Días Soleados

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Después de aquel extraño sueño Once no pudo si quiera cerraruno de sus ojos a causa de la sorpresa, simplemente nunca creyó la posibilidadde soñar algo así de pervertido. Su rostro aún se conservaba rojo mientras sus cachetes formaban un leve puchero,observó nuevamente a Greed, a lo cual si quiera pudo perdurar medio segundo yaque la vergüenza y el recuerdo de aquel sueño húmedo lo hacían avergonzarse desiquiera existir...pero...después de pensarlo y ver la situación de varios modos aúnera un adolecente y esta clases de cosas se suponen que deberían de ser... ¡No,no, no! Nada justificaría un acto tan sucio como ese.

Mientras Once seguía culpándose con la mente enredada, no hacíamás que cubrirse con las sábanas mientras cerraba fuertemente sus ojos y daba vueltasenrojecido como la fruta más dulce de su cultivo de árboles; hasta que sintiócomo su pareja poco a poco se levantaba, estirándose perezosamente entre levesjadeos a lo que rápidamente Once reaccionó cubriéndose de pies a cabeza, fingiendo el sueño. Realmente sehabía pasado demasiado tiempo buscando la respuesta de algo tan obvio que habíaperdido la noción del tiempo. El humilde chico cerró sus ojos con fuerza,temblando levemente por la timidez, cuando de un segundo a otro pudo sentir eltorso de Greed detrás de él, sintiendo los latidos del corazón de su parejamientras los brazos del mismo se enredaban tiernamente a su cintura y loapegaba a su cuerpo acompañado de un sin fuerzas –Once...- mientras se embriagabacon el aroma de sus cabellos. El avaro chico aún se encontraba medio adormecidoa lo que torpemente se quedó dormido en su hazaña.

-¡G-Greed!

-Ahhh...- dijo entrando en si mientras lo abrazaba más fuertea su par –Lo siento-continuó torpemente mientras depositaba un leve beso en lamejilla de su tierno novio –Tú me tienes de esta forma...- comentó para despuésponerse encima de su enamorado poniendo ambas manos a cada lado de la cabezadel mismo.

Once, intimidado, retiró la mirada mientras nerviosamentetomaba con ambas manos las sábanas –N-no seas idiota...diciendo cosas como esas...-

-Parece que te lo tengo que demostrar....-dijo para despuésdepositar pequeñas caricias en el suave cuello de su par seguido de pequeñaslamidas.

-E-Espera, aún es muy de mañana ,a-además....-el noble chicono pudo terminar sus palabras ya que su pareja tomó su barbilla robándole untierno beso el cual poco a poco se profundizó de parte ambos, jugando con su lenguas, penetrando hasta en el últimositio de la boca del otro, aunque no lo quisiera aceptar, también era agradablepara Once el cual empezó a acariciar el torso de su amado, buscando entre suspuntos más sensibles ,acariciándolo; a lo que Greed interrumpió el beso entreleves risas –Amor, sabes que me haces cosquillas- decía entre zarpescarcajadas.

-Lo sé, por eso lo hago...

Greed se quedó observando el tierno cuerpo de su parejaentre las sábanas, el cual aún parecía el de un pequeño niño, tan tierno,realmente era afortunado de tener a un apoyo como él. Se dejó caer sobre elpecho del mismo mientras holgazanamente declaraba –Eres tan delicado mi pequeñomalvavisco, realmente nunca quisiera separarme de ti.

-Vamos, deja de molestar, ya es hora de levantarse.

-Lo haré si me das un beso- expresó con la misma tiricia,logrando que su pareja se sonrojara más de la cuneta, haciéndola levantarsebruscamente de la cama.

-Vamos, que era una broma.

Entrambos prepararon el desayuno entre caricias, juegos yrisas de parte de ambos, sin duda alguna disfrutaban de su mutua y confortablecompañía. Prepararon el desayuno favorito de ambos, dulces pancakes acompañadoscon miel.

Mientras desayunaban en la cama llevaron a cabo unaconversación para decidir la forma en la cual pasar el día, fue una semanapesada para ambos así que no les iría mal el holgazanear un rato.

Oncest-¿Lo Que Creaste Es Una Mentira?-The LoraxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora