03.

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El enrejado de acero estaba frente a nosotros de nuevo, bastante casual al decir verdad, aunque extrañamente acababa de notar que había una silueta de una campana gigante enmarcada en ella.

La lluvia fina estaba cayendo sobre nosotros, había una gran fila de paraguas negras obstruyendo la vista de la zona oeste del camposanto y los sollozos también estaban presentes, al grado de hostigar. Estaba intentando convencer a Michael de que entrásemos, jamás creí que tendría que intentar hacer algo así alguna vez, pero estaba sucediendo, realmente ya había escuchado de él antes que no estaba feliz con abarcar ese echo, pero no es como si tuviera realmente un buen argumento.

-Solo serán unos minutos, por favor. - rogué poniendo mis manos sobre sus hombros y así dar un par de brincos pequeños pareciendo un berrinche.

-Ya había dicho que mientras hubiera un velorio dentro no entraríamos. - aclaró intentando regresar a su auto de nuevo.

-Nunca antes habíamos faltado. - recordé intentando sonar natural, pero el miedo burbujeando en mi hizo un filo en mis palabras.

-Eso es porque nunca antes alguien había sido enterrado aquí, digo, después de Geordie.

Tenía miedo de que sucediera lo habitual; faltas una vez y para la segunda vez que lo intentas ya no lo sientes como algo comprometedor.

Estaba aterrada del estigma que tipos como Michael llevan enganchados. Aterrada de que el considerara entrar en un método de recuperación personal y de una vez por todas superar a su novia difunta para crear una vida normal, ese es el lado donde me gustaría estar, pero tampoco llamare desgracia el que no este.

Me quede en silencio mirando a Michael, el hacia lo mismo, sus dedos pulgares sobresalían de sus bolsas delanteras y sus hombros estaban un tanto elevados esperando a que dijera algo, yo solo entrecerraba los ojos en su dirección por la llovizna.

-Bien, si quieres irte hazlo, yo me quedaré aquí. - hable condescendiente sin bajar la mirada de el.

-Kira...

-Hablo en serio Michael. - me giré y di unos cuantos pasos para sentarme sobre la acera y pegar mis rodillas a mi pecho, realmente tampoco quería entrar y que las personas se extrañaran pues no soy familiar o conocido, pero también quedaba la opción de esperar.

Michael seguía mirándome desde su punto, el realmente estaba considerando el irse, pero sabía que tampoco quería dejarme, entonces sentía como los altibajos me abofeteaban una y otra vez.

El mismo golpe contra el suelo y el agua encharcada nos hizo mirar a ambos en la dirección contraria, un extraño escalofrío recorrió mi espina dorsal al mirar aquellas dos coletas de colores diferentes un poco conocidas para mí.

La chica venía saltando cual niña pequeña los charcos de las banquetas, yo lo hacía. Sus coletas se movían por todos lados y su pequeña falda volada estaba empapada, me llamaba mucho la atención el echo de que las pocas veces que la había mirado vestía con cosas bastante infantiles, pero era inaudito como es que las lucia.
No había notado sus brazos entintados, tal vez no los miraba por la noche, pero los dibujos que lucían en su piel también estaban en contraste con toda ella, lo que la hacía aún más extraña.

La chica termino de acercarse hasta el gran enrejado, ni siquiera se molestó en mirarnos, hasta que Michael intervino.

Hey! - elevó un poco su voz acercándose a ella considerablemente, estaban tan solo a unos cuantos metros de mi.

-Hey. - contestó ella demasiado despacio, apenas la logre escuchar .

-Mh, de casualidad ¿no sabes de quién es el funeral? - pregunto Michael un tanto cabizbajo, intentando no soñar muy duro. Ella entreabrió un poco su boca antes de mirar hacia adentro por unos segundos y luego regresar su mirada enternecedora a Michael.

-Si, su nombre era Connor. - dijo con un pequeña sonrisa característica entre sus labios. - Connor Quill para ser exacta. - se corrigió ella misma antes de girarse eh intentar abrir el portón sin siquiera esperar una respuesta de Michael. Una vez que estuvo dentro me dedico una corta mirada después de mirar a Michael y siguió caminando.

-¿Lo conoces? - me pregunto caminando ligeramente hasta mi.

-Conocía. - corregí. - No, en todo caso no. - hundí mi cabeza entre mis rodillas para secar el agua acumulada sobre mi rostro. Sentí la palma de Michael sobre mi espalda en eso, bingo.

-Pues yo tampoco. - agregó.

Unos cuantos minutos pasaron en los que yo me dediqué a mantener mi cabeza entre mis piernas, la llovizna había aumentado un poco, Michael ahora sostenía mi mano y jugaba con mis dedos como habitualmente y algunas personas ya estaban saliendo de el lugar, el solo miraba los rostros algo apenado, entendía el sentimiento.

-Si nos quedamos aquí más tiempo pescaremos un resfriado Kira. - mencionó acercándose hasta mi oído.

-Te dije que si querías irte que lo hicieras. - recordé, sin siquiera moverme.

-No me refería a eso. - bufo alejándose de mi oído. -Me refiero a que deberíamos ponernos debajo de algo o conseguir un paraguas. - mencionó tallando un poco su brazo, podía ver sus movimientos por un oyó debajo de mi pierna.

-Bien. - me pare y él me siguió, tomo mi mano y me guío por debajo de la lluvia, yo ni siquiera podía ver pues mi rostro estaba empapado, caminaba a rumbo. De pronto sentí como algo se estrellaba contra mi, una pequeña grosería se escapó de mis labios y apreté la mano de Michael por inercia.

-Mierda Kira. - mencionó el.
Un gran ramal de rosas blancas cayeron frente a mis ojos, la persona con la que había chocado las venía cargando y yo me sentí bastante apenada.

-Discúlpeme. - ofrecí y me incliné para recoger el ramo un tanto maltratado, estaba tratando de arreglarlas un poco, hasta que leí la etiqueta.

-Descuida. - contesto la mujer cuarentona regalándome una dulce sonrisa despreocupada eh intentado sacar el ramo de mis manos.

"Para la familia Brooks Moon, en memoria de Sarah."

-Disculpe por la pregunta, pero ¿de casualidad este entierra no es de un chico llamado Connor? - pregunte totalmente directa sin percatarme de que estaba siendo algo irrespetuosa, la mujer solo entreabrió un poco sus ojos.

-Cielos, no dulzura, estamos en el entierro de una joven llamada Sarah. - contesto amablemente.

-Gracias. - dije perpleja, ella solo asintió y siguió su camino.
Mire a Michael inclinando mis cejas hacia arriba, él me miraba de una forma similar, la chica nos había mentido, la cuestión era el porque.

Son las 3am y mañana tengo escuela, pero yo quería subir capítulo.
Ya habló la mels woh, a partir de ahora estaré subiendo capítulos normal, lo prometo jajaja aunque ustedes sean pocas realmente lo aprecio

Graveyard | Melanie Martinez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora