13- *Todo Era Verdad*

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Capítulo 13: TODO ERA VERDAD

Isabella

Después de que el ganara y el campeonato acabara, me puse a buscarlo por todas partes, pero no hubo ni rastro asique, al final, nos dimos por vencidas. Por lo menos ahora sabía que no estaba loca y que de verdad el existía. Llegamos al hotel y yo cansada me tiré en la cama.

-¿Y ya está? ¿te rindes así de fácil? - preguntó mi prima que se encontraba en la puerta de la habitación.

-Sí Jas... Así de fácil- Solté yo sin apenas darme cuenta de lo que estaba diciendo.

-No puedes... Tienes que hacer algo más- dijo ella mientras se sentaba a mi lado en la cama.

-No hay nada más que hacer, hoy fue nuestra única oportunidad, pero no hubo resultado. Asique ya está, además, ya nisiquiera tengo los sueños y no podré encontrar más pistas sobre él.

Después de hablar un rato más con mi prima, mi tía entró en la habitación y nos dijo que iríamos a un restaurante que les habían recomendado para cenar y eso hicimos.

Llegamos al restaurante, pedimos y yo tuve que ir al baño. Al volver, vi que mi familia estaba hablando con unas personas, no pude ver sus caras ya que estaba de espaldas hacia mí, pero al acercarme a mi familia y mirar a los desconocidos me quedé boquiabierta... No podía creer lo que veía. Delante de mí, estaba Ethan. Nos miramos durante unos segundos... Ambos con una expresión de asombro en nuetra cara hasta que mi tío nos sacó de ese estado.

-Isabella, ya estas aquí- dijo mi tío con una sonrisa y me presentó a aquellos extraños- ella es una vieja amiga de nosotros y su familia- el empezó a decir los nombres y segundos antes de que llegara al chico...

-Ethan- dije yo con mi mirada clavada en él, su asombro se hizo más presente.

-¿Ya lo conoces?-preguntó mi tía.

Mis ojos se dirigieron hacia ella y no supe que decir, solo me quedé mirándola. Por suerte, mi prima lo notó y salió en mi auxilio.

-Claro que sabe quien es, mamá. El es el chico del campeonato de Snowboard, el que ganó -dijo mi prima y luego, sutilmente me giñó un ojo.

Menos mal que el camarero llegó con la comida en ese momento porque no podía ser más incómodo.

-Bueno, será mejor que regresemos a nuestra mesa y ustedes puedan cenar tranquilamente- dijo la madre de Ethan muy amablemente.

Cuando se marcharon de nuestra mesa, yo aún seguía en shock. Entonces me di cuenta... Todo era verdad.

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