Infancia: Años de Sonrisas

26 4 0
                                    

A pesar de que mi vida estudiantil era un verdadero martirio las vacaciones o el fin de semana era lo que más me podía alegrar, tenía muy buenos amigos y un hermano que me adoraba. Mis primos nos iban a ver todas las tardes para jugar juntos, y a veces en el verano se quedaban en nuestra casa, como mi abuelo se iba de vacaciones a la cordillera mis primos venían para alegrarle los días a mi abuela.

No podría decir cronológicamente como ocurrían las cosas, si lo hiciera estaría mintiendo, nadie absolutamente nadie recuerda las cosas de su infancia de forma cronológica, a no ser que tengan un diario donde escribió su vida, pero ese no es mi caso.

Recuerdo que cuando mi abuelo se iba de vacaciones por aproximadamente 1 mes o 2 meses, mis primos se quedaban por un mes o un poquito menos, quizás para mí era menos porque como dicen, cuando se pasa bien el tiempo vuela. Se podría decir y puedo afirmar que los años que viví junto a mis abuelos fueron los mejores de mi vida, tenía unas personas que lo daban todo por mí y mi hermano, pero como siempre no todo puede ser perfecto y había problemas familiares. No voy a dar los detalles escabrosos de cada discusión familiar que he visto a lo largo de mi vida y menos a todas las lágrimas que he visto derramar gente que realmente quería.

Diarios de vida contando anécdotas de mis veranos hay por montón, mis amigos y mi familia era todo lo que tenía y tengo hasta el día de hoy, podría contar muchas cosas que podrían ser mentira o ser verdad, podría decir cosas que sé o fantasías que no sabrían si considerar reales o no, podría abriles mi corazón y ni lo notarían es algo inevitable creemos que todo lo narrado en los libros es algo irreal y que a veces leer cosas trágicas nos hacen mejores personas porque nos hacen ver la realidad por otros ojos, pero eso es solo morbo, el mismo morbo por el que quizás has llegado hasta aquí, el querer saber qué cosa tan mala me ha pasado para que quisiera contar mi historia... siento decepcionarte pero aun no es tiempo de contar eso, todo a su tiempo.

Como les dije anteriormente junto mi casa tenía unos vecinos que eran gemelos, ellos fueron por muchos años los mejores amigos que una chica como yo podía conseguir de ellos aprendí muchas cosas, me encantaba jugar y hablar con ellos además de que su mamá era una mujer muy especial, yo la quería como una madre, tengo muy buenos recuerdos de ella, pero para guardar la identidad de aquella mujer tan maravillosa solo la mencionaré como la Sra. L.

Otra cosa que podría contarles es que frente a la casa de mis abuelos había una iglesia, creo que es una iglesia evangélica, créanme cuando les digo que es un martirio estar en casa los fines de semana, y no lo digo porque me guste irme de fiesta All Night Long, por el contrario, resulta que antes en la antes mencionada iglesia ponían música toda la noche, bueno para ser exacta hasta las 2 o 3 A.M. y no dejaban dormir casi nada, pero creo que era también una venganza por los vidrios rotos y los pelotazos en la puerta cuando estaban orando, creo que ni ellos nos querían a nosotros, ni nosotros a ellos. Habían veces en los que incluso en la noche les contábamos la luz o jugábamos a las escondidas dentro, o íbamos solo una vez en el año, según yo y mi prima nos intentaban engatusar con regalos para que fuéramos parte del rebaño de niños que iban a la Iglesia, pero nosotros como buenos diablillos recibíamos los regalos y huíamos lo más rápido que podíamos, aún tengo guardado un libro que venía en la última caja que me regalaron, estas cajas venían de estados unidos así que todo estaba en inglés, pero a nosotros nos daban menos cosas que a los que iban a la iglesia regularmente. Son recuerdos que me hacen sonreír, como también hay algunos que me hacen reír a carcajadas y otros llorar, quizás solo quizás en un tiempo más comparta alguno con uds.

Los veranos eran lejos los mejores, como los que pasé en casa de mis abuelos fueron los más largos podría empezar contando los pocos que pasaba en casa de mi madre, a decir verdad allí tenía más "amigas" y pasaba mi tiempo con ellas, había una niña a quien odiábamos porque a pesar de vivir en el cerro como nosotras, ella siempre se creyó mejor que nosotras, incluso una vez le tiramos un lagarto que encontramos muerto y le robamos las revistas porno que ella escondía en unos árboles. Con mi hermano y la hija de la tía Helen, una vecina de mi edad y su hermano menor, teníamos una "base" la cual era un árbol el que llevábamos se cosas que encontrábamos y decíamos que era nuestra nave espacial, también recuerdo cuando jugábamos a los paleontólogos y descubrimos un "fósil de dinosaurio", aunque en verdad era un cráneo de un pobre perrito que murió entre el pasto.

Año tras año nuestras visitas a la casa de mi madre disminuían y pasábamos más con mi abuela; mi abuelo se iba casi todas las vacaciones a la cordillera con sus amigos pero siempre dejaba la mercadería comprada, apenas él se iba empezaba el 'webeo' en buen chileno. Como se dice "cuando se va el gato y los ratones salen de fiesta", mi abuelo no es un ogro, pero a veces era un poco mandón, así que hacíamos todo lo que no podíamos hacer cuando él estaba, jugábamos dentro de la casa, mi abuela jugaba fútbol con nuestro grupo, comíamos como cerdos, jugábamos cartas hasta tarde, nos contábamos historias de terror, se venían a quedar mis primos, nos quedábamos jugando con el grupo afuera de la casa hasta el anochecer, en resumen era genial.

En el verano no solo nuestros primos venían, también venía el primo de mis vecinas, él a mi parecer estaba bien guapo y hasta el día de hoy lo digo, pero él tenía la edad de mi hermano. El hecho de que el verano nos unieran a todos no disminuía el hecho de que mis queridas vecinas quisieran hacernos sentir una basura comparadas con ellas y ahí empezaba la eterna competencia, por ejemplo cuando ellas comían galletas no le daban a nadie y cuando mi abuelo se daba cuenta compraba paquetes grandes de galletas y comíamos todo el grupo, cuando ellas compraban globos de agua mi abuela nos mandaba a comprar el doble, ellas siempre jugaban solas y no compartían nada, nosotros a diferencia de ellas nos encantaba estar en grupo y compartir todo. Hablando del tema de los globos de agua puedo sacar el tema de los juegos que teníamos con mi abuela cuando mi abuelo no se encontraba, por ejemplo en el día comprábamos globos y los inflábamos a más no poder con agua, al menos un litro por cada globo si es que no era más, y los metíamos a un balde que tenía agua y comenzamos a jugar, si era sobre países y nombrabas uno que no estuviera repetido podías lanzar el globo a quien quisieras pero sin reventar, o a veces sin ni siquiera tener que nombrar algo, la idea era pasar el globo lanzándolo sin que se reventara, jugábamos con lo que encontráramos desde globos hasta mangueras, a veces se incluían mis primos y otras veces solo jugábamos mi abuela, mi hermano y yo. Recuerdo una vez que llamé a mi hermano con mucha urgencia y el entro casi corriendo al baño para ver qué pasaba y mientras estaba todo despistado lo tiramos dentro de la ducha haciendo que quedáramos todos empapados. En las noches jugábamos tantas cosas desde las cartas, PlayStation, cuerdas, hasta a los países, este último era el más difícil de jugar y no lo digo por la dificultad del juego en sí, es más bien por el alboroto que causábamos mi prima y yo a la hora de jugar, recuerdo que tenías que elegir un país y todos elegían países como: Estados Unidos, México, Argentina, Brasil, Chile, España, pero el más problemático lejos era Francia, él porque es bastante simple, mi prima y yo queríamos siempre ser Francia. Nos gritábamos argumentos en esos entonces muy convincentes, por ejemplo 'Yo soy Francia porque no marco la R y me dicen francesa' entre otros. Incluso una vez llegamos a los golpes por ser Francia y era increíble que nos dejáramos de hablar, incluso al principio los demás intentaban con algo como 'una va a ser Francia1 y la otra Francia2' y empezaban los gritos de quien iba a ser Francia1, con el tiempo nos aburrimos de pelear así que simplemente nos dábamos media vuelta y cada una para su casa, los demás siempre nos decían lo mismo "Ya po' chiquillas ¡no se vayan, somos muy pocos pa' jugar!"

A medida que crecíamos los juegos fueron cambiando, uno de los que nunca me dejaron jugar fue "La Escondida China", mis abuelos sabían que cuando los chicos se escondían con las tipas que eran mis vecinas las manoseaban enteras y era obvio que no querían lo mismo para mí, esa era una buena razón por la que estuve como estúpida contando una y otra y otra vez.

A medida que los juegos cambiaban y los años pasaban, también nuestros intereses fueron transformándose, de nuestro grupo al ser la más pequeña fui viendo como todos los demás iban cayendo en vicios, el primero que vi y probé fue el cigarro. Mi hermano y otros dos amigos quienes eran los más grandes se ponían a fumar tras la casa de mis abuelos, yo desde el principio supe que se escondían ahí, así que un día de aburrimiento muy calladita me dispuse a mojarlos con la manguera que daba al patio trasero, espere que prendieran los cigarros y muy despacio abrí la llave del agua, como habían tres diminutos puntitos rojos creí que el del medio era mi hermano, pero me equivoque ese era uno de sus amigos... Al ratito después de escucharlos dar un gritito de niña cada uno se fue para su casa, mi hermano tenía la mitad de la ropa empapada y su amigo estaba como si se hubiera metido a la bañera con la ropa puesta, me dio ataque de risa ahí mismo de tan solo verlos como estaban y apuesto de que si uds lo hicieran o lo hicieron se reirían conmigo.

Me tarde un montón en escribir pero he vuelto, creí que esta historia sería larga al igual que '¿Pero que estoy haciendo?' pero me equivoque, no es tan larga pero ojala la disfruten....

Adiós

XOXO

Mira En Mi MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora