Me desperté a las 11 am, como casi siempre, no tenía nada que hacer, no estudiaba, no trabajaba, no esque mi vida fuese tan relevante como la de cualquier famoso de estos con mas de un millón de seguidores pero tampoco me importaba. Y esque te los encuentras en cualquier sitio menos en su casa. Y no esque me guste juzgar a la gente, mas bien me gustaría tener la pasta que tienen ellos, cochazos y en fin, un novio precioso al que poder tirarme de vez en cuando.
Bajé las escaleras para dirijirme a la cocina, allí estaría mi madre con un par de tostadas echas, y si no, me las tendría que hacer.
Nunca me ha gustado cocinar, me pongo muy nervioso y lo suelo tirar todo al suelo.Una vez abajo, mis piernas me llevaron hasta el sofá, encendí la tele y esperé el desayuno. Mi madre ya no me hablaba, hacia dos años que había perdido las esperanzas conmigo, se limitaba a hacer las tareas del hogar, incluyendo la comida.
Mi padre no cocinaba nunca, trabajaba en una empresa de juguetes: "Cesarínia".
Si, mi padre se llamaba Cesar y era el fundador de aquella grande empresa que no hacía mas que fabricar estúpidos juguetes para críos que algún día cambiarían sus balones y peluches por porros bien cargaditos y polvos sin compasión, como hize yo.A mis 17 años aún no conocía el amor, pero tampoco tenía mucha ilusión, no me llamaba la atención teniendo a todos los tíos que quisiera en mi cama.
Pudiera ser que me hiciese falta, quizás algo en mi cambiase, pero me daba igual, un polvo y como nuevo.Desayuné y me duché, me puse un chándal Adidas y me despedí de mi madre con un simple "Nos vemos luego". Me iba al Gimnasio, como todos los días, ahí desahogaba mi rabia.
Nunca me habían dado cariño.
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•Cambios• (Gay)
RomanceChristian es un rebelde sin causa. Raúl un chico admirable debido a sus grandes metas, que un chico le llene enteramente pudiendo compaginar su trabajo y sus asuntos, compartiendo así su cariño con esa persona. ¿Podrá alguien como él cambiarle la ma...