Capitulo seis

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Me levanto gracias a la claridad que se filtra por la gran ventana de mi habitación, hoy morfeo me habia regalado una noche lejos del pais de las miles de pesadillas lo cual agradecia, me gire al sentir un cuerpo a mi lado.Y alli se encontraba aquel angel caido, llevaba la ropa de la noche anterior y dormia con una paz inmensa , su mano agarraba mi cintura protegiendome de los demonios.

-Buenos dias pequeña Lizzy -murmira con voz cansada pero a la vez melodiosa.
-Buenos dias Bella durmiente-la despierto sonriente, ella me lanza esa sonrisa de sirena, capaz de envaucar a cualquier marinero...o marinera.

-Creeme no soy una princesa, yo diria que estoy mas en el lado oscuro.
-Hasta en los mas oscuros lares puede llegar una inmensa luz-le advierto y ella me da un beso en el cachete que me deja perpleja.
-Cuando sonries y estas decidida de ves muy linda-admite y noto como mis mejillas se tornan de rojo.
-Me dan ganas de besarte cuando haces eso-y acto seguido se levanta de la cama dejandome con ganas de provar el pecado, y sentir esos labios de marfil sobre mi piel de porcelana.

  Me levanto y observo que llevo unicamente una camiseta gris larga de franela, cojo unos pantalones cortos de estar por casa y bajo tras Arabella.

  Al llegar al salón la encuentro caminando con soltura y gracias cual versos de un poema observando los retratos , observa mi cara de pequeña , a mis padres y a mi madre, y por ultimo una foto con un toque de vainilla que quiero apartar de su vista.
-Ven vamos a desayunar-le digo forzando una sonrisa y conduciendola a la cocina.
 
Ella sigue mis pasos analizandolo todo con detenimiento y pasion, en busca de algo y a la vez de nada.Esta chica fuerte y misteriosa, seguramente rota y hermosa lo observa todo como si no quisiera olvidar cosa que muchos humanos pagariamos por hacer. Al fin y al cabo no somos mas que deterioradas marionetas en un juego llamado vida.

  Hago unas tostadas y café , ella me observa sentada al lado del fregadero, me cuenta cosas increibles y río olvidando mi pasado y la noche anterior, olvidando los miles de mensajes que Ian a depositado en mi telefono y los miles que quedaran por depositar, incluso la conversacion que futuramente tendremos, pues el pasado es el pasado y el futuro aun es lejano y sin duda amo este presente ausente de la vainilla, el humo y fuego.
-gracias por dejarme quedarme-me dice mientras desayunamos.
-gracias a ti...no sabes lo sola que me siento.
-bueno yo tambien vivo algo sola, mis padres se mudaron a Nueva York por trabajo y estoy viviendo sola, una no nota lo vacia e inmensa que es un piso hasta que te encuentras sola en él.

Claro que tenia padres me dije, Arabella no es una diosa , ni un alien, es una persona, con sentimientos e inteligencia.
-A veces se siente bien la soledad otras veces notas como te destroza-admito.

-Siendo tan joven y hablando con la voz de la experiencia.

-Ya ves, la experiencia no va por años sino por momentos-digo y en ese momento ella acerca su cara a la mia y nos quedamos asi, el tiempo se congela y yo disfruto de este momento que se ha helado para mi.

-Llamame siempre que necesites una compañera para gastar ese bourbon, para fumar mientras hablamos con filosofía, salir de noche o incluso cuando te pese la soledad.-cuando pronuncia tales palabras noto como mi cuerpo tiembla, quiero hacer eso quiero pasar tanto tiempo junto a ella.

  Y se va pero su olor se queda impregnado en mi, en mis sabanas, ya no siento ganas de romper en miles de mares al respirar.Entonces me percato de aue aun hay un tema por resolver, Ian.Le llamo con mi corazón en la mano, destellos de aquel beso remueven mi cabeza, buenos labios, suavidad y calor.

-Buenos días desaparecida...Estaba preocupadísimo.-admite él y le creo teniendo en cuenta la cantidad de llamadas que mi movil contenía.

-Estoy bien de verdad, me encontre con...una amiga y bueno se quedó a dormir.-consigo decir a la carrera.

-¿Segura?.

-Al 90 por ciento.

-Eso es bastante.-ríe melodiosamente, suena igual que los acordes de su guitarra.-Oye querría hablar de lo que pasó anoche.

-Nos vemos a las cuatro en el parque situado cerca de mi casa.-y cuelgo repentinamente mientras me pierdo aun mas en el espeso bosque.

 

        Paso lo poco que queda de mañana intentando mantenerme ocupada, paqra que mi mente no regrese a aquel suceso, pero parece que todos los recuerdos son como un leopardo acechando a su pres y caen en ti a la minima en la que te despistas.Y asi pasaba, de repente recordaba el sonido de un volantazo, el ruido sordo de un golpe de al aire, de critales clavandose en mi, o recordaba palabras duras y frías como la roca.Al fin y al cabo mis únicos salvavidas  son y serán los libros.

     Horas mas tarde me encuentro en el parque esperando mientras el viento azota mis cabellos, unas manos tapan mis ojos y se con certeza que es él, y todo lo que tenía pensado decirle cae al abismo, no tengo idea alguna de lo que siento y mucho menos de lo que quiero hacer.Se sienta a mi lado y me observa expectante, hago amago de comenzar pero mi voz se rompe cual copa de cristal.

-Bueno.-comienza Ian.-Quería decirte que me gustas, en el poco tiempo que hemos pasado juntos he empezado a sentir algo mas que esa atracción que senti cuando te ví hablar con Belle, eres valiente y fuerte, y a pesar de todo has seguido adelante.-A partir de ahí mis ojos drenaban mi tristeza interior.

-No soy tan fuerte.-musitó .

-Lo eres.-me contradice.

-Soy una fragil muñeca, vieja y rota, desilachada y sucia, que ha bailado con la muerte.

-Y lo has superado, eres increible y ni te das cuenta-replica Ian secandome con el dorso de su mano las cristalinas lagrimas que resbalan por mis mejillas.-Quiero que seas mía, quiero hacerte reír , si me dejas.

-Yo...no se lo que siento y menos se quien soy, espero descubrirlo, se que hay algo ahi, un hilo invisible que me lleva a ti pero también me lleva a otros lares, no puedo darte una respuesta mientras la confusión me consuma.

-Lo entoendo de verdad, si sabes algo hazmelo saber hobbit mío.-dice abrazandome y todo mi cuerpo se relaja.En la despedida se inclina y besa mis labios y yo me quedo petrificada, pero esta vez no huyo , me despido y cuando entro en mi casa me tumbo en el sofa boca abajo escuchando musica que interpreta una baile junto con mis lagrimas.




 

Recuerdos heladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora