Noche de tormenta (Michael Jacksón)

Capitulo IX

-¿Ésa era _____? -preguntó Samuel (tu apellido).

-Sí, Señor, y empapada hasta las orejas. ¿Es que nunca usa coche ó toma un taxi?.

-No, la muchacha siempre va caminando a todas partes. Es fuerte. Pero, por otro lado, el tiempo es tan impredecible que uno no sabe qué hacer. -Samuel hizo una pausa-. Me alegro que _____le haya contado que es una mujer y no un hombre.

-No me lo dijo ella, precisamente, señor.

-Ah, entonces usted le arrancó la gorra, ¿no?.

Michael se asombró.

-¿Cómo lo supo?.

-Porque eso es lo que yo habría hecho. Ese ridículo sombrero que se había puesto es mío. -Suspiró-. Supongo qu no debí haberle permitido algo así. Pero estaba tan decidida, tan ansiosa de que usted la tratase con respeto por su trayectoria comercial. Bueno, ¿qué habría hecho usted como padre?.

Michael tambión era padre y pensó qué haría si Paris, dentro de unos quince años, hiciera algo así. No tenía idea. ¿Se reiría?. ¿La castigaría?.

A decir verdad, no haría nada de eso.

-Probablemente, le seguiría la corriente.

-Exactamente. Ahora, antes que llegue _____, le haré una pregunta_ ¿Todavía tiene interés en formar parte del estudio FPFM, sabiendo que ella es la encargada porque mi maldito cuerpo me impide hacerme cargo personalmente?.

Michael se quedó callado durante varios minutos, con la vista fija en una jaula dorada y vacía que estaba sobre una mesa. ¿Negociar, en el presente, con una mujer?.

-He estado pensando-continuó Samuel-. Mi salud sigue atormentándome. No, no me interrumpa, sólo escuche. No sé cuánto tiempo más me queda. _____es mi heredera. Es una luchadora y una gran trabajadora, radiante como el sol. Pero si yo tuviera que morirme mañana, se quedaría sola, sin más familia. Usted sabe que ningún hombre haría negocios con ella.

-Seguramente que todos los que han hecho negocios con usted durante estos años...

-No, no lo harían. Los hombres son raros. Una cosa es el hogar y el afecto y otra muy distinta los negocios. Son dos mundos diferentes. Si usted saca a una mujer de uno de esos mundos, al que supuestamente debe pertenecer, y la introduce en el otro, los hombres se sentirán amenazados y actuarán en su contra. Hasta yo creo que lo haría. -Hizo una pausa por un momento y miró a Michael, que seguía observando fijamente aquella jaula.

-Tengo una propuesta que hacerle, Michael.

Ante aquellas palabras, Michael miró a Samuel a los ojos. Notó preocupación, esperanza, y algo más... súplica. No le gustó. No sabía que le propondría Samuel (tu apellido), pero seguramente no sería de su agrado. No había manera de mantenerlo callado, de modo que Michael sólo inclinó la cabeza y esperó.

Y el hachazo cayó rápidamente.

-El estudio FPFM será suyo. Todo suyo. Todo lo que tiene que hacer es... casarse con _____.

Michael se quedó duro como una piedra.

-Es una jovencita linda... no, ya es toda una mujer. Es cierto que no es muy femenina. No presta atención a esos detalles que tanto agradan a las otras mujeres. Pero es de buen corazón, inteligente y tiene un gran sentido del humor.

Michael quedó inmerso en un profundo silencio.

Samuel siguió adelante.

-Usted debería tener hijos. _____podría darle todos los hijos que desee.