Capitulo 19

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Acabo de ver que llegamos a los 1000 K y eso me hace muy feliz asi que merecen 2 caps los amo y esas cosas cursis

4. Llegué de un largo y tedioso día de trabajar. Estaba agotada, lo único que quería era llegar y dormir. Entré a la casa y me quité los zapatos, con lo del embarazo se me hinchaban y ni siquiera podía ver ahora mis pies. Tomé solo un yogurt y me fui a mi habitación con la esperanza de que no me molestaran y yo pudiera dormir en paz.

Preparé la tina y me metí en ella solo imaginando que hoy era mi día en spa. Hoy estaría solo relajada sin pensar en algo que me molestase. Hoy estaría dispuesta a dormir tranquila y a soñar con que todo estaría bien. Me recosté en la tina y cerré los ojos. Lauren me había regalado un disco de una banda que fue mi favorita y me ayudaba en mis tiempos de angustia.

People say we shouldn't be together

Too young to know about forever

But I say, they don't know what they talk talk talking about –canturreaba mientras me relajaba.

El baño terminó y yo me cepillé con mucha delicadeza el cabello. Desde que tomaba las pastillas se me había sanado mucho y el color en mis mejillas se había recuperado. Ahora no estaba pálida sino que mi piel siempre mantenía ese tono rojizo que tanto le fascinaba a Lauren.

Las cosas con ella habían mejorado mucho. Desde que le dije que me gustaba y que enserio quería estar con ella, siempre encontraba una forma para estar conmigo. Se escapaba; corría a Alexa con su mamá. Clara nos daba privacidad.

Taylor desde lo del tatuaje que se hizo Lauren con su nombre grabado la perdonó. Ahora se hablan pero se siguen insultando como si fueran aún enemigos mortales. A mí me encanta que se lleven mejor, así no tengo que soportar a una Lauren intolerante y mis hormonas no me traicionarían por segunda vez.

La primera vez que lo hicieron fueron cuando ella se comió el postre que yo había preparado para cuando viniera de trabajar. Hice un flan con pastel de chocolate, era mi favorito. Me imaginaba volver a casa y saborearlo como si fuera el último manjar en la tierra. Juré a Taylor que nadie me impediría comerlo.

Llegué del trabajo toda feliz, sintiendo que el mundo era mío. Alexa no estaba. Clara seguía en la panadería. Lauren se suponía que buscaría un lugar donde trabajar; caminé a la cocina y al abrir la nevera me encontré con un hueco en ella.

Comencé a reírme nerviosa y lo busqué en la cocina, no estaba. Echa una furia subí a la habitación de Lauren y allí estaba ella. Con la boca llena de chocolate y las mejillas empapadas en dulce. Me sonrió y yo la fulminé con la mirada.

-¡¿Sabes cuanto tardé en hacer ese choco-flan?! –pregunté alterada.
- ¿Era tuyo? –preguntó sentándose en su cama- ¿Ya viste que estoy desnuda?
- ¡Me importa un reverendo pepino! ¡Ese pastel era mío! –le grité y ella rió.
-Amor, puedo ser toda tuya...
- ¡El pastel! –dije haciendo un puchero y con ojos llorosos.
- Cariño –dijo Lauren acercándoseme- estás haciendo un berrinche por un pastel que puedes volver a hacer...
- Pero... yo quería ese pastel –dije y las lágrimas comenzaron a salirme.
- ¡Amor no llores! –dijo Lauren asustada- ¡Te compraré otro!
- ¡No! –dije y me senté en la cama con ella en mis piernas- ¡Ese yo lo hice, era mi segundo choco-flan!

Lauren comenzó a correr por la habitación y se vistió rápidamente. Se puso su abrigo pues hora estábamos en otoño-. Vamos por tu pastel.
-¡No Lauren! –dije en un mar de llanto.

...

Ahora yo estaba recostada disfrutando de mi yogurt. Mi niña se me movía demasiado ya tenía ocho meses y estaba enorme. Cuando Lauren se levantaba más temprano que yo y tenía que irse. Pasaba primero a mi habitación para abrocharme los zapatos. Para cuando yo despertaba ya los tenía puestos, por lo que me bañaba a veces sentada con los pies afuera.

Me abracé de una almohada, vi mi reloj y eran las nueve de la noche. Suspiré y me acurruqué deseando que Morfeo me abrazara y no me soltara más.

