Capitulo 1: Bajo las luces.

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Castiel:

Jamás pensé en la pequeña posibilidad de que pasara algo como esto, no después de que mi corazón fuera arrojado al vacio con la traición de aquella mujer, que de un momento para otro acabo con mi razón de ser, destruyo mi vida y la convirtió en basura. Pero allí estaba detrás de un hermoso vestido que entallaba su figura de sirena, sus labios eran fuego que podrían quemar a quien intentara poseerlos, su larga melena negra desaparecía en la tremenda oscuridad, su pálida piel resaltaba a la vista pero sus ojos era lo que había logrado hipnotizarme debajo de aquellos finos parpados y sus largas y delicadas pestañas se encontraban aquellos deslumbrantes orbes grises.

La música saturaba los oídos de lo fuerte que estaba, no dejaba lugar al pensamiento, aquel lugar estaba repleto de mujeres que bailaban al son de las luces, era la primera vez que había venido aquí, ya que era uno de los lugares más exclusivos de la ciudad, el lugar poseía palco privados y plataformas deslumbrantemente iluminadas donde todos bailaban. Decidí saltarme las plataformas e ir directamente a pedir un trago, quería embriagarme con más que la música y olvidar la terrible fecha con alcohol, despertar con solo dolor de cabeza y no con un dolor en el corazón.

Mis amigos no tardaron en llegar Aron estaba extasiado con el lugar, en cambio Lysandro no estaba muy cómodo que digamos se lo veía inquieto y nervioso, le ofrecí una bebida para que se relajara y la acepto gustoso. Después de pasar un rato conversando y bebiendo salió el tema que estaba evitando desde hacía ya tiempo pero que al parecer regresaba para torturarme.

-Oye Castiel ¿Qué paso amigo donde está tu chica? no la he visto en todas las vacaciones-una puntada de dolor afloro en mi corazón no lo quería recordar.

-Se acabo Aron...te agradecería que no volvieras a preguntar-había olvidado que no le había comentado nada de lo sucedido.

-Entiendo no te preocupes yo solo lo decía ya que hoy se cumple exactamente un año desde que se pusieron formalmente de novios-lo sé maldición no tienes porque recordármelo, lo sé con claridad, no quería gritarle en la cara por lo que simplemente me pare de la silla y me aleje de la mesa en la que estamos.

Camine sin rumbo alguno por todo el lugar mientras la música ahogaba mis penas, no quería traer su recuerdo a mi mente pero el muy maldito había logrado recordármela.

Sin darme cuenta había llegado a uno de los palcos de las zonas vip, el lugar era distinto, las luces del lugar eran tenues y no molestaban a la vista, el piso era suave las mesas estaban más separadas que las demás y además de eso estaban recubiertas de un tul que caía del techo, no había mucha gente la mayoría de ella se encontraba en la pista. Me detuve al chocarme con una figura que no percibió mi presencia, tenia la mirada perdida en alguna parte, su figura se podía ver atreves del tul, no supe explicar el porqué pero mi corazón comenzó a saltar, latía tan fuerte que pensé que saldría de mi pecho aquella muchacha detrás de la cortina me llamaba sin hablar, no la conocía pero sabia con solo mirarla que había algo en ella que no podía describir con las palabras. Quería acercarme pero mis piernas estaban paralizadas, alcance a dar el primer paso cuando alguien paso junto a mí y entro donde estaba ella. No quería interrumpir nada por lo que simplemente opte por salir de allí, al encontrarme con los muchachos me di cuenta que ya estaban bastante ebrios.

-Castiel ¿vienes con nosotros?-dijo Lysandro sujetando a Aron que se tambaleaba de un lado a otro.

Cuando dijo eso observe que la figura detrás de la cortina había desaparecido ahora estaba en uno de las pistas de baile era mi oportunidad de acercarme tenía que intentarlo.

-Yo me quedare un poco mas pero ustedes pueden irse si quieren, no se preocupen por mi-Aron se zafo de los brazos de Lysandro y se lanzo así mi.

-¿Sabes que te quiero mucho no es así amigo?-su aliente es era mortal-y...por eso quiero que seas feliz...-no logro decir nada mas ya que se desplomo.

-Ya llévatelo de aquí-Lysandro asintió lo ayudo a levantarse y se fue.

Aquella chica no se escaparía de mí, tome un trago de lo que quedo en el vaso de Aron y me dirigí a la pista donde ella bailaba con sus ojos cerrados como perdida en otro lugar, debo admitir que sus movimientos eran geniales y muy sexys además.

Al acercarme me quede paralizado, quería tocar su suave piel pero mis manos temblaban, mi respiración era agitada y podía escuchar el latir de mi corazón zumbando en mis oídos.

Comencé a bailar junto a ella y a veces rosaba una de sus manos o un brazo, pero cuando me quise dar cuenta ella estaba enfrente de mi bailando solo para mi, su cuerpo comenzó a acercarse lentamente hasta que casi pego nuestros torsos, inconscientemente puse mis manos en su cintura y deshice por completo la distancia que restaba, ella aun continuaba bailando en mis brazos, sus ojos me observaban con una intensidad que no podría describir amaba ver sus preciosos ojos grises, las facciones de su rostro, todo en ella era precioso. No podía aguantar más tenerla tan cerca y no pasar a mas por lo que me arriesgue y probé sus ardientes labios carmesí que me quemaron con sus suaves roses, a cada segundo mi mente no quería que acabara y me pedía mas y mas, nuestro besos se intensifico a tal punto que ella me permitió meter mi lengua y jugar con la suya. Por un momento sentí que la música se detuvo, todo se quedo quieto desapareciendo en el aire, sentía que solo estábamos nosotros bajos las luces de aquel lugar que nos abrazaba.

De repente todo oscureció y la música había acabado, las luces habían sido apagadas todas al mismo tiempo, pero tras algunas suaves melodías las pantallas gigante comenzaron a destellar lentamente, no me di cuenta cuando fue que el beso termino o cuando ella se escurrió de mis brazos desapareciendo de el lugar, comencé a mirar en todas direcciones pero la oscuridad no me dejaba ver mucho. Comencé a corre en dirección a la entrada de el lugar con la esperanza de verla allí, para mi fortuna allí se encontraba ella en su hermoso vestido, mirándome desde afuera, estaba acompañada de dos sujetos altos y corpulentos vestidos de negro, uno de ellos había abierto la puerta del auto que la esperaba y el otro la seguía de atrás. Me quede perplejo no fui capaz de acercarme donde estaba, me miro sin ninguna expresión en su rostro y ingreso lentamente al auto seguido de estos dos.

Me sentía un completo imbécil al no detenerla y preguntar su nombre, me daban ganas de patearme a mí mismo, pero por otro lado me sentía feliz en exceso por haber podido disfrutar de sobremanera de aquel maravilloso y deslumbrante ultimo día de vacaciones.

Amo tus tristes ojos color tormenta. (Castiel y Abril)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora