (Lo que sería una verdadera deshonra para el demonio).

Mientras tanto en el cuarto de Sebastian el pelirrojo al fin despertó; algo mareado, confundido y con punzante dolor en el abdomen – Auch! – susurro al tratar de levantarse, no podía hacer mucho esfuerzo y aun estaba bastante adormilado, así que decidió quedarse un rato más en la cama – Esto me pasa por ser tan benévolo – dijo Grell esbozando una pequeña sonrisa al recordar la razón de su adolorido estado –"Más le vale a ese demonio no arrepentirse de su promesa, y por cierto, ¿Dónde estará mi Sebas-Chan? – El shinigami volteo asía los lados en busca del mayordomo – Puff... probablemente este demasiado ocupado... - justo en ese momento la puerta de la habitación se abrió - ¿Ya está despierto? Grell-San... - ¡Sebas-Chan! ¡Creí que te avías olvidado de mí! – dijo emocionado el pelirrojo en un tono ciertamente infantil - ¿Cómo podría olvidarme de usted? – contesto Sebastian mientras lo ayudaba a sentarse en la cama y le dejaba en las piernas una bandeja con variados alimentos. Ante esta acción se diviso un leve rubor en las mejillas del ojiverde - ...Etto... g-gracias por el desayuno... - No es nada, de hecho es lo manos que puedo hacer para agradecerle el haberme salvado... - Si, pero al final quien resulto ser la damisela en apuros fui yo – Dijo el shinigami mientras le daba un sorbo a su deliciosa taza de té – Veo que ya está mejor – dijo el demonio al escuchar la pequeña broma del carmín – "Esto esta raro, ¿Desde cuándo Sebas-Chan es tan atento conmigo?.

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 HOLA! Me extrañaron? (Yo se que no ) Solo Queria Confirmar: SIP habrá LEMONCITO ZUKULEMTOO en el próximo cap... solo si a alguien le importa *estoy tan sola* y pues eso!

Nota final: Si alguien llega a leer esto (lo cual dudo) Quiero que le digan a la profesora que yo fui quien invento el Ebola...

Ok no... Bueno Hasta la próxima! VOTA Y COMENTA <3

Ese Mayordomo, ¿Se Enamora?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora