ELENA
—¡Cállate! ¡cállate! — escuché que una voz que yo ya conocía muy bien me susurraba mientras yo intentaba gritar, pero su mano en mi boca no me dejaba.
—¡Stefan! —susurré sorprendida cuando quitó su mano, lo abracé con toda la fuerza que pude—¿Porqué estás aquí?¿porqué me jalaste así? casi haces que me orine del susto— dije aún susurrando y llevando mi mano a mi frente, en donde él no dejaba de mirar y yo no dejaba de sentir pulsaciones. Estaba mojado, miré mi mano, tenía sangre escurriendo.
—No quería que me encontraran y te jale así porque si no lo hacía, Damon te iba a escuchar y no quiero verlo, no aún... —dijo con recelo y cautela en la voz.
—¿Por que? Damon no te ha hecho nada y yo tampoco, al menos no para que me secuestres. Sé que tal vez no hicimos bien en decirte antes lo que sucedía con nosotros, pero necesitas saber que jamás, en ningún momento, tuvimos la intención de hacerte daño. Tú en cambio solo te fuiste sin dejarnos explicar nada—lo miré directo a los ojos.
—¿Puedes culparme?¿Después de todo lo que pasó entre nosotros? Perdón, Elena; pero Damon sabía que yo todavía te quería y eso no lo detuvo, así como tú tampoco pudiste detenerte sabiendo que ni siquiera teníamos el año de haber terminado.
—Stefan, tú no puedes decidir por mi cuando será el momento de avanzar. Decidí estar con Damon y quería arreglar las cosas contigo para que no fuera difícil para nadie, pero escogiste el camino lleno de drama que se pudo evitar desde siempre y no dejaré que nos ensucies solo a nosotros.
—Damon no debió meterse contigo, solo terminó repitiendo la historia.
—¿Damon no tiene derecho a ser feliz?¿yo tampoco? Nuestro tiempo se había terminado y cada uno tenía que seguir su camino. Damon formó parte del mío tanto como Caroline lo hizo del tuyo y sería absurdo que yo me molestara por eso—Nuestras miradas se encontraban en guerra, yo venía con disposición de una paz total, pero su punto de vista era egoísta y absurdo.
—Sólo te quería decir que ya no quiero que me busquen; estoy bien y mucho mejor sin ustedes. No quiero que se arriesguen, hoy casi mueres y todo por no entender que los quiero lejos de mi, y no es solo por lo que hayan hecho por que al final se que fui yo quién te alejo y mereces ser feliz cuando quieras y no cuando yo este de humor—Mi semblante duro se ablandó por completo y me sentí ridícula por darle pelea— Así que dile a Damon que no se molesten en buscarme, porque no estoy perdido — me sonrió y acarició mi mejilla —. Es difícil para mi verlos juntos, pero solo quiero que estés feliz...así que déjame buscar mi felicidad..—asentí con una sonrisa y trate de contener mis lágrimas, sé que le dolía más de lo que me mostraba, sé que le había hecho daño y yo me sentía más basura por que a pesar de eso, él solo me quería ver feliz y yo había creído que era era egoísta cuando solo no quería sentir dolor...
—Esta bien, Stefan, dejaremos de buscar. Espero que nunca te pase nada malo porque a pesar de todo yo te quiero y te estimo mucho—Sonrió y asintió—Sí algún que día necesitas ayuda no dudes en llamar; además, conoces el camino a casa —Un par de lagrimas se me escaparon y lo abracé con fuerza.
—Esta bien, Elena, yo estaré bien— contestó secando mis lágrimas y liberándome.
—Adiós, Stefan— susurré y le plante un pequeño beso en la mejilla. Me alejé caminando lentamente; aún si algo salía para atacarme sabía que él me cuidaría, porque así era Stefan Salvatore, un héroe, uno que yo debía dejar buscar su felicidad.
DAMON
Estaba asustado, no podía dejar de voltear a todos lados buscando y removiendo todo a mi paso para encontrar a Elena. Me odiaba por venir aquí, por dejar que viniera aún si todo dentro de mí gritó que era un error hacerlo.
—Damon, no te preocupes, la encontraremos...—dijo Alex intentando calmarme, olvide que estaba conmigo.
—Yo se que si, no puedo permitir otra maldita opción en la que ella no este a salvo—dije molesto. Solté una exhalación y continúe pasando mi mirada por los callejones oscuros hasta que vi de reojo la figura de una mujer que se acercaba a nosotros y voltee por completo.
—¡Elena!— grité emocionado y aliviado al mismo tiempo al ver su andar hacía mi.
—¡Damon! —se escuchó el mismo grito de ella, parecía que estaba llorando. Corrió hacia mi y la recibí con mis brazos.
—¿Qué fue lo que paso? — pregunté preocupado, asustado, enojado y al borde de ir y arrancar la cabeza de todos los malditos seres que se hubieran atrevido a tocarle un solo cabello.
—Es Stefan, él no quiere que lo busquemos, se quiere alejar de nosotros...él...quiere que no lo busquemos más, quiere que sea feliz— dijo tranquilizándose y tratando de limpiar sus lágrimas. Mi corazón se apretó al escuchar su melancólica voz.
—Si él quiere eso no podemos hacer nada, pero te prometo que cuando él este mejor y haya reflexionado sobre su decisión, vendremos y nos lo llevaremos o él solo irá a nosotros— La miré a los ojos y la envolví en mis brazos cuando asintió limpiando lo último de sus lagrimas.
—Damon...prométeme que nunca me dejaras, yo no podría con algo así... Yo, yo te amo—Besó mis labios al final de aquella breve, pero profunda declaración.
—Lo prometo— le susurré separándola un poco de mi y la envolví de nuevo en mis brazos.
—¿Y si mejor entramos? adentro siguen su escena— comentó Alex con sarcasmo y arrugando la frente; Elena y yo nos separamos riendo y entramos al edificio, tuve que cargarla para saltar al patio.
STEFAN
Vi como Elena encontraba consuelo en los brazos de mi hermano para después entrar al edificio, quedando totalmente a salvo, por lo que yo me retire.
Elena no sabia que si ella se quedaba aquí, corría un gran peligro junto con Damon, por eso no había mencionado la razón que me había conducido a este pueblo lleno de augurios de muerte y desesperanza.
Buscaba su absoluta felicidad, es por ello que después de pensar y reflexionar sobre lo que haría busque una bruja. Sólo quería estar seguro de que con Damon jamás sufriría de ninguna manera, pero me enteré de una profecía; una leyenda que hablaba de la descendencia de un Doppelgänger y que relacionaba este pueblo denominado por las brujas como "patrimonio de los geminis" o "patrimonio de los gemelos", algo muy oscuro esperaba a los gemelos nacidos de un Doppelgänger. Una leyenda que ahora, después de siglos, estaba un poco más escondida y por consecuente más a salvo de los aprovechados, tenía que quedarme aquí hasta averiguar como romper con la profecía que por donde lo miraras tenía el nombre de Elena tatuado, después de todo lo vivido con ella, era lo mínimo que le debía...
Dato curioso:
Este capítulo y la escena final eran de suma importancia para la cuarta parte de esta historia. Bueno, en realidad toda esta historia era de suma importancia para ese libro; pero al no tener tanta audiencia decidí eliminarlo
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Luna llena (TVD) (delena)
Fiksi PenggemarTodos los problemas comenzaron cuando Stefan desapareció al escuchar que Damon y yo estábamos saliendo. Desde entonces lo hemos estado buscando por todos lados, pero no aparece. Hemos visitado cada pueblo que nos es posible y estamos desesperados. M...