Capítulo 5

682 39 1
                                    


ll Martinll

- Bueno... -dijo Watse-te gusta?
- ¿Quién? -pregunté
- Pues quien va ser, bobo! ___(tn)
- No! ¡Qué dices? La acabo de conocer, no me puede gustar -dije tratando de no sonrojarme
- Pero hay que admitir que la chica es muy guapa -dijo mirándome
- Sí, sí. Es bastante guapa, la verdad. ¿Has visto sus ojos? -pregunté
- No, no me fijé -dijo él.
- Dios, son hermosos -dije yo recordándolos.
- Te gusta ___, Martin -dijo él.
- No, no, solo digo que es guapa, y eso...
- Te acabará gustando, verás.

Llegamos al hotel, y Watse aparcó el coche cerca. Cuando llegué a mi habitación mi madre estaba ahí haciendo no sé qué.

- ¿Qué haces, mamá? -pregunté intentando averiguar qué hacía mi madre.
- No encuentro una cosa, Martin -me acerqué a ver que hacía, y estaba desordenando toda la maleta; miles de camisetas estaban hechas una bola y tiradas por encima de la cama.
- ¿Y qué es lo que no encuentras? -pregunté
- ¿Te acuerdas de la camisa azul con rayas blancas?
- Emm... Sí -ayudé a mi madre a buscar la camisa y la encontré- ¿Tanto lío para esto? -dije mostrándole la prenda de ropa.
- Martin, eres un cielo -dijo mi madre besándome la mejilla.
- Ya, ya lo sé -dije haciendo mi hairflip.
- Y también un creído.
- Sí, mamá, lo que tú digas -comenté sarcásticamente.
- Y bueno, ¿qué has hecho hoy? -preguntó mientras ordenaba la maleta.
- Mmm lo de siempre, supongo -respondí rascándome la cabeza.
- ¿A lo de siempre te refieres con pegar a Watse? -preguntó mamá burlonamente.
- Aparte -dije yo riéndome- he conocido a una chica -mi madre se giró para mirarme a la cara.
- Huuuuy... ¿Y es guapa? ¿Te gusta? -ya empezamos con los interrogatorios.
- Sí, mamá, es guapa. Y no, no me gusta. Solo somos "amigos" -dije haciendo comillas en el aire.
- ¿Por qué "amigos"? -dijo mi madre imitando mi tono de voz y haciendo comillas con los dedos.
- Pues porque en teoría nos acabamos de conocer, así que muy amigos, no somos -le expliqué.
- Bueno, ¿tienes su número de teléfono? Porque así podréis ser amigos de verdad, no "amigos" -dijo mi madre riéndose.
- Sí, sí. Tengo su número de teléfono.
- Y espera, ¿es fan tuya? Porque ya sabes lo que podría pasar, Martin...-me advirtió.
- No, no es garrixer, mamá. Al contrario...
- ¿Es una hater de esas? -preguntó levantando una ceja.
- ¡No! Es una... es una intermedio, vamos. Que ni me ama, ni me odia; simplemente le da absolutamente igual lo que haga o deje de hacer -aclaré sonriendo.
- Ah, bueno... Es que hijo, ya sabes que es difícil ser amigo de una fan, porque a veces, no digo que siempre, pero a veces, puede que sea por tu fama... ¿Lo entiendes, cielo? -dijo cogiéndome de los mofletes como si fuese un bebé.
- Ei, ya mamá, suéltame las mejillas -pedírodando los ojos.
- Si es que eres guapísimo -exclamó dándome un beso en la mejilla.
- Gracias, mamá -dije yo sonriendo. Mi madre es la mejor, sin duda.
- Bueno, vamos a comer ya -dijo mi madre- Tengo hambre.
- Vamos -contesté- Venga, Watse, que no tenemos todo el día -dije burlándome de él.
- Ya voy, señorito Garritsen -dijo Watse riéndose.
- No me llames así -le saqué la lengua.
- Ya vale los dos, parecéis niños pequeños -nos regañó mamá.
- Yo soy un niño pequeño -puse voz de angelito.
- Pequeño y tonto -me "insultó" Watse riendo. Le di un puñetazo en el hombro jugando
- Aish, qué paciencia -pensó mamá en voz alta al mismo tiempo que rodaba los ojos.

Bajamos al restaurante del hotel, que por cierto, estaba lleno. Cogimos unos platos y los llenamos de comida, después nos sentamos en una mesa un poco apartada de la gente para que no nos molestaran. Durante la comida, Watse y yo no paramos de hacer el tonto, y aunque mi madre me regañara, yo seguía.

ll ___ ll

Después de que Thais me llamara, me puse a ver la televisión. Iba haciendo zapping, ya que no daban nada de lo que me gustara. Así se me pasó el rato cuando escuché el timbre del telefonillo de casa. Me levanté para ver quién era; las chicas. Avisé a mis padres de que me marchaba. Cuando bajé estaban todas con los brazos cruzados.

- ¿Por qué me miráis así? ¿Qué he hecho? -pregunté mientras le daba dos besos a cada una de mis amigas.
- ¿No tienes nada que contarnos, eh? -habló Laura- Martin Garrix
- Ah -dije soltando un par de carcajadas- de camino al parque os lo explico todo.
- Sí, pero todo. Con detalles -exigió Ana.
- Eso que no sois garrixers-dije mientras caminaba.
- ¿Y? -preguntó retóricamente Judith- Igualmente está buenorro.

