Capitulo 1

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Multimedia: Draven (alias Onyx).

Repasaba en mi mente la lista de criaturas que tenía que capturar. Dos Jackses, dos Xarsos. Además, tenía que darme una vuelta por la ciudad de Portland, había varios casos de muertes sospechosas. Los arcángeles piensan que hay algo que no encajaba en los ataques, sospechan que un clan de vampiros anda por la zona. Yo estoy encargada de vigilar, ya que no quieren que la cosa se complique.

-¡Cuidado!- Alguien me empujó, haciendo que cayera al piso. Giré la cabeza y vi a Claus, un ángel vengador.

-¿Qué ocurre?- Me puse de pie, siendo ayudada por él.

-Mitchell- Dijo señalando a una ángel. La cual reconocí de inmediato. Era un ángel de la muerte- Está probando un nuevo... etto... ¿Cómo decirlo?- Pensó unos segundos- Equipamiento anti-vampiros.

-¿Equipamiento anti-vampiros?- Le mande una mirada de "esta no me la creo."

Solamente asintió y, sin ninguna otra explicación, siguió caminando por el castillo.

Bufe molesta; Claus era uno de mis amigos, al igual que Mitchell. Pero estoy pensando seriamente en que la presencia, de ese par, no es buena influencia para mi... ni para nadie.

Como iba diciendo, tenía que bajar a la Tierra, e investigar las raras muertes que se produjeron últimamente en la ciudad de Portland. Yo, desde mi punto de vista, no creo que esto sea causado por vampiros; para mí esto tiene involucrado a otras criaturas, más fuertes y letales que los chupasangre.

No iba sola, tenía como compañera a Danielle, mi mejor amiga. Ella también es un Darzanex, y una de las mejores.

Entre a la sala de misiones. Allí se encontraba Gabriel, el arcángel de mayor puesto, y el más cercano al Creador.

-Bueno días- Salude cordialmente.

-Buenos días Skylar.

-¿Que te trae por aquí?- El hombre alado y yo éramos buenos amigos. Él era como mi padre en todo esto, siempre aconsejándome y protegiéndome.

-Skylar- Empezó a decir acercándose a mí- Quiero que tengas mucho cuidado. No le eh dicho nada a los demás arcángeles, pero tengo el presentimiento de que, lo que haya en Portland, no es nada fácil de vencer. Protégete, no quiero que nada malo te suceda- Se acercó más a mí y me dio un fuerte abrazo.

-Tranquilo Gab, prometo que volveré sana y salva- Me separé de él y le di una sonrisa tranquilizadora, el cual pareció hacerle efecto.

-Confío en ti enana.

-¡Oye!- Me queje por mi apodo. Así me decían él y Thalion antes de que me pusieran Skylar, o mejor dicho, yo lo eligiera.

-Jajajaja... está bien. No te volveré a decir así.

-Gracias.

Salí de la habitación tranquilamente. Ya me había enfrentado antes contra un vampiro, con licántropos, y hasta había tenido un altercado con un demonio ¿Qué me podría pasar? Podría con cualquier monstruo; pude con ellos antes, podre hacerlo ahora, nada había cambiado ¿Verdad?

¿A quién miento? La verdad es que si, tenía algo de miedo.

Jajajaja ¿Pueden creerlo? Yo Skylar, una de las mejoras Darzanex, teniendo miedo. En cualquier otra situación diría que es mentira, pero ahora... no creo que esa respuesta sea la adecuada.

Mi trabajo no es fácil, o mejor dicho, mi vida no es fácil. Cada misión es una misión suicida, no sólo por el hecho de que me enfrento a criaturas, que para los mortales, son espeluznantes, sino también, por el hecho de que siento que este no es mi mundo.

Sé qué ahora este es mi hogar, pero no puedo sentirme como en uno. Ya han pasado 6 siglos desde que fui transformada, y sigo sintiéndome como una extraña, alguien que sobra.

Thalion y Gabriel me han dicho que esto no fue simplemente una casualidad. Era mi destino ser lo que soy, un ángel. El Creador ya lo había decidido, desde que había nacido.

-Todas las cosas suceden por algo. Nada sucede porque sí, todo tiene un fin, todos tenemos un propósito que cumplir. No sabemos cuál es tu misión en la vida ¿por qué el Creador te eligió? No lo sabemos, pero lo hizo, y ahora estas aquí.

Si era cierto de que Él me había elegido por un motivo en especial, hacía que me preguntara ¿Cuál es mi misión?

No sé porque siento que este viaje a Portland hará que algo en mí vida cambie. Tengo el presentimiento que algo ocurrirá haya. Probablemente ese sea mi miedo; miedo de ir y que cuando vuelva algo en mi haya cambiado, pero, todo no puede ser malo-.

¿Y si ese viaje me hace descubrir algo de mí pasado? Si es así... creo que no puedo dejarme cegar por el miedo. Debo ir y enfrentar mi destino, sea malo o bueno, pero de que algo sucederá... no me cabe duda.

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NARRA ONYX

-Oye brother, hace tiempo que no nos damos un buen festín ¿No lo crees? Eh oído decir a Kan que cerca de la ciudad hay un campo. En el cual se suelen reunir los adolescentes a beber y drogarse ¿No quieres ir y darles una sorpresita?

Rodé los ojos. No estaba de humor para ir a arruinarles la velada a unos pendejos. Tenía problemas más serios como para preocuparme por un festín.

Los ángeles están prácticamente sobre nosotros. Le eh aclarado bien al clan que tenga discreción a la hora de cazar. Pero parece que la palabra discreción no está incluido en su diccionario.

La policía de Portland está sospechando qué los "asesinatos" tenían algo fuera de lo normal. Pero lo humanos son tan débiles e idiotas para creer que algo más que "animales salvajes" fueron los causantes de las muertes.

-¡Oye tú!- Vladimir me tiró un almohadón del sofá, por lo que le mandé una mirada asesina- Sabes perfectamente que esa mirada no me hace efecto Onyx.

Bufe molesto, me levante del sofá, y me dirigí al bosque.

Quería pensar, y la constante presencia de mi amigo no me dejaba.

Tenía la sensación de que algo iba a pasar. No sé si malo o bueno. Últimamente estaba sintiendo una nueva presencia en mi vida. Sentía que algo iba a cambiar, pero ¿qué?

Faltaba un mes para la luna de fuego. Justo el momento en que los vampiros se hacían más fuertes y agiles, justo el momento para atacar a los ángeles. No estábamos solos en esto; los demonios también darían su contribución. Mientras tanto, yo estaba ampliando mi ejército, pero es más difícil transformar a los humanos de lo que creía.

El veneno que dejábamos en sus venas al morderlos estaba matando al %50 de las personas que transformábamos. Muchos no sobrevivían ni 10 minutos después de la mordida. No estaba preocupado, todavía teníamos tiempo para eso.

-Draven- Una vampiresa, de pelo rubio y ojos carmesí se situó a mí lado, en seguida la reconocí- Creí que estabas con Vlad.

-Así era, pero últimamente está muy hiperactivo. Aunque no creo que hayas venido solamente para eso. ¿Qué quieres Tania?

Ella se puso una mano en el pecho, haciéndose la ofendida.

-¿Crees que quiero algo? ¿No puedo solamente querer verte?- Se acercó seductoramente a mí, y me agarró de la chaqueta de cuero- Hace tiempo que no estás con una mujer Drav...- Quiso besarme pero giré la cabeza- Te urge estar con alguien ¿Hace cuánto qué nos satisfaces tus necesidades básicas? Pero, ahora, estamos tú y yo, solos, en un lugar apartado... no tenemos nada que perder.

La aleje bruscamente. No quería tener nada que ver con Tania. Hace siglos que está obsesionada conmigo, eso no es un secreto, pero yo no quería estar con alguien, ni siquiera en la cama.

-Te lo dije hace 200 años, y te lo volveré a repetir. No quiero nada contigo, ni siquiera pasar la noche juntos- Me acerqué a ella y la tomé del cuello- Así que no quiero que me vuelvas a molestar, porque si no- Apreté más el agarre- Despídete de tu inútil cabeza- La solté bruscamente.

Me miró con rabia en los ojos.

-Esto no quedara así Onyx. No parare hasta que seas mío- Se dio la vuelta y se fue por donde vino.

INMORTALDonde viven las historias. Descúbrelo ahora