Primer encuentro

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Oh Sehun. Heredó su cargo como presidente de la empresa de su padre, la empresa más importante y prestigiosa del país, se rumora que es muy callado además de inexpresivo, tiene muchas admiradoras y es muy mujeriego, pero nunca se han encontrado pruebas de todo lo malo que ha hecho. Es adicto al sexo, y últimamente empezó a tener un gusto por los chicos. Nadie sabe esto más que Kris.

Que es el que le provee todo los "elementos" que el necesita para satisfacerse. Dice que Sehun es un cliente inesperadamente "Peculiar e interesante" y le guarda confidencialidad, por que paga una cantidad suficiente como para alimentar a 40 personas por 1 año.

Le gusta ver como otros reciben placer por parte de él, pero también le gusta ver como reciben dolor... Por parte de él. En el siglo 21 se etiqueto a estas personas como "Sadomasoquistas" pero el término queda muy corto a lo que es Sehun. Estaba pensando en eso cuando de pronto la puerta se abrió y un chico entro a la fuerza, se levanto de una vez mirándolo, el chico estaba cabizbajo y en su cara se veía lo indignado que estaba. Sonrió, por que le gustaba lo que veían sus ojos.

En el aire se respiraba tensión y el chico aún no lo miraba a la cara, se estaba impacientando, pero por parte esto le estaba poniendo lentamente, se acercó un poco a él y notó como el otro se forzaba a si mismo a asimilar lo que estaba pasando, puso su mano en su barbilla y delicadamente levantó su mirada, unos ojos que escondían por dentro dolor y agonía, sintió un punzaso en el pecho, así que miro al piso. No sabía qué decir, ni qué hacer, no quería hacer la situación más incómoda y menos quería que su nueva víctima se aterrorizara de él desde un principio.

-¿Cómo te llamas?- Dijo al fin, después de que pensara que esa sería la pregunta mas apropiada.

Por su lado, Yixing miro como los pies del hombre frente a él, se estaban acercando hacia él y un ligero escalofrío recorrió todo su cuerpo y trató de maneter la compostura necesitada en el momento, no podía simplemente sonreír y llorar, por el momento debía mantenerse neutral ante la situación y mirando los lustrados zapatos del hombre a unos centímetros de distancia quizo repudiar al mundo por haberlo puesto en esa situación. En el momento de sentir la mano del contrario levantó la mirada levemente sin verlo directamente y parpadeó un par de veces, no podía negar que el chico frente a él era realmente muy apuesto, pero su belleza física no aminoraba la ausencia de esta en su interior, al menos eso era lo que pasaba por su mente; en el momento cuando escuchó su pregunta bajó la mirada nuevamente y suspiró.

-Mis padres me pusieron el nombre de Zhang Yixing, pero... Mi nombre será el que usted decida... Señor.

El corazón de Sehun palpitó rápido, pero como siempre, no demostró lo que sentía, sólo estuvo serio. -Eso lo veremos con el tiempo.... Y no quiero que me llames señor... -Creyó que tenía todo arreglado, que debía hacerle saber quién mandaba, pero su mirada simplemente no ayudaba, le daban ganas de estampar a este chico contra la pared y comérselo a besos, aunque solamente se limitó a mirar su reloj y hacer unas cuantas llamadas.

YiXing había asentido instantáneamente al escuchar su petición, no lo llamaría de esa manera ni de ninguna otra hasta que él mismo le indicara como debía hacerlo.

Apretando la mandíbula miró hacia la esquina de la habitación cuando el contrario simplemente se puso a hablar en su celular, hacia tanto no veía uno, podía recordar que antes de ser técnicamente secuestrado, tenía un celular con botones y una tapa, además de que era considerablemente más pequeño que ese, era como si de pronto lo hubieran sacado de una cueva cavernícola o algo por el estilo, pues de tecnología únicamente conocía los aparatos de cocina y limpieza. Se distrajo pensando en todo eso hasta que escuchó nuevamente la voz adversa dirigiendo su primer orden...

LOVED SUBMISSIVE [HIATUS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora