La piedra en el zapato

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Esa noche Sehun logró dormir bien, como dicen, después de la tormenta llega el sol, y era cierto, despertó con algunos rayos de sol dándole a la cara, abrió sus ojos pesadamente, empezó a mirar a todos lados ubicándose en tiempo y espacio real, luego vio al chico que estaba frente a él, esta era la primera vez que alguien despertaba en su cama, abrazado a él, era la primera vez que al abrir sus ojos, veía lo que deseaba ver, sonrió y recordó todo lo que había pasado, como su Zhang cuidó de él y lo reconfortó, empezó a acariciar su cabello, tal vez sonara muy indeciso, que él no sabe lo que quiere, o que cambia de opinión cada 2 segundos. Pero esta vez deseaba estar con él, y no le importaba lo que dirían los demás, nadie importaba si no él, el chico que dormía junto a él, acarició su cabello y beso su frente, quedó viendolo por minutos diciéndose que esta era su vista favorita. Luego notó como empezó a moverse y empezó a repartir besos por su rostro sonriendo, su corazón palpitó fuerte cuando su hoyito apareció en su mejilla y le dieron ganas de besarle y apretujarlo.
-Buenos días... -Decía con su voz un poco ronca.

Luego de mucho tiempo, varios años en realidad de no haber podido dormir completamente bien, YiXing finalmente se sentía en paz, no había frío, no habían gritos, su corazón estaba tranquilo y eso realmente lo mantuvo durmiendo mejor de lo que lo había hecho mucho antes, tenía sueños bastante extraños pero muy lindos a la vez, cuando sintió las caricias en su cabello y los húmedos labios sobre su frente fue despertando lentamente, no quería abrir los ojos, quería seguir durmiendo para no detener aquellos bellos sueños, pero de alguna manera esos sueños eran parte de su realidad. Recordó todo lo de la tarde y noche anterior y fue entonces cuando renunció a la idea de seguir durmiendo, se removió lo que pudo entre los brazos del contrario y una sonrisa apareció cuando sintió sus besos, abrió lentamente los ojos y miró al contrario aún con su sonrisa, parpadeo un par de veces y se talló los ojos. -Buenos días... ¿Te sientes mejor?, ¿Deberías prepararte para ir al trabajo? Lo siento... ¿Quieres que te haga el desayuno?

Sehun sonrió tiernamente y siguió acariciandolo. -Me siento mejor... Si... gracias a ti... Debería, pero no quiero ir hoy al trabajo... Hoy quiero estar en mi cama todo el día, quiero estar contigo... -Miró sonriente mayor. -Realmente me hiciste sentir muy bien... ¿Desayuno? ¿Qué harás?-Preguntó poniendo cara de niño curioso mientras se apegaba a él. -¿Quieres que te acompañe? -Sin dar oportunidad a que el contrario respindiera se levantó apresurado, con mucha energía, demasiada energía, agarrandolo de la mano y corriendo hasta el primer piso. -Zhang... -Dijo mientras lo miraba. -Hoy no quiero seguir reglas... -Dijo mientras miraba a otro lado.

YiXing sonrió enternecido al ver las reacciones del menor y se levantó también, le gustaba ver ese lado del más joven, verlo actuar de acuerdo a su edad en lugar de estar serio y amargado le llenaba el corazón de felicidad. Siguió al contrario sin soltar su mano hasta el piso de abajo y al escuchar sus palabras simplemente asintió y sonrió con amplitud. -Si eso deseas así es como será, supongo que de todas maneras no hay muchas reglas de por medio en estos momentos. -Dijo el mayor encogiéndose de hombros, llevó al menor a la cocina y lo hizo sentar en la mesa mientras él se iba tras la barra. -¿Qué deseas desayunar? Yo lo haré lo mejor que pueda para ti, así que pues solamente pide... Antes de que alguna molestia se haga presente.

-Sorprendeme... -Respondió el menor sonriendo mientras trataba de poner sus ojos en otro lugar, para que el mayor no notara su cara de hipnotizado. De pronto el timbre de casa sonó. -¿Quién podrá ser? -Se preguntó el mismo, hoy se sentía de buen humor... Tanto que se dirigió a la puerta a ver quién era.

YiXing asintió al escucharlo y se puso a hacer el desayuno, huevos, tocino, waffles, tostadas, hotcakes, jugo de naranja y café, leche, eso era lo que tenía en mente e iba empezando a hacer uno a uno, cuando miró al contrario levantarse y salir de la cocina simplemente se encogió de hombros sonriendo y siguió con lo suyo.

LOVED SUBMISSIVE [HIATUS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora