INMORTAL

Prólogo

Multimedia: Skylar.

Año 1716.

Madrid- España.

La fina llovizna se estaba intensificando. La joven de pelo castaño miró al cielo, pronosticando que la lluvia pronto se convertiría en una tormenta. Aceleró el paso, tenía que llegar a la reunión en 30 minutos, y al paso que iba seguro llegaría tarde. La calle estaba totalmente oscura, ya que eran más de las ocho de la noche, y era invierno.

Holdings le había dicho que el encuentro seria en la calle Barcelona, casi al 1200. Miró los números de las casas, 200- 239, todavía estaba a algunas cuadras de su destino.

Escuchó unos pasos, giró su cabeza pero no vio nada, siguió andando. Los pasos nuevamente se hicieron escuchar, pero esta vez 3 hombres se encontraban a unos cuantos metros de ella.

-No te desesperes- Se dijo a si misma- Acelera y trata de perderlos.

Hizo caso a su conciencia, empezó a caminar más rápido, miró a los sujetos de reojo; ellos estaban más cerca.

-¿Qué hace una dama sola a esta hora?- Preguntó uno de ellos. Pero la joven los ignoró y siguió caminando.

-Hey hermosura ¿quieres jugar?- Otro sujeto se paró delante de ella, cerrándole el paso.

-Muévete, voy tarde a una reunión- Trató de que su voz sonara intimidante, ocultando el miedo que estaba sintiendo.

-Oye bien perra- Dijo uno de ellos sujetándola del cabello- Esta noche los cuatro nos divertiremos juntos, no vas a gritar, porque nadie te hará caso.

Una oleada de miedo le recorrió cada parte de su cuerpo. Pero justo cuando uno de los tipos la estaba por tocar sacó fuerzas de donde no las tenía y lo golpeó. El hombre se tambaleó asombrado y confundido. Los demás quisieron sujetarla, pero se defendió con más golpes. Puñetazos y patadas iba y venían, hasta que el más alto del grupo sacó un arma.

El pánico se apoderó de la joven. Un horrible dolor apareció en su vientre, bajó la vista a ese lugar y vio como la sangre emanaba del lugar en donde se incrustó la bala.

Calló al suelo sin fuerzas. Los tipos se acercaban a ella ¿No fue suficiente con haberla herido? ¿Qué más querían?

Una sombra apareció de la nada y de un golpe los noqueó a los tres. Con las pocas fuerzas que tenía trató de fijar su vista en el hombre que la había salvado. No podía reconocer nada, pero algo no andaba bien, el sujeto poseía dos enormes alas.

¿Estaba alucinando? Era lo más seguro; los ángeles no existían.

Aquella persona la alzó en brazos, justo antes de que callera desmayada.

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La joven despertó sobre una superficie blanda. Todo el cuerpo le dolía; sentía una sensación rara en la espalda, específicamente, en los omoplatos.

Un hombre apareció en la habitación. Lo miro más detenidamente; tenía pelo castaño, ojos marrones verduzcos y su tez era clara, aunque lucia algo bronceada, pero su vista se pojó en las enormes y blancas alas que tenía en la espalda.

-¿Quién...quién eres?- Preguntó confundida y asustada.

-No temas querida- El ángel se acercó más a la cama- Mi nombre es Thalion, y soy tu ángel guardián.

-¿Mí qué?- Preguntó, pero las imágenes de los ocurrido le llegaron de repente. El grupo de hombres, los golpes, el disparo, el hombre que la salvo. Se quedó en shock al darse cuenta de que él era la persona que había acabado con los sujetos- ¿Tú me salvaste? ¿Verdad?