Todo tiene una razón de ser

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Desde ese día en el bar solo hemos paseado por los alrededores, en parte por temor a alguien de Henry que nos esté buscando y porque Sam ha estado en su empleo, ella trabaja en una bella floristería aunque parece que no es de su estilo.

Hoy es el gran día, Connor nos llamó ayer y nos dijo la estupenda noticia.

Ya tenía la copia del testamento y para mi suerte también era el día que cumplía mi grandiosa mayoría de edad.

Cumplo el 14 de abril, no es una gran fecha pero en esa nacimos mi hermano y yo.

Mi hermano.... él también cumple años hoy, espero y sepa algo de su familia biológica.

-Ely, feliz cumpleaños-me susurran al oído mientras me abrazan.

-Gracias Tony -digo apretándolo con mis delgados brazos.

-Sabes que cuentas conmigo, siempre -dice mientras se separa de mí y aprieta mis hombros.

Estábamos desayunando cuando Isaac y Tony se levantaron de sus asientos, se miraron y asintieron, luego me sonrieron y Tony empezó a hablar.

-Ely, Elizabeth, hoy es un día especial para ti, no solo porque es tu cumpleaños, sino porque técnicamente ya eres un adulto, sabes, contarás siempre conmigo y con todos, tendrías que festejar también con tu familia pero no pudieron estar presentes en tu vida -él me vio a los ojos y yo asentí con la cabeza -¿Pero también sabes algo? - él le dio un codazo a Isaac y el continuó- nosotros aunque te hayamos fallado algunas veces - miré a sus ojos, creo que ha hecho aún pesa sobre sus hombros, por eso tal vez es muy consciente conmigo.... quiere arreglar lo que estropeó, pero no sabe que esto ya está arreglado y ahora quiero seguir adelante - somos tu familia, te apoyaremos y protegeremos, porque somos una familia y ellas están siempre unidas.

Apareció un gran arreglo de flores ante mis ojos y solo los abracé, tienen razón..... Somos una familia, aunque rota y a veces fallamos, estamos juntos.

-Deja de hacer eso, me pones a mí también nerviosa-me susurra Sam, es algo que hago sin darme cuenta, mi pierna empieza a saltar y chasqueo los dedos, es inevitable.

-Lo siento... solo quiero que esto termine y poder tener una mísera vida en paz - le respondo y le guiño un ojo, ella sonríe y me guiña uno también.

Dios, me entiendo con ella tan bien que río solo de pensarlo, lo que hicimos el día anterior es una prueba de ello.

-¡Chicas! – Grita desde el baño - ¿me pasan una toalla por favor? - vuelve a gritar.

-¡No! -grita Sam mientras hojea una revista, tiene el turno de la tarde en la floristería así que está aquí con nosotros en la mañana.

-¿Por favor...? -dice Tony y saca la cabeza por la puerta del baño.

-No quiero -dice Sam y bosteza un poco, se levanta, estira sus brazos y vuelve a bostezar.
La cara de Tony se ilumina un poco, creo que piensa que le va a pasar una, hasta que ella solo se da media vuelta y camina hacia la cocina.

-Ely...- dice en voz lastimera y yo alzo mis cejas como si estuviera preguntando algo.

-Ni lo pienses, siempre te pasa eso -digo riendo un poco.

-Cállate, es mi mala suerte, pero, por favor, pásame una toalla -dice mientras vuelve a meter la cabeza al cuarto de baño.

-Es tu pequeño problema Tony –me encojo de hombros y busco el control remoto entre los cojines del sofá.

- Señoras y señores... - Sam entra con el control remoto en su mano - con ustedes... Anthony, - se lanza a mi lado y yo río - tiene que salir del cuarto de baño sin toalla porque nadie se la pasará e ir a esperar a que se seque su ropa ya que la persona que está a mi lado y yo la metimos en la lavadora junto con la de Isaac, así que no tiene nada que ponerse – exclama como si estuviera en un circo mientras enciende la televisión.

-No lo dices en serio... ¿O sí? -dice Tony mientras vuelve a sacar la cabeza por la puerta.

-Si camarada, se está lavando todo y tienes que esperar... - cuenta con sus dedos pensativa - dos horas hasta que la secadora termine – cambia de canales buscando alguna cosa interesante.

Miro a Tony con diversión, tiene una pequeña mueca de desagrado y reprimo una sonrisa amplia.

-¿Y qué voy a hacer ahora?-pregunta después de unos momentos.

-Trata de conseguir la toalla –digo moviendo las manos como si fuera obvio.

¿Y dónde se supone que están? –exclama, escucho hace ruido con algunas cosas del baño, creo que está moviéndolas.

– Están cerca del armario de Sam, en los cajones que están al lado de la mesita de noche de la derecha- grito para que me escuche.

– Gracias por todo -responde Tony con sarcasmo.

Suelto una carcajada y me levanto del sofá en busca de comida.

Fuimos algo crueles en ese momento, aunque se lo merecía porque siempre olvida de llevar una toalla, luego de que haga regresado al sofá se volvió a abrir la puerta del baño, había sacado la cortina de una pequeña ventana que hay ahí y trató de cubrirse lo mejor que pudo, sus pisadas húmedas hicieron eco sobre el suelo de madera, solo alcanzamos a ver su espalda y después escuchó la puerta del cuarto de Sam cerrándose.

Ella que estaba conmigo me guiño un ojo y sonrió mientras yo reía un poco.

-Srta. Hart, el señor Connor la espera-dice su secretaria, me levanto con Tony a mi lado y nos deja entrar a los dos.

Sam e Isaac se quedan afuera ya que el guardia del bar al que fuimos la otra noche, David que en realidad se llamaba Daniel, llamó a Sam y le dijo que un par de ex compañeros de ella e Isaac estaban por allí. Alguien grabó lo que hizo Isaac esa noche y lo subió a alguna red social.

Por eso creo que tenemos que irnos otra vez, nuestro equipaje está listo, Sam nos va a dar su auto mientras que el nuestro se queda con ella.

-Buenos días -le digo y estiro mi mano para apretarla con la de él. Acepta mi saludo y nos invita tomar asiento lo cual lo hacemos gustosos.

-Bueno chicos, lo conseguí pero con varios oficios para convencerlos, tenemos suerte de que hayas estado a días de cumplir tu mayoría de edad ya que el estado no solo tu hubiera llevado a otro orfanato, si no que no hubieran prestado atención a mi petición-dice Connor mientras abre un sobre de manila.

-Gracias por todo esto, es muy importante para mí-digo sinceramente, solo puedo agradecer por su trabajo.

-Bueno... pues, que esperamos-dice Connor y saca varias hojas.

Las alinea bastante y empieza....

Quédate, por favor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora