Capítulo 2: Pesar

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Capítulo 2: Pesar

Al principio evitaba todo tipo de pensamientos que refirieran a Morinaga, claro que lo extrañaba pero era solo porque alguna vez fue mi mejor amigo, no obstante ahora tenia a Hikari, más nada se sentía igual. Con él las cosas eran tan diferentes, a pesar de que no teníamos nada en común más que la afición por la carrera que estudiamos, nuestros gustos en los demás aspectos eran totalmente opuestos.

Con Hikari era igual, se parecía tanto a Morinaga, era simpática, amigable, bonita. Ahora que lo pienso me llegan más recuerdos sobre nosotros, muy a menudo nos íbamos a un bar a beber mientras ella sufría por el rompimiento, seguro el muy bastardo era un tipo infiel desde que lo conoció, de hecho recuerdo que me contó que sucedió en la fiesta de bienvenida a los alumnos de licenciatura, que organiza la universidad, a pesar de que él era de un grado superior asistió a la fiesta. Su cara...también pude ver su cara todas las veces que llegaba por ella al laboratorio, ese gusano la usaba cuando tenía ganas de sexo, casi no salían, solo cuando él lo quería así, pero llegaba con regalos y flores para mantenerla feliz. Cierto día Hikari fue de improviso a su salón de clases y lo vio muy acaramelado con otra chica, al reclamarle él se burló y le dijo que se acabó, que estaba enamorado. Como me hubiera gustado golpearlo, lástima que nunca me dijo donde lo podría encontrar, ella se enamoró realmente, por eso no quiso que lo lastimara. De eso ya paso bastante tiempo casi un año, a pesar de ello aún lo extraña, puesto que con mucha frecuencia pone una mirada muy triste, cuando preguntó que tiene muestra una sonrisa falsa, la misma que ponía Morinaga al sentir mis rechazos.

Mientras los minutos se volvían horas, las horas días y los días meses, en mi interior algo se estaba marchitando, cada día que pasaba me sentía más cansado, por alguna razón mi corazón estaba roto, la rutina era aburrida, había perdido las ganas de comer, no obstante debía hacerlo, simplemente porque en casa prácticamente me llevaban a la mesa o en la escuela todos iban a la cafetería, asimismo no quería que nadie se preocupara por mí, por esa sola razón me levantaba de la cama, pero cada vez era más difícil. Lo que disfrutaba era ir a dormir puesto que sólo ahí encontraba la paz en sueños que no recordaba, o que deseaba no recordar, tu dulce voz llegaba a mi corazón mientras mi mente torcida inventaba historias donde me obligabas a hacer tantas cosas. Las cosas absurdas que puedo soñar, todo por extrañarte ¿extrañarte yo? Creo... que sí...

Desafortunadamente Hikari Notaba mi desgano, cada día era más evidente, ya no salía con ella, me recluía en mi habitación con libros o permanecía lo más posible en el laboratorio, con tal de llegar a dormir sin tener que pensar. Tu ausencia me estaba matando, no lo entiendo, ahora tengo lo que quería, eres libre de mí y yo de ti, tengo una linda novia a la que quizá un día descubra que amo. ¿Amor? Esa cosa no existe, es una invención de la naturaleza para preservar la especie, por eso siempre he dicho que los homosexuales van en contra de la naturaleza. Tantas veces decías que me amabas, nunca creí en la veracidad de tus palabras, como diablos podría, tu eres un hombre y yo también, pero ahora siento que me gustaría escucharte una vez más. ¿Qué demonios ocurre conmigo? ¿Por qué siento tanto la distancia entre nosotros? Ese vacío, esa maldita pérdida me está consumiendo desde el interior, ese ardor, ese dolor y sufrimiento que me quema desde adentro hasta la piel, porque tiene que ser así, yo jamás quise conocerte pero ahora que de ninguna forma ocurrió, preferiría no recordarlo, sigo sin comprender cómo tu recuerdo viene a torturarme, si tú no sabes ni quien soy.

Todos estos pensamientos que llegaban a mi cabeza, cada día que pasaba se hacían más fuertes. Llego el día en que mi alimentación fue tan poca que no quise pararme de la cama, a pesar de que mi hermana y mi tía se preguntaban que ocurría conmigo, ni yo mismo tenía idea, insistían en saber, pero yo no contestaba. Estaba solo, quería estar solo, para evitar esos pensamientos intentaba leer, pero a pesar de que intentaba distraerme con un libro, había tenido un sueño recurrente esos últimos días, donde tú me reclamabas de la razón por la cual te abandone si yo te pedí quedarte a mi lado, luego me decías: "ya ni te recuerdo", "jamás te amé". Esas palabras daban vueltas en mi cabeza tantas veces que era doloroso, parecía como si algo estuviera sangrando en mi interior. Justo en ese instante se acercó Hikari, la había llamado mi hermanita que se moría de angustia por mí.

Deseos del corazón (Fanfic Koi Suru Boukun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora