Oncest-¿Lo Que Creaste Es Una Mentira?-The Lorax

¿Crees que por ahora estaría bien?

Mientras nuestro avaro chico se encontraba en la bañera con un ánimo poco estable, aunque estuviera poco estable en su situación económica, sonreía; ya que ese mismo día era en el cual le valdría en definitiva todo y se encontraría con la única persona que más amaba dentro del mundo, no podía si quiera contar los minutos para verlo nuevamente.

Sin embargo sus tiernas premisas fueron desechas al momento de escuchar la voz de su madre al otro lado de la puerta fusionarse con la caída de los fríos chorros de agua.

-¡Greeed!

-M-mamá...-el respetuoso chico cerró el manantial de la bañera para poder escucharla más claramente –Dime.

-te, va a ser un día muy cargado y lleno de propuestas, incluso ya hay empresarios esperando en la recepción por ti, así que agradecería que...

-Lo siento, no voy a poder atenderlos.

-Bueno, para ser sincera tampoco contaban con ofertas muy buena-añadió la progenitora de Greed con un tono algo chocante –De todas formas después de ellos te toca ir a...

-Lo siento, tampoco voy a poder con eso, desearía cancelar todas las citas con las cuales cuento.

-¿¡QUE?!- gritó la señora desgarradoramente que incluso ocasionó que a su preciado hijo el cual se encontraba al otro lado de la pared se le erizara la piel -¡Greed, soy tu madre, impido que hagas algo tan descuidado como eso ahora, como ya lo he mencionado anteriormente, diriges una empresa, hay que dejar los juegos dulces de lado pequeño, esto es la vida real!

-P-pero...

-¡Sin peros!-añadió finalmente la enojada mujer para después escuchar los pasos de sus tacones alejarse poco a poco.

Que injusta podía ser de vez en cuando, sin embargo era su madre y tenía que obedecerla...un momento... ¿Tenía que obedecerla? Una vez que el influyente chico saliera de la bañera apresuradamente con una pequeña toalla cubriendo sus partes nobles, buscó desesperadamente entre sus ropas, tenía que ver hoy a su pequeño malvavisco si porque ¡SI! Dejando un rastro de ropa, logró encontrar una moda de ropa la cual lo haría pasar de alguna u otra forma por un muchacho noble en vez del famoso empresario "Greed Ler".

"Esto es tonto..." pensó mientras avivadamente cubría su cuerpo con aquellas prendas "Pero si es la única forma en la cual pueda estar junto a él..."

Y así fue como por primera vez nuestro obediente chico se atrevió a romper el campo de autoridad materna mientras saltaba cuidadosamente por la ventana de su habitación -Esto no es bueno...- dijo mientras tomaba cuidadosamente una de los barandajes de la misa con la mano temblorosa, para después sostener el completo peso de su cuerpo con la ayuda de esta –No mires abajo...no mires abajo...- se repetía mientras se movilizaba a otro barandaje más cercana que pasó gracias a su suerte, logrando caer a una más baja y finalmente llegar al suelo casi intacto, ya que sus manos quedaron algo desgas tastadas por la maniobra. Una vez ya abajo, se echó a correr entre los campos deforestados por su causa con una velocidad admirable, sabía que si alguien lo reconocería todo su esfuerzo seria en vano. Pero por suerte no fue así ya que logró mantenerse hasta llegar al lado lleno de vida del bosque, el que contaba con un vistoso pasto de un color verde bastante bonito...Greed dio un leve suspiro de alivio mientras ponía sus manos alrededor de sus rodillas tratando de recuperar la respiración para después sonreír, había al fin llegado donde el destino realmente lo quería. Incluso podía ver la pequeña morada de Once de cerca y a su alrededor los tiernos animales del bosque los cuales aún se hallaban durmiendo junto al Lorax, vaya ¿Hasta qué hora dormían? Pero al parecer no era lo mismo para Once, ya que podía escuchar su dulce voz desde donde se encontraba actualmente.