LOVED SUBMISSIVE [HIATUS]

Castigos

Estando recostado de esa manera con el menor luego de todo lo que había pasado era realmente bello para YiXing, pensar que hace solamente unas semanas estaba muriendo de preocupación y angustia por la vida del más joven, y ahora estaba ahí, a su lado luego de haber consumado por enésima vez su amor, con el corazón acelerado. De repente, al escuchar aquellas palabras, lo hicieron levantarse para mirar al menor con los ojos cristalizados antes de besarlo tiernamente y abrazarlo con fuerza. -¡¡Por supuesto que sí quiero mi amor!! No hay nada que quiera más que el casarme contigo y estar contigo hasta que la muerte nos separe.

Sehun sonrió mientras sostenía la cabeza del menor entre sus manos; su corazón latía con fuerza y sentía sus mejillas arder. Esta ba nervioso y ansioso de sólo pensar en eso, pero quería unirse con su novio para siempre, quería ser feliz junto a él y darle la vida que se merecía, por el bajaría el cielo. - Te amo... Te amo mi Zhang.

-Te amo más, mucho muchísimo más Hunnie, gracias por hacerme tan feliz, en serio, me haces la persona más feliz del mundo, te amo, te amo muchísimo más. -Se acercó a él y besó sus labios con ternura para seguidamente sonreír sobre éstos.

-Prometo protegerte siempre, sólo quiero que seas feliz, por que yo ya lo soy a tu lado. -Él no era de muchas palabras, pero cuando decía lo que sentía a YiXing, se lo decía con el corazón, con todo el sentimiento del momento.

Ese momento era simple y sencillamente mágico para XiYing, era todo lo que él había querido siempre. Aunque quizá cuando se imaginaba ese momento en el pasado, se lo imaginaba con alguna chica, agradecía que no hubiese sido así y ahora estuviera ahí, con el hombre que se había convertido en el más grande amor de su vida, al cual amaba sin igual.

Después de besarse nuevamente, se metieron bajo las cobijas y empezaron a hacer el amor una vez más, se escuchaban pequeñas risas y gemidos que volvían este inolvidable momento aún más inolvidable. Esa noche estuvo repleta de amor, besos, caricias, simplemente todo lo que hizo la ocasión completamente mágica y especial, tanto que no querían que ese momento acabara jamás. Aunque luego de unas horas se quedaron dormidos del cansancio, habían sido unos días agotadores y, este en especial, había llevado sus energías al límite.

Sehun durmió plácidamente, tanto que ni se dio cuenta a qué hora había amanecido. Aunque los rayos del sol dieran en su rostro, su mente le pintaba escenarios haciendo sus sueños agradables.

Por su parte, YiXing no quería despertar por ningún motivo, no quería abrir los ojos, solamente quería quedarse ahí con su prometido, pero para ese momento su mente ya habí a despertado. Sonrió al recordar el detalle de lo que había sucedido la noche anterior, se acomodó mejor en el pecho del menor y le dio un beso en el mentón. -Buenos días amor, ¿no irás a trabajar?... Aunque no quiero que te vayas, debes descansar... Pero tienes más de un mes sin ir.

-Mmm... -Sehun empezó a retorcerse haciendo pucheros aún con los ojos cerrados. -No quiero ir... -Dijo acercándose a él y susurrando sobre sus labios- No quiero levantarme de aquí nunca... -Le dio un beso mañanero al mayor y eso hizo que su corazón saltara al recordar que le había propuesto matrimonio la noche anterior, aunque en el fondo sabía que faltaba el anillo y también una propuesta decente. Pensó en planear todo, pero por ahora solo quería seguir disfrutando el momento; tener al amor de su vida entre sus brazos era el sentimiento más bonito que podía experimentar. Empezó a besarlo lentamente, realmente podría estar así con él para toda la vida; despertando desnudos cada mañana y darse mucho besos antes de partir a trabajar, por suerte estaba temprano, y aún tenía mucho tiempo con su prometido.

YiXing sonrió embobado al sentir a su amado de esa manera y correspondió a sus besos abrazándolo por el cuello, sin importarle que recién hubiesen despertado y ninguno se hubiera lavad o aún la boca, acarició las mejillas del menor y se separó un poco para mirarlo. -Está bien amor, no vayas... Realmente yo tampoco quiero separarme de ti, no quiero salir de tus brazos ni un sólo segundo... Pero debería ir a hacer el desayuno amor... Y no me digas que prefieres desayunarme a mi porque sabes a lo que me refiero... Solamente quiero que estemos bien. -Cerró los ojos nuevamente y lo abrazo suavemente con una sonrisa dibujada en los labios. -Te amo amor mío.