Sanity and Madness »h.s| CANCELADA

Capítulo 8.

-Estaré allá en media hora papá.- Me muerdo el interior de la mejilla y respiro hondo. Adoro a mi padre pero a veces me saca de quicio, como ahora. Podría quedarme en mi preciosa cama y no salir, hace frio y la única manera de acompañar el frio es con café y un buen libro, pero por más que quisiera no puedo.
Nunca me gustaron las fiestas de mi padre, repletas de gente aburrida y gris. Me tiro de espaldas al colchón y lucho conmigo misma para no quedarme dormida. Me siento feliz, he logrado avances considerables con ese paciente...Harry. Logró deshacerse de tres psiquiatras en menos de tres meses. El hecho de que tan siquiera me hablara de sus constantes alucinaciones significa un progreso a pasos agigantados. Son las ocho de la noche y mi terrible dolor de cabeza me hace querer arrancármela.
Me tumbo boca abajo en mi cama, tal vez duerma una pequeña siesta. Hundo mi cara en el almohadón, casi puedo escuchar el coro de los angeles en este momento. No he dormido bien en toda esta semana. Mi teléfono vibra estruendosamente, me contengo para no lanzarlo lejos. Mi padre no se cansa. Lo oculto debajo de la almohada para no oírlo sonar. Por lo visto es algo importante.
Lanzo la almohada por los aires y atiendo de mala gana.
-Ya casi estoy lista papá, no tardo...- Una voz ronca y un ligero suspiro. Silencio y la piel se me eriza. - No soy tu papi...pero puedo serlo si quieres...
Habla con lentitud y casi puedo ver como se relame los labios...gesto bastante usual en él. Frunzo el ceño...como rayos consiguió mi número.
-¿Qué pasa? ¿Estás bien?- Preguntar aquello fue lo primero que se me vino a la mente. Me siento en posición de indio sobre el colchón y por unos segundos solo puedo escuchar su respiración. Sonrío.

-Si...solo llamaba para darte las gracias...- Me dejo caer en la cama.

-No tienes nada que agradecer...me alegra tanto escuchar eso...- La curiosidad me gana y pregunto con cautela.
-¿Cómo conseguiste mi número?- Puedo sentir como sonríe y su tono de voz lento, cálido me hace querer escucharlo durante un rato más.
-Conozco gente...no he llamado a nadie en mucho tiempo.- Se que es verdad la otra línea guarda silencio.

-La otra vez me dijiste que querías saber sobre tu padre...me tomé la libertad de revisar tus registros y ver si alguien había preguntado por ti...-Solo al decir aquello ultimo me doy cuenta de que no es una buena idea, el parece notarlo y suelta un bufido que me indica que continúe.--El nunca ha llamado.
No se oye decepcionado.
-Era obvio...me odia más que a nada en el mundo.- Un malestar en la boca del estómago, me encojo de hombros. -De seguro ya has leído mi historial...¿Qué piensas de eso?

-¿Sobre qué? -Pregunto como si no lo supiera.

-¿Crees que soy malo?- Niego con la cabeza como si pudiera verme.

-No lo eres, estabas enfermo...en medio de una crisis psicótica no estabas consiente de tus actos. Sin tan solo me dejaras ayudarte, enseñame las cosas que ves y...-No termino cuando me interrumpe abruptamente.

-Linda, créeme cuando te digo que no quisieras ver las cosas que yo veo.- La ventana abriéndose abruptamente me hace saltar. El viento me revuelve el cabello y no me molesto en cerrarla.

-Si quiero...al menos debes decirme que te ocurre en sueños.- Se aclara la garganta y hace el amago de hablar.

-Se siente como perderse...pero una parte de ti sigue ahí, la parte buena. Entonces dejas de escuchar lo que pasa alrededor y solo te concentras en las voces que te dicen lo que tienes que hacer y luego cuando todo pasa acabas de hacer algo que realmente no querías...lastimas a la gente que amas. - La extraña sensación de profundizar más allá de hacer mi trabajo, él no me llamó por obligación. Lo hizo para hablar conmigo.
-Puedes llamarme cada vez que quieras...estaré aquí para ti. No dejaré que te pierdas de nuevo. - Quisiera pensar que está sonriendo y yo también lo hago.

-¿Me lo prometes?- Cierro los ojos y sonrío al recordar a Jessica y a mi siendo tan unidas en el pasado, cuando éramos unas niñas y la familia no estaba destruida.