Cerré los ojos y sentí que las sábanas me mecían cuando en eso la puerta de mi habitación se abrió y Alexa entró echa una furia en ella.
-¿Qué?
- ¡Tú tomaste mis jeans! –dijo restregándomelos en la cara.
-Yo no tomé nada –dije molesta.
- ¡Míralos! –exigió mientras yo solo trataba de sentarme y de ver lo que ella quería ver. Mordí mis labios y luego la quité de encima-. ¡Tienen una mancha y además están estirados!
- Alexa estoy cansada y si nos ponemos a calcular, mi pierna no entraría allí. Las tuyas son unos popotes –dije mientras me paraba y ella me tomó por el cuello empujándome a la pared. Cubrí mi panza por instinto.
-Sé lo que haces Cabello –susurró- ¿crees que no sé que tú te ves con Lauren a escondidas?
-Ah... -susurré- ¿y qué se siente saber que tú novia prefiere salir conmigo que contigo? –pregunté- Es triste... ¿no?
- Es la madre de mi bebé –gruñó y yo reí.
- A mí no me engañas perra –respondí empujándola- puedo estar embarazada pero no estoy estúpida. ¿De quién es? –pregunté- ¿De Keaton? –se tensó- ¿De Drew? –investigué todo su historial en la escuela y la lista no era corta- ¿De Luis? –pregunté- Oh, no... del profesor de matemáticas.
-¡Zorra! –dijo y me dio una bofetada. Me giré solo para tomar impulso y le revestí tremendo bofetón que la hizo caer al suelo.
- Es mejor que no te metas conmigo –respondí. Sí, ahora era una embarazada agresiva. Incluso Cameron se quedó quieta por un buen rato.

-Eres una... -dijo ella pero la puerta se abrió y Lauren entró por allí.
-¿Qué haces aquí? –le preguntó a Alexa. Ella soltó el llanto y se levantó del suelo.
- Yo solo venía a preguntarle qué podía hacer para quitarle la mancha a mis jeans y ella me atacó, dijo que salía contigo a escondidas y que tú la amabas más a ella que a mí –gruñó y se acurrucó en sus brazos- ¿qué voy a hacer Lauren? –gritó- ¿Qué voy a hacer cuando mi hijo pregunte por qué su madre no me ama? ¿Por qué huyó con la sirvienta?

Yo rodé los ojos y miré a Lauren quien me veía con cara de "ni idea".

-Dime Lauren...
- No te puedo decir nada Alexa, sabes que eso no es cierto... yo no puedo ver más a Camila así, ella es simplemente la sirvienta –de acuerdo, eso sí me dolió.
- Lo sé Lauren pero es que odio la forma en que la ves –dijo ella y yo apreté la mandíbula.
- ¿Cómo la sirvienta? –preguntó.
- Sí –dijo ella. Gruñí bajito.
- Escucha, si yo la quisiera a ella en lugar de ti, no estaría aquí diciéndotelo. Te quiero... -susurró en su oído. Ella se separó de ella y le besó tiernamente en los labios.
- Si van a hacer eso quiero que lo hagan fuera –pedí y los empujé. Alexa se subió al cuerpo de Lauren y ella encendido la besó fieramente mientras se pegaban al pasillo. Yo azoté la puerta y la cerré con seguro. La odiaba, odiaba la forma en que la besaba.

Sabía que ella me quería más a mí pero detestaba la forma en que ella me restregaba en la cara que públicamente Lauren era de ella y aunque yo la tuviera más seguro, ella la tocara.

Me recosté en la cama tratando de imaginar una mejor excusa para sonreír, pero siempre me encontraba con la imagen de ella siendo pasional con Alexa. Escuché algo en mi terraza y cuando miré Lauren azotaba cual res en ella.

-¡Au! –dijo y noté que comenzaba a llorar.
-¿Qué rayos? –pregunté levantándome lentamente.
-¡Lo que hago por ti! –dijo ella mientras se levantaba y me mostraba con su mano un osito de peluche y un corazón.
-¿Casi te matas para traerme un peluche? –pregunté y ella se levantó y se sacudió- ¿Por qué entras por mi ventana?
- Sería más romántico.
- Estoy enojada contigo –dije sentándome y ella lo hizo frente a mí.
- ¿Hay alguna forma para remediarlo? –preguntó y yo fruncí el ceño.
-Me gustaría que dejaras de decir que la quieres a ella frente a mí y además que la beses en mis narices –gruñí y ella se acercó más a mí.
-Lo siento –susurró cerca de mi rostro.
- No es cierto...
- Sí lo es –susurró frente a mis labios- ¿me perdonas?
-No –respondí firme.
-¿Me perdonas? –preguntó de nuevo hablando entre mis labios.
- No –respondí de nuevo.

Ella tomó mis mejillas y me dio el beso más apasionado que jamás me había dado haciéndome estremecer. Haciéndome saber que yo solo le pertenecía a ella y era solo mía. Gruñí en el beso y recibí un par de mordidas de ella. Su traviesa lengua se hizo paso entre mis dientes para juguetear con la mía. Me abrazó más a sí y gruñó entre mis labios.

-Te amo –susurró y yo me quedé en medio de un shock- ¿ahora sí me perdonas? –preguntó haciéndome ojitos. Sonreí y besé castamente sus labios.
- No.

Yellow Shirt (Camren adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora