Capítulo 6.

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7:00
La Sra. Brooks me observa con su sonrisa cordial previamente practicada de siempre. ¿Qué hace aquí? ¿No tiene otras cosas más importantes que vigilarme?
-Siete en punto señor Styles. Aquí en Bethlem nuestro lema es la puntualidad.- Ruedo los ojos y le sostengo la mirada, no lograra intimidarme tan fácilmente. Carl el enfermero en turno me vigila.
-Sin ofender señora pero ¿no tiene otra cosa que hacer que vigilarme?- Mi pregunta la irrita un poco, mueve las aletas de la nariz un par de veces y me dedica una mirada fría.
-Como sabes tu eres uno de nuestros pacientes más...singulares...y me interesa mucho estar al tanto de tu tratamiento.- Lo hace a propósito el termino singular se escapa de su boca venenosa lentamente como si no se le ocurriera otra palabra para describirme
Sonrío con malicia y avanzo hasta el consultorio de Gabrielle. Al abrir la puerta el tenue aroma a lavanda me relaja, huele diferente que el resto del hospital mas acogedor sin duda alguna. Le dedico una media sonrisa a Carl.
-Puedo cuidarme solo...¿Qué podría hacer en un consultorio vacío? - Entrecierra los ojos, aparentemente convencido de la obviedad de la situación y se retira dejándome solo aunque se que permanece detrás de la puerta.
Me doy prisa, no tengo mucho tiempo. Corro al escritorio de madera y urgo en los cajones. Nada, cientos de carpetas con notas y diagnósticos pero ningún expediente. Me aseguro de ser muy cuidadoso, observo detenidamente todo para recordar como acomodarlo después. En serio esta chica es una obsesa del orden. Todo está meticulosamente ordenado por fechas y en carpetas de diferentes colores. Hay un sinfín de post-its pegados en el interior del enorme cajón, pero aun así no se ve desordenado. Están distribuidos cuidadosamente para poder leer todos y cada uno. Creo que hay que destacar que todos son rosas. Garabateados con la típica letra de doctor ilegible. Arranco uno que parece ser de los más antiguos.
-7:00-8:00. Ser cuidadosa, es insolente.
Rio un poco al darme cuenta de que la escribió por mí. La guardo en el bolsillo de mi pijama azul.
Hay un tercer cajón, lo jalo con fuerza y casi muevo el escritorio de un solo tirón. Me muerdo el labio para no gritar de dolor, soy un idiota el maldito cajón está cerrado con llave y yo casi me disloco el brazo al intentar abrirlo. Me agacho para llegar hasta el y la cerradura no esta expuesta. Extraño, palpo el lado frontal con la mano en la oscuridad y la encuentro. Diseñado especialmente para que nadie que no sea el dueño pueda siquiera intentar abrirlo. Bufo, diez valiosos minutos tirados a la basura. Es inteligente, pero no lo suficiente. Necesitare robar su llave, tal vez otro día.
Una voz calida me hace saltar. Es ella. La cerradura se mueve lentamente y yo corro al librero como si estuviera leyendo desde hace rato. Se detiene al entrar y coloca su maletín en el escritorio.
-Buenos días, señor Styles le debo una disculpa se me hizo tarde pero no se preocupe repondremos esos diez minutos mañana. - Me observa detenidamente con sus grandes ojos fijos. Sonrío con nerviosismo. Parece haberse dado cuenta de algo. Mira a su alrededor con cautela y sus ojos almendrados se detienen en el escritorio, frunce el ceño con ligereza y parece por un segundo que encontró algo fuera de lugar.
-La hora de la cena es después de su sesión ¿podemos empezar?- Asiente y toma una libreta del cajón con llave. La guarda en su bolso, claro.
-Toma asiento...-sonríe y bueno es una mujer guapa pero no es mi tipo. Aunque no puedo ponerme exigente después de estar aquí ya casi tres años. Me siento en el típico sillón largo de consultorio y cruzo mis manos sobre el regazo.
-¿Algun libro que te interese?- Pregunta de repente y volteo a verla.
-¿Qué?- Debo admitir que es bastante mas lista que mis otros siquiatras parece querer acercarse a mi por otros medios.
-Cuando llegue estabas viendo mi librero, puedo hacer que te presten uno si quieres algo que leer por las tardes. Se que puede ser muy aburrido estar aquí y...- La interrumpo abruptamente en serio no tiene ni idea.
-Esta bien pero no me interesa por ahora, aunque gracias. - Asiente lentamente y sus ojos brillan por un momento con la luz que se cuela de entre las cortinas.
-Me han dicho que pasas mucho tiempo en el taller de música, ¿algún instrumento que toques en particular?
Sonrío y desvío la mirada. No se si debería contarle pero seguramente ya lo sabe asi que lo hago.
