Harry
Desperté con Louis abrazándome igual que anoche, no se había movido.
Anoche, se durmió antes que yo, por lo que decidí que sería mejor dormir en la cama, tuve que levantarme del suelo y cogerlo con cuidado de que no se despertara, y no lo hizo.
Seguía en la misma posición durmiendo plácidamente, lo miré fijamente, a veces me preguntaba como podía un ángel como él estar conmigo, cada vez que lo miraba juraba que era lo más hermoso que mis ojos hayan visto jamás.
-Lou -susurré para despertarlo.
Louis hizo una mueca haciéndome saber que me había oído, pero no dijo nada, ni se movió.
-Bebé -susurré de nuevo.
-Mm -frunció el ceño y ocultó su cara en mi pecho.
-Despierta -reí un poco.
-Mm no
Me reí y morí de ternura al verle actuar de nuevo como un niño, levantó su cara y me miró medio dormido, al verme reír, sonrió.
Me levanté a hacer el desayuno mientras que Louis se quedaba en la cama y se tapaba la cara con la almohada.
Cuando lo hice, volví al dormitorio y lo encontré en la misma posición.
-Louis
-Déjame -refunfuñó.
-Tienes que levantarte
-No quiero -se dio la vuelta y se tapó con las sábanas.
Suspiré y me fui, de todas formas merecía dormir, ya que hace dos noches durmió en la calle.
Por la tarde.
-Louis -volví a entrar al dormitorio.
Seguía bajo las sábanas.
-¿Vas a levantarte?
No respondió.
Intenté acercarme y destaparle para el menos ver si estaba bien pero tiró de las sábanas impidiendo que lo hiciera. Suspiré.
-¿Estás bien?
-Déjame -respondió.
Lo dijo en tono bajo, su voz se notaba desanimada.
-Louis...estoy preocupado, ¿qué pasa?
No respondió. Ni siquiera se movió.
-Ya mismo hay que ir al cumpleaños de Liam, tendrás que levantarte.
Tras decir eso me fui de la habitación cerrando la puerta.
Después de una hora, Louis se levantó. Lo observé desde el salón. Fue a la cocina, oí el frigorífico y también el sonido de una botella de cristal y un vaso, volví a oír el frigorífico y al rato el vaso posándose en el fregadero. Cruzó el salón con un cigarro en la mano y se lo terminó en el balcón. Volvió dentro y me miró.
-¡Buenos días! -dijo alegremente y fruncí el ceño- Venga, que hay que ir a casa de Liam, vamos a prepararnos -se fue sonriente a ducharse.
Niall
Estábamos yendo a casa de Liam ya que era su cumpleaños e iba a celebrarlo con nosotros. Habíamos pedido día libre en el trabajo, que por cierto ahora los dos trabajábamos con Louis, al parecer necesitaban personal; Zayn y yo nos íbamos turnando el día y la noche, claro que este era un trabajo temporal porque puede que a Louis le bastase pero a nosotros no nos hacía ninguna gracia trabajar en un sitio de comida rápida.