This is not a zombie apocalypse.

¿Epílogo?

No sé muy bien cómo comenzar a narrar esto... Así que simplemente comenzaré por contar cómo y por qué estoy aquí.

Me llamo Beth Radke, con 21 años. Vivo en una gran ciudad, Moontown; bastante transitada, en el centro del país. Junto con mi madre y mi hermana pequeña.

Mi padre falleció cuando yo tenía 14 años, y esto supuso un gran cambio en mi vida y personalidad; ya que ocasionó mis complejos de soledad, timidez, fobia social, y un largo etcétera.

Odio dar explicaciones de lo que hago, pienso, digo, o siento.
Rara vez me verás salir fuera de casa, más bien de mi habitación.
Es algo que ha cambiado mucho en estos años, y mi madre está bastante preocupada por ello desde entonces.

De ahí mi miedo a las relaciones, ya sean amorosas o amistosas; las evito todas si es posible. Puesto que en estos 21 años de vida, todos me han demostrado que hay millones de cosas estúpidas que están bastante más por encima de los sentimientos y emociones. Pues todos prefieren tener una gran cantidad de amigos falsos y superficiales; a la opción de tener mínimamente una persona a tu lado, que de verdad quiera estarlo, y lo esté... En este caso, yo escogí tener a Lydia. La cual me ha demostrado no ser como el resto.

No culpo a la enfermedad que se llevó a mi padre, pues yo soy así porque gracias a dicha, me he dado cuenta de cómo es todo realmente. Que de pequeño te dicen ''crece y serás fuerte''; pero una vez creces, te das cuenta de lo cruel que es todo en realidad, y te vuelves débil.
Que cuando te dicen ''todo estará bien'', es mentira. Y lo que realmente necesitas escuchar es un ''todo va a salir mal y probablemente sea un infierno, pero yo estoy aquí contigo y no te dejaré''.

Podría pasarme aquí líneas, y líneas contándote lo jodido que está todo hoy en día, pero de qué serviría. Quizá te des cuenta con el tiempo.
De hecho, puede que incluso ya lo sepas a estas alturas.

Esto se os habrá hecho demasiado aburrido, lo sé... A mí también se me haría pesado que una completa desconocida viniese a contarme su vida; pero vosotros os habéis metido en esto por vuestra propia cuenta.

En fin, ya que no tengo nada más que añadir, me despido aquí.

Sería un tanto estúpido pedir que os quedéis y me acompañéis en esta historia. De todas formas, haréis lo que realmente os plazca. Y es algo lógico. Pero para los que se queden, un consejo:

''No confíes nunca en nadie, por mucho que creas conocerlo.''