Martin me soltó la mano con brusquedad provocando una extraña sensación de tristeza en mí. ¿Se ha enfadado por el "accidental" beso en el lavabo?
- ¿Estás enfadado conmigo?
- No -contestó fríamente y sin mirarme
- Martin -ni me miró, siguió ignorándome, como si fuese una mierda.Lo miré con recelo y le cogí del brazo casi arrastrándole a un fotomatón. Corrí la cortina para que no nos molestaran y lo acorralé contra la pared.
- ¿Por qué estás así? -le pregunté molesta
- ___ no me pasa nada -dijo con un tono de voz raro.
- ¿Te ha molestado lo del beso?Martin agachó la cabeza y no contestó. Le cogí de la barbilla para que me mirara pero lo evitó.
- Martin, mírame a los ojos y dime la verdad -le pedí con los ojos húmedos por esa situación. No quiero que Martin se enfade conmigo o se moleste. Apenas lo acabo de conocer, pero tengo una relación muy especial con él y no quiero que se acabe.
- Sí. Me ha molestado lo del beso -esta vez clavó su mirada en mis ojos provocando una extraña sensación en mí.
- ¿Por qué? -pregunté sorprendida.
- Pues porque no quería que ese imbécil te besara. Y menos de la forma en que lo ha hecho. Por un momento pensé en que te violaría delante de mí -me mordí el labio inferior y cerré los ojos intentando parar unos extraños impulsos que sentía. ¿Impulsos de besarlo? No, por favor, es mi mejor amigo. No puedo hacer eso. Aunque si lo hiciera no me arrepentiría.Vi que se acercaba muy lentamente a mí y yo pensé que llegaría el momento, el momento en el que me besaría; pero no sé qué pasó, que fue como si hubiese reaccionado, como si hubiese pensado: "¿Qué hago? Es mi mejor amiga no puedo besarla". Ahí me abrazó muy fuerte, provocando que me sorprendiera mucho por su reacción. Acomodé mi cabeza en su hombro y me susurró al oído:
- Te quiero ___. Eres mi mejor amiga -sentí como mis lágrimas descendían hasta caer por mis mejillas, cayendo en la camisa de Martin y mojándola. Martin se percató y se separó de mí. Agarrándome por los hombros dulcemente.
- ¿Por qué lloras? -preguntó con un tono de voz muy tierno
- No estoy llorando -contesté limpiándome las lágrimas con las muñecas.
- No te creo, idiota. Estás llorando -dijo Martin riéndose.
- Es que me ha entrado algo en el ojo.
- Claro. -me limpió una de las lágrimas con su pulgar y me sonrió- Una chica tan bonita como tú no tendría que estar llorando.Le abracé, le abracé con todas mis fuerzas. Rompí a llorar de nuevo por la emoción.
- Menos mal que no llevo rímel -dije entre risas.
- ¿Vamos ya? -preguntó sonriéndome- Tus amigas pensarán que las fans nos han comido.
- Sí. Vamos ya -me paré frente al espejito que había ahí- ¿Se nota mucho que he llorado?
- No mucho -contestó riendo.Salimos del fotomatón y nos encontremos a las chicas sentadas en una terraza tomando algo.
- Tendrán morro -me quejé.
Martin y yo nos acercamos a ellas y tomemos asiento.
- Pensaba que no venías -dijo Thais después de darle un sorbo a su bebida.
- ¿Qué ha pasado? -preguntó Ana
- Después os lo cuento todo.
- ___, ¿quieres tomar algo? -me preguntó mientras se levantaba de la silla.
- No, gracias -le agradecí con una sonrisa la cual él también respondió.
- Bien, cuéntanos que ha pasado -dijo Laura.
- Pues, que estábamos en el lavabo de hombres para librarnos de las fans, y dentro habían dos chicos de unos 19 años. Me empezaron a decir que me conocían y me preguntaron si era la novia de Martin. Yo les respondí que todo era mentira. Pues, uno le llamó a Garritas de mierda a Martin y me piqué. Uno, que era rubio, le iba a pegar, pero lo impedí poniendo una mano en su pecho y va, y me dice: "Aparta preciosa" -dije poniendo voz de hombre- y me quedé: "¿Preciosa?" y ahí me besó, me estampó contra la pared y me tocó el culo. Martin empujó al chaval y ahí -no les conté lo de la parte del fotomatón porque sé que empezarían: "Oh te gusta Martin, no sé qué" y paso.
- Increíble -dijo Laura.
- Tu primer beso, enana -me felicitó Thais dándome un abrazo.
- Ese no ha sido mi primer beso, puesto que no ha sido con mi consentimiento -contesté cruzándome de brazos.
- Un beso robado es mejor que uno pedido -todas le dieron la razón a Judit.
