Harry's Wife.

12.

Mia sonrió tierna mente antes de levantarse de la cama y entrar al baño antes de que yo pudiese abrir la puerta y recibir al camarero.

-Sólo entregame la comida y vete. -Dije, frustrado. Sino se iba en diez minutos iba ha sacarlo yo con mis propias manos y me iba importar un comino si me sacaban del hotel.

-Uh, claro señor. Perdone las molestias.

Cerré la puerta después de que el joven dejara la comida dentro de la habitación y me dirigí al baño para tocar la puerta del mismo, estaba abierta. Ahí se encontraba mi esposa, despeinada, con mi camisa de botones blanca y sonriéndome de forma muy coqueta.

Salió del baño moviendo su cadera de lado a lado, seduciendome. Llegó a la mesa donde se encontraba todo y cogio una fresa con chocolate y me miró. Ella metió aquella fruta a su boca y la mordió muy lentamente,ella quería matarme.

-Mi amor, creo que deberíamos dejar de comer y terminar lo que dejamos. ¿No crees? - dije, mientras la abrazaba de la cadera y besaba su cuello.

Sentí su piel erizada mientras hacia aquello, y su risa nerviosa.

-No. Yo tengo mucha hambre.

Ella estaba recalcando esa palabra y ahora se encontraba en mi mente. Rayos.

Mi esposa, al haber terminado ya su primera fruta de la noche, sostuvo con sus dedos el tenedor y corto un pedazo de pastel de tres leches.

No resistí verla comiendo todo aquello y me acerque. La sujete con fuerza y la levante, por inercia envolvió mi cintura con sus delgadas piernas. Baje mis manos a su trasero y camine con cuidado para no caernos hasta la cama. 

La acosté en ella, y me puse encima, con mis codos a cada lado de su cabeza y acercándome poco a poco para besarle. 

Subió sus manos a mi cuello envolviendo con sus dedos mis rizos que ya estaban demasiado largos. Baje hasta su cuello y lo bese lentamente, haciendo que ella lanzara suspiros. Le quite mi camisa y fui acariciando su abdomen plano. 

- Harry... 

-Uhm- dije mientras volvía a sus labios.

-Ya no puedo más.