"El infierno puede ser más divertido si estás con el demonio correcto"
Me llamo Jade Soler soy hija del mafioso más poderoso de toda España y fui secuestra por el AMO Andrew Biersack.
¿TE ATREVES A LEER?
Salí de su despacho a paso rápido no quería cruzarme con nadie y con eso me refieria a Natalie.
Entre a mi habitación y me encerré ahí,no quería saber nada,solo quería estar sola y procesar todo lo que Andrew había confesado.
-¿Señorita?-llamo Lidia tocando la puerta.
-Ahora no Lidia-respondi sentada en la cama.
-Abra por favor le traje galletas-me dijo tratando de que abriera.
Me lo pensé un momento y decidí que sería buena idea hablar con ella mientras comíamos galletas.
-De acuerdo-me levanté y quite el pestillo de la puerta.
Al abrirse me encontré a Andy a un lado de Lidia.
<<GENIAL>>
-Perdón señorita-escuche a Lidia después de irse con rapidez.
-¡Vete Amdrew!-le pedí tratando de cerrar la puerta pero el era mucho mas fuerte que yo.
-¡No Jade!-respondio alterado.
-Hablo enserio-le advertí pero lo ignoro.
-Dejame explicarte-hablo despacio como si tuviera un nudo en la garganta.
-¡Andy dejame ir!-le grite furiosa.
-No pienso dejarte ir,tu eres mía y me perteneces-me dijo tomándome por las mejillas.
-¿Por que?-le pedí casi en lágrimas.
-No puedo decirtelo pero estoy muy arrepentido-susurro muy cerca de mis labios.
-Andy me haces daño no puedo estar aquí ni un minuto mas-dije mirándolo con intensidad.
-Te amo Jade eres muy especial para mí y no puedo permitir que te marches-
-No Andrew solo soy un capricho para tí-le dije alejándome de él.
-¡Te amo Jade!-grito a los cuatro vientos.
Y yo también lo amaba pero esto no estaba bien el había matado a mi madre.
¿Que me ocurría?
-Esto no está bien Andrew-lo traté hacer entrar en razón.
-Jade por favor-me suplico casi en lágrimas.
-¡Dejame sola!-grite sin más.
Andy me miró y al ver mi determinación se dió la vuelta pero antes de salir de la habitación susurró algo intangible.
-Solo vete-dije mientras las lágrimas manchaban mi rostro.
Cuando salió de mi habitación mis piernas no me pudieron sostener más y caí al suelo.
Ahí llore por lo que parecieron horas hasta que el cansancio me venció y me deje llevar en brazos de Morfeo.
...
Desperté cuando el Sol se estaba escondido y los últimos rayos de luz se filtraban por las ventanas.
<<¿CUANTO HABÍA DORMIDO?>>
Decidí darme una ducha para relajar mis músculos y mi cara dejará de estar hinchada por haber llorado,me enfunde en una cómoda pijama en tonos grises que había encontrado entre mis cajones.
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Baje a la cocina para engullir un poco de comida pero antes de llegar escuché algo que hizo hervir mi sangre de rabia.