02.

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La nicotina estaba dentro de mis fosas nasales antes de expandirse por el aire, Michael me sonreía cómplice después de despachar para no  tener que arrancarle el pitillo de la boca. Teenagers sonaba a volumen bajo dentro del auto por tercera vez consecutiva, teníamos varias horas esperando a que el sol terminara de ponerse y después de eso las horas se nos pasaron bastante cortas, yo ya estaba algo cansada pero nosotros lo preferimos de esa manera.

La noche estaba sobre mi, garden of remembrance ha mi derecha y a la izquierda el chico despachando en mi rostro con su mirada verde azabache en el cielo y con el letrero encima de conciencia autoproclamada. Luego esta la contradicción andante, esa soy yo.

-Michael. - susurre.

-Mhh.

-¿Porque tienes un playlist de canciones sexosas? - pregunte seriamente, aun mirando hacia el cielo.

-¿Porque no tenerla?- contesto unos segundos después en un decibelio pero mirándome humorado. -La verdad es que he entrado a la promiscuidad de nuevo.

-¿Como así? Si la tienes chiquita. - me burle de el con el mismo semblante serio, lo mire y me levanto una ceja.

-Bien que te entretiene. - Me dijo antes de quitar mis piernas de sobre las suyas y bajarse del cofre, dejo caer su cigarrillo y lo aplasto con su talón antes de encaminarse hasta la parte trasera del auto.

-Buscándola. - dije concluyendo sus palabras, el solo asomo su cabeza un poco pero lo dejo pasar. Baje del auto y me encamine hasta junto a el, acomodaba un par de cosas en la parte trasera del auto, cosas que necesitaríamos después. Una vez que cerró la puerta del auto suspiro pasando las manos por su cabello arreglándolo un poco y me miro haciendo un mohín extraño.

-¿Lista?

Me reí un poco y asentí. El auto estaba solo a unos metros de la entrada, Michael venia siguiéndome los pasos y yo solo caminaba decidida hasta la gran reja. Habíamos planeado una buena noche, una como las pretéritas que antes ya habíamos tenido, sin embargo ambos estuvimos de acuerdo que sin Geordie esas noches no eran lo mismo.

Una vez frente a esta me gire para tomar alguna herramienta de la mochila que Michael tenia, pero al hacerlo este me apunto a la puerta haciéndome notar que ya estaba abierta. La mire extrañada y luego a Michael, quien se encogió de hombros y se adelantó a entrar.

Cerré la puerta detrás de mi y camine ha paso rápido hasta donde Michael. El ambiente estaba sombrío y húmedo, normal pues estábamos de noche, empezamos a andar hasta donde Geordie alumbrándonos el camino con la lámpara del celular y mirando las pequeñas lechuzas nocturnas ululando.

Los pasos de Michael no se comparaban con los míos por lo que tuve que caminar un poco mas rápido, el chico venia distraído con las manos dentro de sus bolsillos y la mirada iluminada por media luna, realmente no lo culpaba, era una noche melancólica.

-¿Que sucede?-. Me atreví a preguntar acercándome a tomar su brazo, el solo me miro hacia abajo unos segundos para luego darme una media sonrisa y dejar un beso en mi frente.

-De todo. - me dijo arrugando su nariz, yo solo asentí dandole la razón y seguí caminando al cortarle la mirada, realmente eso había sido extraño.

Realmente yo apreciaba este pequeño intermedio de amistad, podría enumerar las veces que había tratado de alejar a Michael pero el que funcionara siempre me tenía aterrorizada, por suerte el no cedía. Yo no estaba buscando alguien que me dijera que todo iba a ir bien, porque claramente no lo iba a estar, quería alguien que me mirara de frente y me dijera como esto iba a estar de la mierda, pero igual se quedaba conmigo, y ese era Michael, el que solo se ha ganado el puesto de conciencia autoproclamada y aguantador de rabietas, sin embargo cuando el entraba en una fase prefería esconderse antes de ser visto en algún mal estado, pues el creía que por alguna razón tenía que ser fuerte por los dos, cuando obviamente no era su trabajo.

-Kira. -hablo Michael sacándome de pensamientos, mire en su dirección y el bastante relajado se sentó sobre la lápida de Geordie para apuntar hacia su izquierda, siguiendo su dedo y entrecerrando los ojos en la oscuridad visualice a la misma chica de ayer, mi ceño se frunció y entrecerré mas mis ojos para lograr diferenciar su figura entre la oscuridad.

-¿Es la loca que le sonreía a el difunto cierto?- pregunte susurrándole.

-Ve lo que hace. - me hablo de vuelta en todo normal pero profundo, regrese a verla y pude denotar como se inclinaba y volvía a subir después de cada segundo, me tardo mucho tiempo en notar que estaba escarbando en la tierra.

-¿Porque hace eso?

-No lo se. - contesto Michael sin dejar de mirarla, la chica al parecer terminó su trabajo, se enderezó y se quedo unos segundos verificando con sus manos en su cintura el hueco que acaba de hacer, camino hacia su derecha y segundos después regresó con una gran caja color azul turquesa y un moño morado sobre ella, brincoteo hasta el pozo y la dejo dentro de el de forma cuidadosa. Mire a Michael totalmente fuera de lugar, el solo miraba la escena tranquilo.

La chica comenzó a llenar el pozo de arena dejando la caja dentro, se encontraba de espaldas y a oscuras por lo que no llegaba a mirar su rostro pero apostaría lo que fuera a que estaba sonriendo ya que movía su cabeza de un lado a otro como si estuviese divirtiéndose al terminar de llenar.

-Michael. - susurre cerca de el, el me miro alzando su barbilla en forma de respuesta, junte mis cejas al verlo y el alzo una de las de el, pase saliva y apreté mis labios dejando pasar una gran amargura por mi garganta, lo escuche suspirar.

-Tranquilízate Kira, solo es una chica un poco chiflada. - me aseguro en susurro, yo no dejaba de ver a la chica brincoteando sobre la arena para aplanarla seguramente.

-¿Que si nos está gastando una broma?- el me miro, lo estaba considerando.

-No lo creo, no tengo ni idea de quien es.

-Yo tampoco.

Graveyard | Melanie Martinez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora