XIII.

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Escucharte jadear mi nombre de esa manera. Oírte gemir mi nombre, me ponía; y es que la verdad, me exita todo de ti.

Tu mirada descarada, tus labios hinchados y rojizos, tu cabello revoloteado. Tu perfecto cuerpo desnudo que se amoldaba al mío, y la manera en como te aferrabas a mí; tu tersa y albina piel, tus jadeos, como blasfemabas por lo bajo de rato en rato, tus suaves y sensuales susurros al oído.

Mis manos se pasearon por todo tu cuerpo una vez más, acariciándote, tocándote, balanceándonos, para no romper el contacto que nos unía...

Mientras que tú te aferrabas a mi ancha espalda desnuda, rasguñándola con tus uñas, enterrándolas en ella.

Me tomas por la nuca acercándome lo suficiente a tus labios los unes en un beso intenso.

Entre una mezcla de besos y gemidos.
De sudor y deseo.

«No...No Te Detengas...»

Me susurras al oído, tu voz me hace vibrar.
Nada a cambiado, sigues produciendo lo mismo en mí después de tanto.

Entre besos jadeantes y respiraciones agitadas.

Marcas aquí y allá.

«Eres mío...Solo mío ».

Jadeé a tu oído y gemiste a mi voz, te acaricie y te estrujé a mí, apretando tus caderas y besando tu cuello.

Y esto fue el detonante para continuar con nuestro fogoso "reencuentro".



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Amor Agridulce [GTOP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora