Familia

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Un sonido producido por mi teléfono me saca de mi alterado sueño. Despierto un poco confundida.

¿Dónde estoy? Poco a poco mi cabeza se va despejando y me deja en la realidad.

Mi hermano...mis padres, tengo un malestar hueco y distante, lo reconozco por los años, es el dolor.

Recuerdo de pronto que mi teléfono sonó porque debió llegar un mensaje. Me estiro sobre el edredón y alcanzo la mesita de noche por él. Desbloqueo mi teléfono y miro que es Isaac.

Isaac: Ely, sé que es de madrugada y debes estar rendida pero aún tengo que mostrarte algo más. Creo que te gustará.

Frunzo el ceño y decido responder ahora.

Yo: Necesito ver de qué se trata, puedes venir ahora, no tengo sueño.

Lo envío y espero su respuesta. Pasan un par de minutos aún no hay ninguna. Prendo la lámpara y me cambio rápidamente por algo más cómodo.

Un golpe a la puerta me hace exaltar, aprieto la bata que puse sobre mi cuerpo y voy a abrirla.

Aparece Isaac en el marco de la puerta, ha cambiado sus jeans por unos pantalones de chándal pero utiliza la misma camiseta de antes.
Le hago un movimiento con la cabeza y le indico que cierre la puerta.

Tiene un sobre de manila en sus manos y se sienta al borde de la cama, me siento algo cerca de él.

-¿Qué tienes por mostrarme? - trato de no parecer nerviosa y aprieto mis manos.

-No sé si quieras hablar conmigo sobre esto y tal vez quieras estar sola para después- abre el sobre y con cuidado saca una fotografía. Me mira con sus ojos llenos de emoción y me la pasa.

-La encontré en una carpeta que tenía Henry, estaba marcada como familia Hart y solo había esa foto- dice y asiente con la cabeza para que la mire.

En ella está un hombre que tal vez estaba en sus veintiocho años, tiene el cabello castaño claro, sus ojos son de una extraña mezcla entre el gris y algo de verde, tiene una cara tan alegre, es como si sonriera hasta con su mirada, a su lado está una mujer tal vez de la misma edad, tiene casi el mismo color de cabello que el mío, sus ojos son cafés, está sonriendo con ternura y adoración hacia él.

Unas pequeñas lágrimas se deslizan por mis mejillas mientras miro a los dos pequeños bebés que tienen cargados en brazos.

Un niño y una niña, la niña utiliza un vestido estampado color lavanda, su cabello es aún muy pequeño pero está recogido por una diadema con un lazo y está cargada por su padre.

El niño está dormido en brazos de su madre, también tiene casi el mismo color de cabello que su hermana, utiliza un par de shorts que dejan al descubierto sus pequeñas piernas y una camiseta con estampado de un auto.

Era una familia feliz pienso, era la familia más feliz y lloro en silencio.

Siento una mano acariciando mi espalda y después como el colchón se mueve por Isaac acercándose más a mi lado. Sin pensarlo dejo caerme en sus brazos, él me aprieta contra su pecho y me deja sollozar.

Varios minutos después logro calmarme un poco y susurrar algo.

-Gracias- no sabía que más decir, pero el no hizo preguntas y me mantenía como un ancla para que no desfallezca.

-Tranquila Ely, todo se va a solucionar, estoy seguro de ello - aspiro y siento ese miso olor que conocía hace mucho tiempo, él huele como si hubiera pasado mucho tiempo en el bosque, algo parecido a la madera y algo más que no logro descifrar.

Quédate, por favor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora