Recuerdos helados

Capitulo 8

  ¿Y cómo se suponía que un gato que habían recogido de la fría calle volvería a ella?Eso me preguntaba después de esa tarde con Arabella, después de tanta felicidad ¿Cómo volvería a mi vida de soledad?No lo sabia, era como si me hubieran permitido un día en el cielo antes de volver a la tierra.

   Hoy un día gris, donde las nubes se confunden entre la lluvia y la niebla, yo observo por la ventana de la clase de literatura imaginándome otro mundo, uno donde pudiera besar los labios que deseo sin temor alguno, sin duda sería el paraíso.La profesora nos pregunta sobre Catherine y Heathcliff, de Cumbres Borrascosas, yo pienso que si fuera ella , habría pensado a quien amaba antes de hacer nada y después cogería a el y le diría que despertase, que luchara por ella y que no se limitase a encerrarse en si mismo pero que no la dañase con esa pasión destructiva, entonces me percaté de que debía hacer lo que pensaba, tenía que arriesgarme, tirarme al agua sin saber que me espera, eso haré, allá voy.

    Después de tal reflexión me sentía feliz y liviana, hablando con entusiasmo y pretendiendo estar bien, y puede que después de tanto, al fin lo estuviese. Me dirijí un momento al baño y escuhe arcadas, toser, el rasgamiento de garganta, quería preguntar si estaba bien , pero no podía articular palabra, me quedé escuchando miles de arcadas, parecía como si no estuviera contenta hasta quedar vacia, completamente pura y limpia, y puede que así fuera.Cuando las arcadas  pararon me diriji al lavamanos , no podía quitarme aquel sonido de la mente, entonces escuché un ligero llanto y vi unos esbeltos pies que sobresalían de la puerta gris de aquel baño.

-¿E-Estas bien?-pregunté con voz temblorosa tocando la puerta.

-Si, no es nada.-dijo una voz conocida aclarándose la voz y levantándose, supongo que algo avergonzada.

    Lo que no esperaba, lo que terminó de derrumbarme y cambiar la imagen fue la persona que se escondía en aquel baño, aquella persona que quería sentirse ligera como el aire vaciando su estómago era Belle, la perfecta y plástica chica.

-¡¿Qué miras!?-pregunto ya con su tono habitual.

-Nada-contesto yo, desviando la mirada.

-No era eso lo que parecía...No pruebes los burritos, sientan fatal.

-si ya...oye Belle si necesitas hablar con alguien sobre...-comencé a decir pero la rubia me interrumpio.

-Tu no sabes nada, déjame en paz y yo te dejaré a ti, cada uno con sus problemas y dolores, cada persona es una rosa cubierta de espinas, no eres la única que las posee.-dijo llendose con paso firme a la vez que una gota surcaba la porcelana de su frágil y falso rostro.

 

Hola lectores! Se que es corto y que hace tiempo que no subo pero las clases se me han echado encima, intentaré subir con más frecuencia y el próximo será más largo.

No olvidéis echar un vistazo a Lonely hearts club de youngwriters26  , historia que comparto con buenos escritores de wattpad.