Todas empezamos a reírnos como locas.

- Pues eso, Thais y yo estábamos en el parque, y vimos a las garrixers correr. Thais dijo que Justin estaba aquí y lo buscamos, pero nada, no lo encontramos. Pero... -dije dejando a mis amigas con intriga.
- ¡Peeeero! -exclamaron todas a la vez.
-Pero me choqué con él, Thais empezó a saltar, a chillar, y las garrixers nos encontraron -Miraba las caras de mis amigas y todas estaban un poco alucinadas- Cogí a Martin y a Thais del brazo y los llevé hasta un callejón. Ahí ella -dije señalando a Thais- empezó a hacerse fotos con Martin, a abrazarlo, a besarlo, hasta que le llamó su madre para que se fuera. Nos dejó solos, y yo le dije a Martin que me tenía que ir. Él me dijo que me quedara con él, que me invitaba a tomar algo. Fuimos a "El Sorbo" -todas asintieron- y ahí hablemos. Y después Watse-todas me miraron con cara de "¿Quién es Watse?"- Watse es su manager. Bueno, pues Watse me llevó a casa -terminé de relatar mi historia.
- Wow -se limitaron a decir mis amigas.
- Ah y tengo su número de teléfono y mañana hemos quedado -añadí.
- Omb -exclamó Thais- Te envidio.

- Pero no te puedo dar su número de teléfono, porque entonces empezara a circular, y Martin tendrá que cambiarse el número de teléfono porque locas como tú -señalé a Thais- le llamarían cada dos por tres.
- Ya, ya. Lo entiendo -dijo ella poniendo cara de perrito degollado.
- No te lo voy a dar aunque hagas esa cara -le avisé poniéndome seria.
- Tú no cambias, eh -dijo Thais dándome una palmadita en el hombro.

Llegamos al parque y nos sentamos en el banco.

- ¿Y qué te vas a poner para mañana? -preguntó Júlia.
- Pues... ¿ropa? -pregunté yo irónicamente y riéndome.
- ¡Oh, que lista! -dijo ella aplaudiendo- ¿No irás con una caja de cartón, no?
- Puede, pero paso, a ver si Lady Gaga me copia la idea -dije sacándole la lengua. Todas se empezaron a reír.
- Dices cada cosa, ___ -dijo María.
- Ay, pues lo que se me pasa por la cabeza -dije riéndome- Gato.
- ¿Qué dices ahora de gato? -preguntó ella sin parar de reír.
- Digo lo que se me pasa por la cabeza. Entonces digo gato -expliqué riéndome yo también.
- ¡Dios! Estás loca -gritó Laura.
- Pero así me queréis -puse cara de niña buena.
- Yo no -dijo María.
- Pues yo tampoco -dije sacándole la lengua.
- Yo te amo -aclaró ella.
- ¡Oh! ¿Te quieres casar conmigo? -bromeé.
- ¡Claro! -me siguió el royo mientras reía.
- Pues yo os declaro mujer y mujer -dijo Ana haciendo la señal de la cruz. Todas nos empezamos a reír- Puede besar a la novia.

Me tiré a los brazos de María, le tapé la boca con la mano y le di un beso. No parábamos de reírnos.

- ¡___, hacía tiempo que no me reía tanto! -dijo Laura sin parar de reírse- No puedo respirar.
- ¡Pues para de reírte! -dijo Judith también sin dejar de reír.
- Como si fuese posible con ésta -dijo Laura señalándome- haciendo la tonta.
- ¡Eh! Que ella no es tonta -dijo Júlia poniéndose seria- Es así de nacimiento -aclaró estallando a risas.
- ¡Burra! -chillé dándole un puñetazo en el hombro.
- ¡Pava! -contestaron todas al unísono.

Así pasamos la tarde. Haciendo las tontas y riéndonos por tonterías. Había veces, en que una miraba a la otra, y esta, sin hacer nada, empezaba a reírse como una loca.

- Oye, ¿y a qué hora habéis quedado Justin y tú? -preguntó Thais camino a casa.
- No lo sé. Ya me llamará, supongo -respondí trenzándome el cabello.
- ¿Estás nerviosa? -preguntó Julia alzando una ceja.
- No -me solté el cabello- ¿Por qué iba a estarlo? Solo es Martin Garrix , el DJ más conocido del momento. -expliqué como si no fuera nada del otro mundo.
- Pues por eso mismo -dijo Ana.
- Es una persona normal y corriente -repetí seria.
- Sí, pero una persona conocida por todo el mundo y con más dinero que todo el barrio junto -dijo Judith.
- Ya bueno, pero yo quedo con Martijn Garritsen, la persona; no con Martin Garrix, el súper DJ.
- ___ tiene razón -dijo Laura llevándose la mano a los bolsillos.
- Siempre tengo razón -puse voz de pija y engreída.
- ¡Tonta! -dijo Laura riéndose.
- Bueno, adiós chicas -dije acercándome a la puerta de mi casa- Nos vemos... Mañana no, que he quedado -dije guiñándole un ojo a Thais, la cual me sacó la lengua- Adiós.
- Adiós -respondieron ellas.

Down [Martin Garrix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora