INMORTAL

Capítulo 10

La guerra por fin a comenzado, ¿Saldrán Draven y Skylar vivos de esto?

NARRA ONYX.

-¡Ahora!- Ordené apenas la luna se tornó completamente roja.

Las amplias filas de mi ejército de vampiros, junto a los demonios de Drakkar; ingresaron por aquel portal que nos tele transportaban al reino de los ángeles.

Aquel lugar era como nos imaginábamos, y nos habían contado; totalmente pacífico y blanco; no por nada lo llamaban El Reino de la Paz y la Esperanza.

Frente a nosotros se alzaba un enorme castillo; lugar de residencia de los arcángeles. Frente a él se encontraban un numeroso ejército de ángeles.

¿Sabían ellos de nuestro ataque? No lo creo, no existía alguien que les hubiera informado, ¿O acaso ellas...? ¡Claro que no! Eso era imposible, Skylar y Danielle estaban encerradas, y no pudieron haber tenido contacto con ellos.

-¿Y ahora?- Kan se situó a mi lado.

-¿Y ahora? Ahora nada. Atacaremos igual- Me dirigí a mi "padre"- ¿Tus tropas están listas?

-Siempre- Me respondió con su gruesa voz, y su típico tono frio.

-Perfecto.

Me situé al frente de ambas tropas y, con la voz más clara y fuerte que pude, hable.

-Estamos a solo unos metros de nuestro enemigo más despreciado. No quiero compasión por nadie, ellos tampoco lo tendrán con nosotros. Quiero que acaben con cada uno de ellos; pero déjenme a Gabriel para mí, ¿entendido?- Escuche un grito de parte de todos como respuesta- Perfecto.

Me di la vuelta y fije mejor mi vista en el ejército alado. Como pensaba; en primera plana se encontraban Thalion y Gabriel, los cuales también tenían la mirada puesta en mí.

-No les tengo miedo. Denme lo mejor que tienen, a ver si salen vivos de esto- Hablé en su mente.

-¡Ahora! ¡Por la victoria!- Grite, siendo secundado por cada uno de los demonios y vampiros.

Corrimos en dirección al castillo, decapitando y clavándole nuestras espadas a cada ángel que se nos cruzaban por nuestro camino.

Al llegar al castillo me quedé estático al ver quien se encontraba allí, en posición de batalla.

-¿Skylar?- Cuanto me di cuenta del tono que había usado, ya era tarde.

-¿Sorprendido de verme Draven?

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NARRA SKYLAR

Una fuerte explosión se pudo escuchar en el pasillo al rato de que el enorme ejército se fuera.

-¡Skylar! ¡Danielle!- La voz de Claus me alegro.

-¡Aquí estamos!- Gritó mi amiga a todo pulmón.

-Gracias a Dios que las encontré- Soltó aliviado mientras abría las celdas y nosotras salíamos de ellas- Habrá una guerra; filas y filas de vampiros y demonios se aparecieron en el reino. Gabriel me mando a rescatarlas.

-Ya sabemos; vimos cómo se tele transportaban; pero, ¿Cómo nos encontraste?

-Nah- Le restó importancia con la mano- Fue pan comido, ¿O acaso no recuerdas con quién hablas? Tengo kilos de cargamento de toda clase; puedo, si quisiera, volar este lugar en millones de pedacitos- Rio, mientras que nosotras rodábamos los ojos.

-Ya señor ego. Sera mejor que nos vayamos, ¿No lo crees?- Danielle de dio un empujoncito.

-Cierto, cierto... Entonces vámonos.

Caminamos hasta el final del pasillo; donde Claus abrió un portal.

-Sabes qué podemos volar hasta allí ¿no?- Pregunté.

-Ya lo sé; es solo que por este medio es más rápido.

Asentimos eh ingresamos; apareciendo al instante en nuestro hogar.

Lo primero que vimos fue al enorme ejército de Draven a unos ¿2 kilómetros? Más o menos de los ángeles.

-¡Skylar!- Unos fuerte brazos me rodearon- Estás bien...

-Tranquilo Thalion, estoy sana y salva.

-Me alegra que ese mal nacido no te haya hecho nada, porque si no le arrancaría personalmente la cabeza.

-Igualmente lo haras. De esta no saldrá vivo, ¿Verdad Gab?- El aludido asintió.

-Prepárense- Anuncio el arcángel- Allí vienen.

Gire la cabeza y vi que tenía razón. Los demonios y vampiros se acercaban cada vez más a nosotros.

Rápidamente me puse mi armadura, tome mi espada, y me posicione justo a la entrada del castillo. Al llegar Draven a donde estaba se sorprendió al verme allí.

-¿Skylar?

-¿Sorprendido de verme Draven?- Desvaine mi espada y ataqué, el cual pudo esquivar por poco.

Desvaino el también su espada y comenzamos una lucha, donde el sonido del metal chocando era lo único que podíamos escuchar.

-Creí que estabas en tu celda, ¿Cómo escapaste?- No trato de ocultar su sorpresa, o si lo hizo, no le funcionó muy bien que digamos.

-Tengo mis métodos; los cuales no te los rebelaré- Sonreí al hacerle una herida en su costado derecho.

Escupió sangre y volvió a blandir la espada en mi dirección, la cual esquive con agilidad.

-¿Llamas métodos a qué un ángel te vaya a salvar?- Lo mire sorprendida y confundida- No es necesario ser adivino para saberlo.

Lo mire molesta y le volví a dar una estocada, esta vez en la pierna.

-¡Mierda!- Maldijo- Estaba tratando de ser compasivo contigo, pero ahora eh cambiado de opinión.

Movió su espada, el cual me roso la cara y me genero un pequeño corte en mi mejilla izquierda. No deje que aquella pequeña herida me obstaculizara, y pronto volví a levantar mi espada y luchar nuevamente.

Di un golpe, el cual esquivo; pero me distrajo a mí, por lo cual no vi que un vampiro venía en mi dirección, hasta que sentí un fuerte y agudo dolor.

Baje mi vista y pude ver una espada atravesada en mi abdomen. Mis piernas se entumecieron y mí vista se llenó de puntitos negros.

Caí al suelo semi-inconsciente. Fije, como pude, mis vista hacia Draven y pude ver que me dirigía una mirada de preocupación.

Lo último que pude ver fue a Thalion corriendo en mi dirección, asesinando a vampiro u demonio que se cruzara en su camino, antes de que todo a mí alrededor se volviera negro.