-¡Ni lo sueñes!-Gritó Angélica señalando a Suzanne y a Ricky.-Me da igual toda su historia, no pienso pagarles un piso.
-Podrías pagarles una mansión y te sobraría para cinco más.-Dije cruzando mis brazos.-Además, no es opcional. Piensa como te vería la gente si lo hicieras. ¿No quieres tener aun más buena imagen?
-Oye, Charlotte, no te preocupes...-dijo Ricky tranquilizándome.-No queremos molestar, y no me gusta que la gente tenga compasión de mi.-Me giré alzando una ceja, desafiante.
-Bien, tengo otra idea.-Sentencié y todos me miraron.-Que vivan aquí hasta tener dinero para pagarse un piso ellos, pero no volverán a la casa de su padre.-Angélica meditó la idea y los otros dos también. Yo esperé con paciencia, todo se había torcido de una forma extraña. Finalmente asintieron todos y sonreí.-Perfecto, os enseñaré donde podéis dormir.
Tomé la maleta de las trabajadas manos de la señora Thomson y subimos por las escaleras, dejando a mi progenitora sola en el salón. Crucé el amplio pasillo y me detuve en la habitación de invitados con cama de matrimonio. Indiqué a Suzanne donde estaba todo y me agradeció lo que hacia, pero le dije que no había nada que agradecer.
Salí del pasillo con Ricky detrás mío y me detuve en la habitación de invitados con una cama individual, la que quedaba.
-Es la tuya.-Le informé abriendo la puerta. Señalé la cómoda.-Vacía, allí puedes poner tus cosas. También está el armario y dentro hay mantas, aunque en casi principios de agosto no te harán falta.
-Lotty, no se como compensarte.
-No me compenses para nada.-Sonreí.-No entiendo como no hicisteis lo mismo que yo antes.
-No sé manejar una arma y no quería que hiciera daño a mamá.-Se sentó en el borde la cama, mirando el suelo.-Cuando la tenías, dabas tanto respeto. No entiendo como una chica puede pegar tan fuerte y tener capacidades de tiro.
-Quizá sea un chico.-Le guiñé un ojo.
-Antes de ayer, en el lago, descubrí que no lo eres.-Respondió con una sonrisa traviesa, haciéndome enrojecer.-Dime, cuando nos despertamos tu y Dave ya estabais listos. ¿Pasó algo?-Asentí y vi como se tensaba a mi lado.-Es decir, lo has hecho con él.
-Mira, solo me apetecía. Sé que era muy temprano para dar mi virginidad con tanta facilidad pero, solo se vive una vez y usamos condón y pastilla.-Asintió más tranquilo.-No me gusta hablar de como tuve sexo con mi novio por primera vez, cambio de tema.-Soltó una carcajada.-Sé de un lugar donde podemos trabajar.
-¿Podemos?-Preguntó con seriedad.-Charlotte, no quiero que ganes dinero para mi.
-Solo te daré una parte de mi dinero, si lo prefieres. Solo déjame contarte.-Asintió.-¿Te gustan los karaokes?
-Madre mía...¿me meterás de camarero en un sitio de esos?-Sonreí asintiendo.-Está bien, acepto.
-Perfecto, ya verás como será divertido si lo hacemos juntos.-Mi móvil empezó a sonar y lo tomé, viendo el nombre de Dave en él. A pesar de la mirada negativa de Ricky, pulsé el botón de coger llamada.-¿Dave?
-Charlotte, hola.-Dijo un poco triste.-¿Aun sigues enfadada?
-Solo dime que quieres.-Respondí con molestia.
-Preguntarte que, como ahora no nos veremos por lo de tu madre, como seguirá nuestra relación.
-¿Sabes que solo hace unos dos días que salimos, no?-Musitó un Ajá con tranquilidad.-No hay relación.
-¡Pero si nos hemos acostado!
-¿Y? Somos unos adolescentes hormonales, debemos vivir experiencias nuevas y no atarnos a los demás. Es más, viendo como te tomas eso de no vernos, no entiendo ni como dije que si.
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Un verano muy, muy largo
Teen FictionCharlotte Blake: Dibujante, Fotógrafa, Boxeadora principiante, Distante, Sencilla y Curiosa. Si, esa definición se hace parecida a la protagonista de este libro. Aunque claro, cabe recalcar que la pondrán al límite de su ser con todo tipo de situaci...