-Canto, toco la guitarra un poco pero sin dudas cantar es más lo mío. - La sombra de una pequeña sonrisa y mueve su flequillo con la mano. Puedo ver que anota lago en su libreta.
-Me contaron del episodio de anoche. ¿Quieres decirme que pasó?- Preguntó con suavidad y por un momento creo que son habilidades de psiquiatra casi puedo sentir que lo hace con interes...como si de verdad estuviera interesada en mi caso...como cuando hablas con un amigo. Pero su trabajo es fingir que le intereso y lo hace muy bien.
-Solo tuve pesadillas...todo el mundo las tiene.- No quiero hablar de eso. Ella ladea su cabeza como un pájaro, lentamente abriendo un poco mas los ojos y el nudo se aprieta mas hasta el punto de obligarme a voltear a otro lado. Lo siento aquí, presente cerca de ella. Volteo a verla y lo veo sentado atrás, sonriéndome. Mierda, mierda, mierda. Respiro, no se molesta en hablarme solo se burla de mí.
-No creo que tú creas que son solo pesadillas. Sabes...los enfermeros dicen que cuando despertaste...susurrabas cosas a la pared.- Frunzo el ceño, no recuerdo haber hecho eso pero no estoy seguro de no haberlo hecho. Es una situación que siempre me pasa, nunca estoy seguro de nada. Vivo en un constante intermedio.
-No puedo recordar eso...-susurro en un tono de voz casi inaudible y ella garabatea algo rápido.
-¿Qué fue lo que viste Harry?- No respondo, me tomo mi tiempo.
-Nada, probablemente fue el efecto del sedante.- Termino con mi repuesta indispuesto a decir algo más.
-¿Por qué me mientes?- Hace ese gesto una vez más y yo agacho la mirada.
-¿Cómo sabe que le s estoy mintiendo?- Pregunto yo y me muerdo el labio. Sus manos reposan con tranquilidad en sus rodillas.
-Te sorprendería lo que tu lenguaje corporal tiene que decir. Te cruzaste de piernas, para dar un aspecto de seguridad relajada, inconscientemente tus parpadeos se hicieron más lentos y ahora me sonríes como si no tuviera la razón. - ¿Donde rayos estudió esta chica en el FBI?
-Ahora se ve por que la contrataron en Bethlem...se ha metido en un infierno.- Me burlo un poco y ella solo eleva una de sus delgadas cejas.
-Solo quiero ayudarte, Harry. Eres bastante difícil...e insolente...- Me han dicho cosas peores.
-¿Escribirá eso en uno de sus post-it rosas?- Le pregunto con sorna y ella sonríe.
-Tambien bastante curioso...has husmeado en mis cajones ¿no es así?-
-¿Usted no se avergüenza de vender sus sesiones a precios exagerados? ¿Fingir que le interesan los problemas de los demás?- Parece que le da gracia mi comentario.
-No eres el mas indicado para hablar de moral, Harry.- Sonrío.
-Yo soy el mentalmente desequilibrado aquí.- Me siento en el sillón y la observo detenidamente.
-¿Sabes qué? Creo que viste algo anoche, sufriste terrores nocturnos y luego alucinaciones.- Escuchar sus estúpidos términos médicos me hace sentir extraño, el intermedio...no se a quien creerle y siento que todo se revuelve en mi cabeza.- ¿Por qué te empeñas en ocultarlo?
-No necesito su ayuda, ya le dije que solo tuve una pequeña pesadilla.
-¿Qué tal si empezamos por los formalismos? ¿Por qué no me hablas de tu?- Lo vuelve a hacer...intentar acercarse.
-Lo que me atormenta...va más allá de mi control.- Empiezo antes de que el reloj en la pared marqué las ocho.-Se ha acabado el tiempo...de nuestra sesión.
Mira su reloj de muñeca y se muerde el labio.
-¿Por qué piensas que no lo puedes controlar?- Recuerdo que teníamos que reponer los diez minutos y maldigo mentalmente.
-Las voces...nunca paran.- Echo un vistazo a la habitación y el ya no está.
-¿Por qué no les demuestras que tu eres el que manda? - Deja su libreta a un lado y solo anota cosas ocasionalmente.
-No funciona...ya lo he intentado y no se callan me obligan a...- Callo parece que cada vez esta mas interesada y los diez minutos casi se acaban.
-¿Hacer cosas que realmente no quieres hacer?- Asiento y el nudo se deshace un poco. -Hemos terminado por ahora, Harry. Pero tengo un pequeño reto para ti...quiero que intentes ignorarlas y si sientes que no puedes quiero que enfoques tu energía en algo que te guste...como cantar quizá.
Sonrío y casi quisiera quedarme un rato mas...casi.
-¿Y si siguen sin callarse?-
-Canta mas alto hasta que solo escuches tu voz.

Hola! Espero y el capítulo sea de su agrado:)
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