Capitulo 4 - Suspiros de amor

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No me parecía tan mala la idea de que Nico y yo fuésemos follamigos, tenía muy claro que si algo se pasaba de los limites no se me iría de las manos.
Eran las doce de la mañana, había soñado algo muy raro la noche anterior, se me había echo extraño dormir sin el calor de mi hermanito. Pero para ser sinceros, había cogido muy bien el sueño, llevaba mucho tiempo sin dormir y lo necesitaba.

Bajé como cada mañana a ver lo que había preparado mi madre, me sorprendí al ver que no había nadie en casa. Sabía que mi padre trabajaba, ¿pero mi madre? Ella siempre estaba para mí y que no estuviese ahora me molestaba bastante.

Abrí la nevera y cogí huevos, solo sabía hacer tortilla, además me daba mucho palo buscar algo mas. Puse música tranquila mientras cocinaba, no quería ponerme nervioso y incendiar la casa. Cuando terminé la puse en un cachito de pan del día anterior, echaba mucho demenos a mi madre, compraba pan todos los días, de ese que cruje cuando lo muerdes y no parece chicle.

Después de desayunar fui a caminar por la playa, me gustaba sentir el agua en los pies, y tampoco quería quedarme solo en casa. Hacía calor así que decidí ir en bañador, era evidente que no iba a ir en ropa de calle a caminar sobre la orilla.

Oí unos pasos acelerados detrás de mi y en cuanto me giré me encontré a Nico de frente.

- Quería pegarte un susto. -Dijo fingiendo tristeza.

-Anda tonto, si yo no me asusto con nada.

Nico me miró ilusionado y eso se debía a algo seguro.

- Christian, tengo un plan para esta tarde, si quieres claro, tengo dos entradas para ir al cine y molaría ir juntos, es una película de espíritus, Paranormal Activity, ha salido ahora, va venga porfa, vamos. -Dijo insistente.

- Estoy en bañador tio, acompañame a mi casa, me cambio y vamos ¿si?

- Vale, por cierto como se te marca ¿no? Me encanta.

- ¿Quieres tocarla? Es toda para tí, ya lo sabes.

Así lo hizo, agarró toda mi polla con una sola mano, desde el tronco hasta el capullo, se sentía de puta madre pero debíamos irnos, eran las dos y se nos estaba haciendo tarde. La película empezaba a las cuatro y media, duraba dos horas y quince minutos así que acabaríamos a las siete menos cuarto, lo teníamos todo controlado, o almenos eso parecía.

Después de cambiarme invité a Nico a comer a mi casa, mi madre ya había llegado así que se podría decir que comimos algo aceptable, espaguetis. Ella estaba muy rara desde que me fuí la otra noche, yo no sabía porque pero tampoco tenía interés en preguntarle, se le pasaría con el tiempo.

Después de almorzar, nos encaminemos hacia el cine, no estaba muy lejos, teníamos suerte de que casi todo estaba cerca, era una zona turística. ¿En que zona turística no hay cine o una buena playa?

Al llegar miremos la cartelera, no había nada más interesante qué lo que Nico me había ofrecido así que fui a comprar palomitas mientras él me esperaba en la escalera con una bolsa de golosinas en la mano. Subimos juntos y le dimos las entradas al vigilante, poca gente se colaba con esa estatua ahí, estaba quieto pero imponía.

Nos sentemos en la ultima fila de arriba, me encantaba ponerme ahí, había menos gente y teníamos más espacio y libertad para comentar lo que pasaba. La película comenzó y Nico apoyó su cabeza en mi hombro a la vez que me robaba un puñado de palomitas, yo a cambio le robaba chuches, estábamos convencidos de que ninguno de los dos se enfadaría, aunque debo decir que lo de apoyarse en el hombro de alguien es demasiado de pareja. Me la sudaba, yo también estaba cómodo.

La película ya se desarrolló cuando empezaron las escenas que daban mal rollo, Nico me pidió que me sentara encima suya para ver lo menos posible la pantalla y tener algo a lo que agarrarse, al hacerlo me abrazó fuerte por detras.

Miré el móvil un instante, eran las seis, la película aún llevaría algo de tiempo, y con esa lapa apretandome el pecho no me estaba enterando de nada así que miré el whatshap. Tenía un mensaje de mi padre donde decía:

- Christian, tenemos que hablar, quiero que estés a las diez en punto en casa. ¿De acuerdo? Es muy importante, ven sólo.

¿Mi padre hablándome por mensajería instantánea? No me lo esperaba, le respondí a los dos minutos, estaba embobado mirando un cadaver dándose golpes contra una puerta.

- Estaré a las 10, nos vemos.

Fui muy concreto, pero tampoco tenía ganas de hablar con él, me daba mal rollo lo que me pudiera decir.

Nico me mordía y besaba el cuello cuando apenas faltaban cinco minutos para terminar, sabía que no se podría resistir conmigo encima. Al salir me pidió ir a una cala pequeñita donde no había nadie, acepte diciéndole que a las diez menos cuarto me tenía que ir, respetaba a mi padre, de pequeño siempre me pegaba y eso quieras o no te deja huella.

Esa cala... Era preciosa. Hasta las rocas brillaban, y además estaba muy limpia. Nico me llevó a una esquina llana y cubrió el area con una toalla suficientemente grande para que cabiesemos los dos. ¿En serio guardaba una toalla en la mochila? Eso significaba que ya sabía donde quería traerme, me sorprendí y le miré sin darme cuenta. El también me miró, pero su mirada no era igual que la de siempre.

- Chris...

- ¿Si?

¿Quería follar? Quisiese lo que quisiese, quería saberlo ya.

- Te quiero.

- Ya tío, yo también y lo sabes perfectamente.

- No christian, me he expresado mal. No te quiero, más bien te amo.

¿¿COMO?? Era lo ultimo que me esperaba, no quería hacerle ilusiones, habíamos sido amigos durante varios meses, mejores amigos.

- ¿Vas a decir algo? -Me dijo al ver que no respondía.

•Cambios• (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora