Capitulo 12: ¡Maldita realidad, solo quiero volver a dormir!

31 6 0
                                    

Abril:

Desperté con el cabello mojado, con un poco de dolor en las rodillas y en la cabeza, aun no sabía la razón del porque estaba en mi cama con mi piyama puesta. Cuando intente levantarme algo aplastaba mis pies, al mirar pude observar que Conor y Emma estaba acurrucados en ellos. Me alegraba que él estuviera sano y salvo sin siquiera un pelo mojado.

Me senté recostando la espalda en la fría madera de la cama, la cabeza se me partía en dos solo con tratar de pensar, cuando lleve mi mano a la cabeza pude encontrarme con unas vendas y algunas gazas.

-¡No te toques las vendas!-aquel grito más que asustarme me había provocado un dolor insoportable que acompañado de mi jaqueca era la combinación perfecta para la destrucción de mi cerebro-lo siento, no te toques la cabeza-susurro.

No entendía nada de lo que estaba pasando verdaderamente necesitaba un flashback o me volvería loca.

-Estas demente o solo eres tonta-no necesite ni mirarlo para saber que era Aron, quien estaba parado junto a Elisa-como se te ocurre salir corriendo así de la casa, con semejante tormenta y solo por un gato-"tu porque no sabes apreciar nada" tenía ganas de gritarle pero me abstuve de hacerlo-tienes mucha suerte de que no eres la única demente que conozco-es cierto Castiel, el vino por mí.

-Gracias por el cumplido-el pelirrojo apareció detrás de Aron secándose el cabello, no pude evitar sentirme sonrojada por lo que acaba de recordar-¿estás bien Abril? Estás colorada-se acerco y coloco una de sus manos sobre mi frente, eso me puso un poco más nerviosa y adolorida formando una mueca de dolor en mi rostro.

-¡Suéltala imbécil!-Aron tomo fuertemente del brazo de Castiel asiendo que este retrocediera asía atrás, todos hasta yo quedamos pasmados con el repentino acto de él-no te das cuenta que...que le duele-soltó el brazo de Castiel y de apoco bajo la mirada.

Elisabeth apareció después de un rato con un poco de la comida que había preparado, pero realmente no me sentía con fuerzas, ni siquiera para masticar. Todos estaban en aquella habitación con un ambiente que mas que tenso se podría decir que se podía cortar con un cuchillo.

-Debes darle las gracias a Castiel-porque le daría las gracias-el te encontró tirada en medio de la calle, al parecer alguien te atropello y te dejo hay-"atropellada" seria acaso que aquel auto si me había golpeado en realidad-el doctor vino a casa después de que Castiel te trajera en sus brazos hasta acá-el me salvo eso hacía que mi corazón se sintiera oprimido por algo más que felicidad era un sentimiento algo amargo, es que jamás voy a poder dejar de preocupar o causar molestia a los demás-lo bueno es que el auto solo te rozo, pero te golpeaste muy fuerte la cabeza tuvieron que ponerte algunos puntos.

Elisa tenía razón debía darle las gracias, me sentía más que en deuda con él.

-No tienes que hacerlo, verdaderamente me siento feliz de que estés bien, yo...-está feliz por mí, por alguien que no hace más que ignorarlo.

-Castiel, gracias...-interrumpió Aron-no sé que abría pasado si no hubieras salido corriendo detrás de mi hermana.

-No tienes que agradecer enserio.

Después de un par de minutos todos habían recuperado un poco el color en sus rostros, parecía que con el susto el alma se les había escapado del cuerpo. Me mantenían despierta ya que no podía dormir por el golpe en la cabeza, pero no se les estaba haciendo nada fácil, a mí ya me estaba venciendo el sueño y a ellos también.

-Qué tal si se van a descansar muchachos se ven muy cansados-entro Elisa con una taza en las manos, parecía café por lo que alcance a oler-además Castiel, tu estuviste en la tormenta por mucho tiempo deberías descansar.

Amo tus tristes ojos color tormenta. (Castiel y Abril)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora