Capítulo 24;

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Oh no, ahora me acuerdo. Cuando me secuestraron, ese mismo día, había quedado con Samuel para tomar un helado.
Mattias se había ido por que su padre lo llamó y aproveché a buscar un teléfono para contactar con Sam. Mattias había olvidado el suyo en su escritorio.
Al cogerlo marqué el numero de Sam, contestó al momento:
-Sam- ¿Diga? -dijo con la voz ronca.
- Sam soy yo. -dije en un susurro.
-Sam- O Dios, _____, ¿dónde estas, te han hecho algo? -dijo preocupada.
- No mucho, al parecer mi padre me vendió al padre de Mattias y estoy en la que creo es su casa -dije dudosa.
-Sam- Pero...¿estás bien? -dijo llorando.
- Sí, Mattias se porta muy bien conmigo y no deja que su padre me toque. Una cosa, ¿cómo está mi familia? -dije apenada.
-Sam- Están destrozados, te buscan día y noche, Samuel los acompaña siempre. -dijo sollozando.
- Tengo que dejarte, en cuanto pueda prometo llamarte y por favor, dile a mis padres donde me encuentro, pero ten cuidado que los mafiosos pueden pillarte. -dije intentando sonar calmada.
-Sam- Vale, pero prométeme que llegarás a casa sana y salva. -dijo llorando de nuevo.
- Te lo prometo. -dije llorando igual.
Corté la llamada. No me sabía el teléfono de Samuel ni de mis padres. Me reprimí mentalmente e hice una nota mental de que me los tenía que aprender.
Mattias entró en la habitación, menos mal que había dejado el teléfono en su sitio.
Eran las 10 de la noche y por lo tanto nos íbamos a dormir. Mattias se quitó la ropa quedándose en boxers y yo me quité los pantalones, quedando en ropa interior y camiseta. Después de la primera vez, ya no se me hacía raro dormir con poca ropa a su lado.
- Mat...¿cuándo saldré de aquí? -dije apenada.
-Mattias- Dentro de poco lo conseguiré. -dijo sonriendo.
Me puse dándole la espalda y él me pegó a su cuerpo mientras me rodeaba por la cintura. Pero esta vez empezó a besar mi cuello y acariciar mi barriga por debajo de la camiseta. Mis sentidos se pusieron alerta y por más que intentaba alejarme no podía, me tenía bien sujeta. Mi piel se erizaba a su paso y cada vez su mano subía más y más a través de mi camiseta. Esto no va a acabar bien...
Había confiado demasiado en una persona la cual no conozco demasiado, me debe servir de lección para la próxima vez. Solo sé que necesito calmarme y tratar razonar con él.

Corregido lo mejor posible. :)

Adoptada por youtubers. (2° Temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora