La vida de una P.

¿Sueño o Realidad?

Abrí los ojos lentamente e inspeccioné con la mirada mi alrededor, me quedé dormida sobre una pila de polvo, libros y mucha utilería, me levanté un poco cansada y salí detrás del escenario llevando mi bolso a arrastradas. Mis ánimos estaban por los suelos y mis ganas de existir eran escasas. Salí del gran salón y vi a todos caminar por los pasillos, parpadee un par de veces para despertar un poco y me di cuenta de que no había nadie en los pasillos, todo estaba vacío. Miré hacia ambos lados y presté mis oídos para intentar escuchar aun que sea algún murmuro, pero no, no había nada, así que comencé a caminar por el pasillo mirando hacia todos lados, intentando encontrar alguna señal de vida, pero era estúpido, no había nadie. deberá 

Llegué a la cafetería con esperanza de ver personas pero, tampoco había en aquel lugar. Salí de allí y miré mis pies rápidamente, no traía zapatos, ladee la cabeza mientras inspeccionaba mis pies y luego miré hacia adelante, había un gran cartel en el pizarrín de información. Mientras más me acercaba, más entendía lo que decía. Tenía fotos, textos. Leí lo del pizarrín y mis ojos se cristalizaron rápidamente, comencé a quitar todas las fotos y letras que estaban en el gran cartel, lo destrocé por completo, hasta escuchar sonoras carcajadas detrás de mi, me di la vuelta lentamente mientras sostenía los trozos de papel destrozados y todo el mundo se burlaba de mi, me señalaban y reían aun más fuerte. Las lagrimas se deslizaban por mi mejillas y no podía detenerlas, entre en un momento de histeria e intente correr, pero Alex me sostuvo al intentar dar una vuelta rápida, al verle mis ojos se iluminaron, pero él se aparto rápidamente. Como si me tuviera asco.

-¿Por qué no corres a los brazos de los chicos con los que me engañaste? -dijo serio, dolido.

Guardé silencio mientras todos se reían aun mas, seguí llorando y deje caer los papeles de mis manos, me senté en el suelo tapando mis oídos con ambas manos mientras ellos se acercaban y me insultaban aun mas, mientras se burlaban. Cerré mis ojos y solo me quedo la imagen de ese trozo de papel arrugado.

"Eres una farsa".

Un sonido ensordecedor hizo que mi oído zumbara y mis ojos se abrieran a todo prisa, mi respiración estaba completamente agitada, mis ojos estaban llorosos y me ahogaba en lagrimas a la vez. Me levanté del piso lleno de utilería e intente incorporarme, tenia el pulso de mi corazón alterado, no podía respirar de manera adecuada. Tome mi bolso y salí de la parte trasera hacia la puerta principal del teatro. Todos estaban caminando hacia la salida de la escuela, parpadee varias veces mientras pasaba mis manos por mis mejillas secando las lagrimas. Empece a caminar vía contraria a los demás para ir al baño antes de la siguiente clase, pero un brazo se aferro al mio, y me sobresalte grandemente.

-¿Qué haces? -miré a Jodie indignada.

-¿A donde vas?

-Arte -dije obvia.

-Ya se acabó el día, es hora de ir a casa -me devolvió la mirada.

Me quedé dormida y me perdí mas de medio día en la escuela. 

-¿Estabas llorando? -pasó tres dedos por mi mejillas, vio mi maquillaje en sus dedos para luego limpiarlos.

-No... -dije con un nudo en la garganta.

-América, estabas lloran... -le interrumpí.

-¡No Jodie, no estaba llorando! ¡Deja de hacer suposiciones tontas y métete en tus propios asuntos, ¿quieres?! -grite desesperada.

Me alejé de ella hacia la salida y caminé hacia mi auto, me adentré en el y recosté en el asiento dando un largo suspiro. Parpadee repetidas veces mientras sentía esa pequeña ventilación acariciar mi cuello, coloqué mi mano sobre el calefactor mientras la otra estaba sobre el volarte, estaba apagado, miré las ventanas y estas estaban cerradas por completo, me di la vuelta completa y divise la parte de atrás, me tranquilicé al no ver a nadie hasta que vi un zapato sobresaliendo detrás de mi asiento, miré y solté un grito completamente ensordecedor mientras Andrew tapaba sus oídos.