Capitulo 1 - Mi barrio

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Aquel día llegé a casa reventado, nada mas poner un pie en mi habitación acabé rendido en la cama. No penséis que soy un cerdo, me duchaba en el gym, así que cuando llegaba a casa me iba directo al sofa o a la cama.

En cambio hoy era sábado, un día completamente distinto, los sábados en mi barrio no es que fuese muy facil aguantarlos sin llamar a la policia, o almenos eso decía Carmen, la vecina del quinto. Hacían reuniones para echar a los chavales callejeros que montaban botellones y se meaban en las puertas de sus casas, incluido a mi. No me importaba en absoluto, nunca llegaban a ninguna parte y por el bien de los vecinos que eso continuase siendo así. No estaban amenazados, pero sabían que aquí las drogas y el alcohol dominaban las calles. Si había sido así durante tanto tiempo, dudo que incluso la policía puediese cambiarlo.

Por la mañana fuí al gimnasio, sabía que si iba por la tarde acabaría echo mierda. Comí y me tumbé un rato a ver la tele cuando recibí un mensaje en whatshap, era de Nico, mi mejor amigo durante ya bastantes años, también gay, ahí decía:

- Venga hermanito, arreglate y ponte guapo que nos esperan dos actores porno, vienen aquí mismito tío, seguro que a alguno te puedes tirar, a las 8 me paso por tu casa y nos hacemos una pizza, luego ya me dejas algúna camisa guapa, que yo también quiero ligar eh, se que me enrolló mucho en los mensajes, no lo puedo evitar, si me llamases de vez en cuando esto no pasaría, te quiero bro.

Nada mas terminar de leerlo me sacó una sonrisa, no lo podía evitar, sabía que no era un niño bueno, pero yo tampoco lo era, me encantaba beber hasta perder el culo, o mas bien la lefa, siempre conseguía que alguno me hiciera una buena mamada.
Decidí responderle después de ir a por algo de comer.

- Pasate a las 8, tranquilo, tu abres el armario y coges lo que quieras, pero no te olvides de salir eh capullo, venga que vienen dos, estos seguro que saben que estamos nosotros aquí. Luego hablamos pelota, yo también tk.

Siempre le vacilaba, pero estaba tranquilo, nos moviamos en el mismo ambiente y cosas así él las entendía mejor que nadie.

Ya se acercaba la hora, me duché y me vestí, me puse unos jeans donde se me marcaba toda la polla para ser sinceros, y una camiseta de tirantes blanca con una calavera difuminada en el centro, las zapas las combinaba bien, unas negras y a tomar por culo. Me puse una colonia fuerte para oler a macho, no me gustaba la idea de que pensaran que soy gay sin preguntarmelo antes.

Eran las 7:30.

Bajé a decirle a mi madre lo que pensaba hacer, no lo solía hacer, pero faltaba media hora para que viniese Nico y mi aburrimiento sobrepasaba cualquier cosa. Ella estaba de acuerdo, pero dijo algo que no me gustó demasiado.

- Ten cuidado, y haz el favor de no traerte a ningún chico a casa por favor, hoy es mi aniversario con tu padre, llevamos 10 años casados y me gustaría tener un poco de intimidad, tu no molestas cariño pero quizás si traes a algún chico a casa hoy tu padre...

No pude evitar saltar.

- ¿Mi padre que? Esta noche vendré con quien quiera y si teneis algun problema ya os podeis ir a un hotel, o sino, me lo pagas a mi, que soy mas joven y tengo derecho a disfrutar de la vida, ¿te enteras? No me toques los cojones porque...

El sonido del timbre insonorizó mis palabras. Fui a abrir la puerta dejando así a mi madre en el salón, no la soportaba, yo hacia siempre lo que quería y si no le iba bien me la sudaba, lo haría aun peor.

- Chris, tio, ¿y esos gritos? ¿Otra vez movida con tus viejos?

- Con mi vieja para ser concretos, va, dejala, sube y pasa de ella.

Nico cerró la puerta de un portazo y entró dispuesto a subir a mi habitación conmigo. Mi madre lo paró tocándole el hombro y llorando le pidió:

- Por favor, cuida de mi hijo, es lo único que te pido, si de verdad quieres lo mejor para él, cuidalo.

- Tranquilizese señora, sabemos lo que hacemos.

Nico subió a mi habitación trayendose consigo una pizza que yo había preparado antes de que viniese, no quería que nada fallase o me pondría muy nervioso.

Se puso una camisa de botones y unos pitillos negros, los dos sabíamos que hoy, nada ni nadie nos podría detener.

•Cambios• (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora