Capítulo 5.

333 18 0
                                    


Me dispongo a caminar entre los pasillos de Bethlem uno que otro gritando cosas incoherentes por todo el pasillo, me da un poco de gracia toda la gente que se encuentra aquí todos esperan encontrar ayuda pero solo se han hundido más en su propia locura.

Soy el menos indicado para decir estas cosas yo esperaba poder cambiar pero sigo igual mis sueños me persiguen y me hacen sufrir como un niño que acaba de perder su juguete favorito.

Escucho a lo lejos que alguien grita mi nombre, me volteo para encontrarme a quien menos esperaba en estos momentos de lucidez, más ni menos que mi psiquiatra esos lindos ojos color avellana me miran a lo lejos, su pequeño cuerpo cada vez esta cerca de mi, solo me quedo estático en mi lugar para poder saber que quiere de mi.

—Hola.-me dice la mujer de ojos color avellana mostrando una hermosa curva en sus labios,no puedo dejar de verla no se que me pasa sus lindos ojos me han llevado aun lugar perfecto lleno de paz y puedo decir que eso me gusta.—Harry?.-Me dice sacándome por completo de mis pensamientos.

—¿Qué necesita?.-Le digo al instante mientras mis dedos juegan en mi cabello.

—Solo quiero decirte...que no se te vaya a olvidar tu sesión de hoy, yo..solo quería decirte eso.-Ella suena nerviosa como si yo le fuera a contestar mal o como si la fuera a ignorar, ella me mira con algo de nerviosismo y ahora ella solo espera alguna respuesta de mi parte.

—No lo había olvidado, menos saber que tengo una sesión con una psiquiatra tan linda como usted.-Había sido muy directo, puedo ver que sus mejillas tomaron un color rojizo muy ligero.

—Vaya, bueno creo que lo mejor es que me vaya a mi oficina, tengo unos pacientes que atender...adiós yo solo quería decirte eso.-Se dio la vuelta sin permitirme que le digiera algo más miraba que se iba alejando a un paso muy rápido y de pronto ya no estaba en mi vista.

Solo faltaban diez minutos para ir comer, se podía ver que muchos ya empezaban a salir de sus habitaciones que parecían más celdas que lo anterior dicho, los gritos se escuchaban por todo el pasillo más el grito de una mujer y claro que sabía de quien era, en estos casi tres años me he aprendido todos los gritos de cada interno de aquí especialmente de los más conocidos, me dispuse a caminar a lo largo del pasillo para encontrarme con Michelle la dueña de los gritos más escandalosos del lugar, la pobre esta teniendo un ataque y nadie ha venido por ella, todos se quedan viendo y solo murmuran cosas pero no hacen nada, no lo pienso dos veces me acerco a ella para poder ayudarla en algo, ella solo se dispone a llorar cuando me inclino cerca de donde se encuentra Michelle.

—Hey,tranquila ya van a venir a ayudarte, no grites por favor vas a alterar a más personas.-Le digo para que se pueda tranquilizar pero no sirve de nada, sigue llorando y murmurando, creo que lo mejor es que me aleje no lograre nada, me levanto del lugar donde estaba pero algo me lo impide su pequeña mano me sostiene para volverme sentar cerca de ella.

—Yo...solo no quiero que me vuelva a tocar, dile que ya no me toque por favor...-Me dice sollozando y apretando mi mano muy fuerte.—No te preocupes el no volverá hacerte daño.-Le digo pero lo que he dicho no tiene nada de verdad, cada vez que ella vuelva a tener ataque va volver a sentir el daño ocasionado por su violación, me da rabia pensar que fue violada con solo la edad de 9 años, lo único que se de su caso fue que el hombre que la violo era un hombre que se encontraba ebrio cerca de su casa y ella estaba jugando con sus muñecas en el patio y el hombre la vio y le dijo que en el bosque había muchos juguetes para ella, el hombre se la llevo al bosque y bueno ahí la violo, pero en verdad no se si todo esto fue realidad.

Siento una mano en mi hombro izquierdo, me volteo para encontrarme con la Sra.Brooks viéndome con unos ojos llenos de amargura y desprecio, se hace la generosa conmigo pero se que me odia, vieja hipócrita.

—Joven Styles, que le ha hecho a la Srita.Johson para que este de esta manera.-Me le quedo viendo con un poco de confusión, yo no le hecho nada, ya se a que va esto piensa que yo soy el culpable del ataque de Michelle.—Yo no hice nada Sra.Brooks, yo solo me acerque para brindarle un poco de ayuda mientras alguien llegaba por ella.-La mujer que mide más de 1.80 solo hizo nada más que asentir a mi respuesta.

—Lo mejor será que no vaya a comer, por favor se puede dirigir a su habitación, mientras alguien va por usted para llevarlo a su sesión del día.-Me dijo apuntando con su brazo al pasillo que va directo al área de habitaciones.—No se preocupe la Srita.Johson estará bien por favor vaya a su habitación ahora.-Su tono de voz era más autoritario, no tenía ganas de contestarle sabía que podría causar problemas así que lo mejor me fui directo a mi habitación.


Estoy recostado en mi cama sin nada que hacer,mis pensamientos están perdidos mientras miro el techo húmedo de mi habitación y juego con mis dedos mientras espero que vengan por mi para llevarme con mi psiquiatra, escucho un ruido adentro de la habitación me levanto alterado para solo darme cuenta que era Jeff.

—Por qué tan alterado amigo, se puede saber por que no fuiste a la hora de comida.-Me dice Jeff mientras se asienta en el borde de mi cama.—Primero quita tu trasero de mi cama.-El solo lanza una carcajada y yo solo le dedicó una cara de amargura.

—Alguien no esta de humor.-Dice Jeff golpeando mi hombro con su puño.—Jeff enserio no estoy de humor.-Le digo a mi mientras le quito su mano de mi hombro.

Jeff se queda serio, sin decirme nada más, no puedo comportarse así el solo quería saber por que no fui a comer y yo le conteste de una manera agresiva sin que el me haya dicho nada para ponerme de esa manera.

—Lo siento Jeff, yo solo no estoy de humor y no fui a comer por que la Sra.Brooks me lo impidió.-Le dije con una mueca en mi rostro.—No fuiste por que estabas cuando le dio el ataque a Michelle, y la Sra.Brooks pensó que tu fuiste quien ocasiono su ataque.-asentí a lo que había dicho mi compañero en este lugar.

Unos hombres entraron a mi habitación para decirme que ya estuviera listo para ir con mi psiquiatra, a Jeff lo tuvieron que sacar de aquí ya que no era hora para que el estuviera en mi habitación, son las seis con cincuenta y cinco minutos, en cinco minutos tengo que estar en la oficina de la mujer con ojos color almendra, es la primera vez que siento esa necesidad de ver la solo la conozco desde hace dos días y ya causo eso en mi, no se si le tengo que contar sobre mi pesadilla de anoche no quiero volver a recordar esa voz en mi cabeza perturbando mis pensamientos, la causante de mi locura.  

Sanity and Madness »h.s| CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora