LOVED SUBMISSIVE [HIATUS]

A Casa

-Vendrán por nosotros en unos 30 minutos, ve por algunas de tus cosas.-Extrañamente se mostró muy frío en la conversación, pero creyó que estaba bien.

Aunque Yixing no supiera lo que le esperaba, Sehun tenía más que claro lo que quería hacerle. No necesitaba más sirvientas que la que tenía en casa, no necesitaba que le dieran de comer, todo esto ya lo tenía.

Asintiendo nuevamente, Yixing hizo una leve reverencia y se retiró de la oficina hacia su "celda" nuevamente.

Sehun vio como el chico salió sin refutar y por parte lo hizo sentir mal, solamente unos minutos después, llegó Kris con una sonrisa.

-¿Hay trato? -Dijo mientras se sentaba.
Sehun quedo pensativo un momento. -Sí... Lo llevo conmigo.-Firmó unos cuantos papeles, y en pocos minutos estaba en el recibidor.

Una vez que hubo tomado las pocas prendas de ropa que tenía, y se hubiese despedido finalmente de ese lugar que para nada iba a extrañar, el "carcelero" llevó de la mano a Yixing, hacia donde estaba su ahora dueño, él lentamente se acercó con su pequeña maleta entre las manos.

El más alto miro al chico a su lado, quien tenía una pequeña maleta las manos, suspiró aliviado de que no fuera mucho. Todo estuvo en completo silencio hasta que llegó el auto, Sehun agarró la maleta del chico mientras lo invitaba a entrar a al auto.

YiXing levantó la mirada para ver dicho objeto de cuatro ruedas y pasó saliva, pensando en los que aún quedaban ahí dentro y que ya no habría quien tomara su lugar en los castigos, solamente para protegerlos. Dudó un poco sobre si sería lo correcto, pero sabía también que si no lo hacia ahora, probablemente no tendría otra oportunidad para irse, así que finalmente avanzó y entró al auto, poniendo las mano sobre sus piernas juntas y la mirada sobre estas.

El camino fue silencioso, pero Sehun culpó a la hora por esto. Trataba de no ver al chico directamente, miraba sus reflejos o a veces volteaba a verlo por períodos, pero no era capaz de sostener la mirada en él,

El extranjero podía sentir la mirada del contrario sobre él y eso lo hacía sentir incómodo, realmente estaba empezando a arrepentirse, pero era muy tarde para echarse atrás, solamente podía seguir aguantando de ahora en adelante y lo sabía. Al sentir el auto detenerse miró por la ventana y sus ojos se abrieron con gran sorpresa, no esperaba menos, pero de alguna manera la vista fue muy imponente. No, no le había gustado la casa, pero le recordaba su casa en su país y fue peor pues sabía que no sería igual.

Sehun notó como el chico se sorprendía de ver su casa, sonrió ya que no esperaba una reacción diferente a esa, la casa era la más grande del barrio.
-Por dentro te sorprenderá más.-Dijo mientras abria la puerta, dando paso al chico.

Al entrar a la casa, YiXing se dio cuenta de que solamente era igual por fuera, eso le dolió más.

-¿Jen?- Dijo el más joven mientras se escuchaban sus ecos. De pronto apareció una chica vestida de "maid", estaba casi desnuda y se veía como si fuera un traje erótico, a estas alturas, Zhang YiXing debería estar pensando que él era un enfermo, pero vamos... ¿Qué persona normal compraría a otra?

Al ver a la chica acercarse a ellos el corazón de YiXing literalmente se partió en pedazos, conocía a esa chica, cuando él llegó a aquel lugar ella estaba ahí y aunque sólo pudieron estar juntos prácticamente un año, jamás olvidaría a la chica que fue como su hermana mayor, verla de esa manera le asustó, le enojó, le hizo querer golpear al tipo a su lado pero sabía que no podía. Un sentimiento profundo inundó su corazón y sintió unas inmensas ganas de llorar, aunque por supuesto, no quería que él se diera cuenta por lo que solamente asintió.
-Como usted diga. -Miró a la chica y sonrío levemente. -Hola ... Vamos ya.-Pudo apenas susurrar antes de irse tras ella a lo que sería su habitación. Al llegar a esta cerró la puerta tras él y abrazó a la chica, quien rápidamente correspondió al abrazo antes de separarse segundos después.

-Lay, hermanito, cariño no puede ser, tú no. -Acariciaba las mejillas del chico mientras algunas lágrimas salían.
-Tranquila, tranquila todo estará bien, no te preocupes que yo soy fuerte... Aprendí a serlo, aprendí de la mejor. -Sonríendo levemente suspiró.
-No debe saber que nos conocemos, ¿bueno? Ahora yo ya no puedo defenderte más, hermano, él vendrá en un par de minutos solamente y debo retirarme. -Suspirando profundamente persignó a su amigo y salió rápidamente de la habitación, mientras él empezaba a desempacar su poca ropa.