- Pues ese para mí no ha sido mi primer beso.
- Y, ¿cómo estaba el tío? -preguntó Julia- ¿Estaba bueno?
- Mucho -contesté mordiéndome el labio inferior- Rubio, tenía el pelo como Martin, y los ojos verdes. Y su amigo era castaño con los ojos marrones.
- ¿Cómo esos? -preguntó María señalando a alguien.Me giré y vi a los dos chicos que me encontré en el baño. Ellos se percataron que María les había señalado y me vieron a mí, entonces se acercaron.
- Hola -dijo el que me besó poniéndose de cuclillas al lado de mi silla.
- Adiós -contesté fríamente.
- ¿Me vas a decir que no te gustó el beso? -me preguntó con una sonrisa torcida.
- No, no me gustó. Es más, me dio asco -respondí lanzándole una mirada de odio.
- Vaya. Qué lástima -dijo negando con la cabeza- pero eso tiene solución.Se acercó a mí y me besó de nuevo. Le aparté de mí y enarqué una ceja.
- ¿Tú eres tonto, no?
- Besas bien. ¿Te quieres liar conmigo?
- ¿Pero de qué vas? Si no me conoces de nada, chaval.
- Pero si solo es un lío. -contestó élMe levanté, cogí la bebida de Thais y le quité la tapa (son de esas como el cine, que tienen una tapita con un agujero para que le metas la pajita) y se la arrojé.
Martin justo estaba detrás de mí admirando la escena.- Lo siento. Se me ha escapado -dije poniéndole el vaso de plástico en las manos.
- Así nunca encontrarás novio -dijo secándose los ojos.
- Si son todos como tú, créeme que no me apetece tener novio.Dicho esto, los dos idiotas se marcharon y me senté en mi silla con una sonrisa de satisfacción en la cara. Martin se sentó a mi lado y se empezó a reír, seguido de las carcajadas de mis amigas.
- Eres una crack -dijo Martin chocándome los 5
- Lo sé -dije riendo.
- Ha sido... -dijo Thais
- Genial -acabaron la frase las demás
- El tío estaba muy bueno -comentó Judit- A mí no me habría importado liarme con él.
- Pues corre, ahí lo tienes -señalé un banco que estaba a la otra punta donde estaban sentados.***
La tarde fue una locura. Miles de fans nos perseguían a mí y a Martin y nos preguntaban todo el rato si éramos pareja. Como siempre, lo negábamos. Las chicas se fueron del centro comercial, y yo me quedé con Martin, pues dijo que me llevaría a casa. Las demás se negaron a que Watse las acercara a sus respectivas casas así que se fueron andando.
- Todo esto es una locura -le dije a Martin mientras esperábamos sentados en un banco del parking a watse.
- Sí. No me imaginaba que tendría que correr tanto -contestó suspirando.
- Mira, ahí está Watse -le di un golpecito en el hombro para que se diera cuenta.Al lado de Watse estaba Mary con 3 bolsas en cada mano. ¿Pero qué se ha comprado esta mujer? Martin y yo reímos y nos subimos al coche.
- ¿Y qué tal os lo habéis pasado? -preguntó Mary mientras se ponía el cinturón de seguridad.
- Mejor no preguntes -respondimos Martin y yo a la vez.
- ¿Tan malo ha ido? -preguntó Watse poniendo el coche en marcha
- Malísimo. No vuelvo más aquí -contestó Martin.
- ¿Las fans? -Watse parecía que esta situación le divertía, y la verdad, no tenía nada de divertido.
- Las odio -contesté riendo- Jamás pensé que serían tan pesadas. Por Dios, que se compren una vida, y dejen la de los demás tranquila. "Que si estáis saliendo, que si es verdad esto" -dije poniendo voz cansina.
- Bienvenida a mi mundo -contestó Martin
- No me gusta tu mundo -dije cruzándome de brazos.Watse salió del parking y la luz entró en el coche haciendo que me tapara los ojos hasta que estos se acostumbraron a la intensa luminosidad.
Me di cuenta de que habían muchos periodistas a la salida, haciendo fotos y gritando. ¿No se dan cuenta que estamos en un coche y no vamos a bajar para responderles? IDIOTAS, IDIOTAS EVERYWHERE.
Watse se paró en frente de mi casa. Le di un beso en la mejilla a Martin y me bajé del coche.|| Martin ||
Me desperté a eso de las 9 de la mañana. Estaba aburrido y no sabía que hacer así que decidí ir a dar una vuelta. Le dejé una nota a mi madre de que me marchaba y me vestí. No llamé a Watse para que me acompañase porque era temprano, y quería que descansase. Aparte, no creo que me pase nada malo.